Dentro del mayor túnel del viento de Europa: la adrenalina de saltar desde un avión es posible en Madrid
Un redactor de ABC prueba uno de los deportes más desconocidos, en auge en los últimos años
Nació como un método para mejorar los movimientos de los paracaidistas, pero su uso se ha extendido al público general
Experimentar la sensación que tiene un paracaidista al saltar desde un avión es posible dentro de un centro comercial de Madrid. El mayor túnel del viento de Europa, impulsado por HiFly Madrid y ubicado en el centro comercial Sambil de Leganés, tiene la culpa de ello. ABC se ha adentrado en la cápsula donde seis turbinas ultrapotentes lanzan ráfagas de aire hacia la parte superior con una velocidad que alcanza los 300 kilómetros por hora. ¿El resultado? Adrenalina en estado puro y la sensación de que cualquiera puede adentrarse en este desconocido mundo.
Lo primero, hay que poner la citada actividad en contexto. Las tandas de vuelo surgieron como un método para mejorar la técnica de los paracaidistas profesionales, como algunos militares, pero la 'democratización' de esta instalación con la reducción de precios ha provocado que cada vez haya más público general que se decide a probar.
El proceso es el siguiente. «Os damos todo el equipo, una vez equipados pasamos a una clase previa al vuelo en la que explicamos las normas de seguridad, las señales con las que nos vamos a comunicar y la posición básica que debes adoptar dentro del túnel y, una vez hecho, nos ponemos los tapones y entramos a volar», explica a ABC el asistente de gerencia de HiFly Madrid, Manuel del Monte.
Las señales de las que habla este empleado van a resultar vitales para aprovechar al máximo la experiencia dentro del túnel del viento. Con un viento que alcanza tanta velocidad, la comunicación oral es imposible y un mínimo movimiento de una extremidad da como resultado una desestabilización de la posición. Es por ello que el instructor estará tratando de corregirte en todo momento.
Un deporte en alza
La actividad está cogiendo carrerilla con un enfoque deportivo, aunque también es una opción original para celebrar un evento, señalan desde la organización . «El paquete básico son dos vuelos de un minuto cada uno y el instructor estará con el usuario en todo momento con él para corregir la postura y estar lo más estable posible. En cuanto al tipo de público, estamos recibiendo muchas visitas internacionales, muchos deportistas, que vienen a aprovechar este diámetro del túnel y la comodidad de las instalaciones que tenemos» señala Del Monte.
Con todo, explican desde esta entidad, el coste de montaje y mantenimiento de las instalaciones, de unos siete millones de euros, impedía su expansión y las tarifas estaban al alcance de muy pocos. La innovación ha posibilitado adaptar su precio al público general, dando lugar a una actividad deportiva adaptada a cualquier persona (42 euros niños, 48 adultos).
Además de ser una alternativa de ocio, la experiencia en el túnel de viento está también enfocada a la mejora física de las personas. «En el túnel de viento empleamos toda nuestra musculatura, al igual que en otros deportes como el pilates. Para poder generar un efecto sustentador debemos buscar una posición corporal adecuada y trabajaremos la resistencia y la elasticidad. Del mismo modo, se mejoran otras habilidades como el equilibrio y la coordinación », sostienen los encargados del túnel de viento más grande de Europa.