La descomposición de Podemos y «los últimos de Filipinas» del PSOE en Madrid

«Somos los últimos de Filipinas», comentaba con una sonrisa entre irónica y burlona un histórico diputado socialista de la Asamblea de Madrid, al finalizar la jornada de constitución de la Cámara regional. Una mañana en la que se ha puesto de manifiesto la dramática situación por la que atraviesa la izquierda en la Comunidad, los efectos devastadores que ha dejado el «huracán Ayuso».

Tan dura ha sido la derrota en el caso de Podemos ni siquiera ha podido presentarse en la Cámara madrileña con su grupo parlamentario al completo. Lo inesperado de la retirada de Isa Serra , que no ha querido recoger el acta de diputada, ha sido tal que al grupo no le ha dado ni siquiera tiempo de acreditar a su sustituta .

La descomposición se ha visto reflejada en esos nueve diputados que han tenido que improvisar una «portavocía coral» que queda en manos de Carolina Alonso y de Alejandra Jacinto. Una imagen desoladora en la rueda de prensa en la que anunciaban estos nombramientos, con Vanessa Lillo , la llamada a este cargo, de convidada de piedra. En los pasillos de la Cámara se comentaba que ya se había dado como portavoz a Jesús Santos , que al final se ha quedado solo en un proyecto neonato, quizás frenado por Ione Belarra que quería más mujeres al frente de la organización. El pasado de insultos a su propia formación de Vanessa Lillo , la tercera en la lista tras Pablo Iglesias e Isa Serra, ha hecho poco conveniente que se le ofrezca el cargo de portavoz.

Ni siquiera sus compañeros de la izquierda han podido sostener la debacle de Podemos, al que no han apoyado para conseguir un puesto en la Mesa de la Asamblea. Como adelantó ABC se ha quedado fuera, y ha tenido que apoyar a Más Madrid, para una vicepresidencia tercera, y al PSOE para una secretaría segunda.

Y mientras socialistas y Podemos se lamían las heridas que le ha dejado el 4M, los diputados de Más Madrid disfrutaban de su recién liderazgo en la oposición, llegando en bicicleta a la sede de la Asamblea y jurando su cargo, para disguto de la nueva presidenta Eugenia Carballedo , por un «Madrid verde y feminista».

Mónica García, sentada ya en en lugar que le corresponde a la líder de la oposición, humillaba a una Hana Jalloul, al final de la primera bancada, a la que ni siquiera la presidenta le dio la palabra que reclamó en la primera sesión para pedir un minuto de silencio contra los últimos asesinatos machistas. Quiso tener algún protagonismo , pero la izquierda en Madrid ya tiene otro color, el verde de Más Madrid.