El presunto descuartizador de Alcalá asesinó a su novia acuchillándola por la espalda
Otro inquilino oyó una fuerte pelea la madrugada del 8 de octubre de 2017 y llamó al casero. El detenido le dijo que ella le había dejado
La atacó por la espalda y la apuñaló dos veces. Así acabó Manuel Moreno, de 42 años, con la vida de su novia, Daría O. L., de 22, cuyo cadáver fue hallado descuartizado en el arcón-congelador de la habitación que compartían, en Alcalá de Henares . Así se desprende del informe preliminar de la autopsia, adelantado ayer por ABC.
Las cuchilladas que recibió la joven de origen ruso fueron precisas y penetrantes. Después, el camarero jiennense tuvo todo el tiempo del mundo para desmembrar el cuerpo , introducirlo en el pequeño frigorífico y dejarlo ahí 15 meses. Sin que nadie echara en falta a la joven y atractiva muchacha a la que borró de Facebook. Como si nunca hubiera existido. Aunque convivía con su cadáver con total tranquilidad aparentemente.
Poco a poco, las piezas de puzle van encajando. Fue en octubre de 2017 cuando se le perdió la pista a la víctima y, justo la madrugada del día 8 de ese mes, entre las 4 y las 5 horas, cuando se produjo una fortísima discusión entre la pareja. Tan es así, que uno de los inquilinos de la antigua autoescuela convertida en vivienda (con tres habitaciones y baño independiente) avisó al casero . Cuando este le pidió explicaciones, el presunto homicida zanjó la cuestión diciendo que Daría le había dejado y se había ido a Madrid con una de sus dos hermanas, todas ellas adoptadas.
No se sabe con certeza sí fue ese el día del crimen y será difícil que lo pueda concretar la autopsia, por el estado de congelación del cuerpo , pero todo apunta en esa dirección. Los celos o una infidelidad podrían estar detrás del crimen.
Fue la madre de la infortunada, con la que apenas se relacionaba, la que destapó el espeluzante caso tras denunciar su desaparición el 30 de diciembre pasado. Esta aseguró a los agentes que su hija sufría malos tratos. No obstante, ella jamás denunció. Quizá por ello, el alejamiento que mantenía la familia con Daría aumentó cuando la víctima se fue a vivir con el que resultó ser su asesino.
Noticias relacionadas
