Críticas al doble rasero del Gobierno en la manifestación contra el racismo y las protestas de Núñez de Balboa
La gran afluencia hizo imposible que los participantes guardaran la distancia de seguridad para evitar un posible contagio de coronavirus
Miles de personas salieron este domingo a las calles de Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas para protestar contra el racismo y en recuerdo del afroamericano George Floyd , que murió el pasado 25 de mayo asfixiado por un policía blanco en Minneapolis (EE.UU.).
En Madrid, la concentración autorizada de 200 participantes frente a la embajada estadounidense se convirtió en una manifestación de unas 3.000 personas , según las autoridades, convocada en las redes sociales por Comunidad Negra Africana y Afrodescendiente en España.
La gran afluencia hizo imposible que los participantes guardaran la distancia de seguridad para evitar un posible contagio de coronavirus, motivo por el que las autoridades habían autorizado una concentración limitada.
Solo ante la embajada, según fuentes de la Delegación del Gobierno español en Madrid, se habían concentrado unas 2.000 personas, que finalmente decidieron caminar hasta la Puerta del Sol, en el centro de la ciudad, donde guardaron un minuto de silencio agachados en memoria de Floyd, al que siguió un gran aplauso.
La imagen de miles de personas abarrotando las calles madrileñas sin guardar la distancia mínima ante la pasividad policial contrasta con el despliegue ordenado por la Delegación del Gobierno en Madrid en los días de mayor apogeo de las caceroladas para protestar contra la gestión de la Covid-19 por parte del Gobierno en Núñez de Balboa.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha sostenido que la manifestación contra el racismo que este domingo recorrió las calles de Madrid estuvo « completamente descontrolada ». «La manifestación de ayer, me parece muy bien, pero ha estado completamente descontrolada. Se supone que era una concentración frente a la Embajada de EE.UU. y ha acabado recorriendo todas las calles de Madrid, sin ningún tipo de cuidado con la que todavía tenemos encima».
Para la jefa del Ejecutivo madrileño, ante esto «no pasa nada» pero en cambio cuando se veían a otras personas «que se estaban manifestando en la calle con un helicóptero», había a personas a las que les «parecía normal».
«Hipocresía y doble moral»
Por esto, las redes sociales se llenaron este domingo de mensajes acusando al Gobierno de aplicar un doble rasero respecto al modo de actuar en ambas protestas. A mediados de mayo, la Delegación de Gobierno en Madrid desplegó grandes dispositivos policiales en Núñez de Balboa y otras calles de la capital con la intención de hacer cumplir la ley y asegurar el distanciamiento social durante la protesta.
El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco , aseveró además que «una cosa son las caceroladas, que todo el mundo tiene derecho a manifestarse como quiera, pero otra cosa es incumplir las medidas del estado de alarma. Nosotros, a través de la Policía, tratamos de que se cumpla la Ley para mantener la distancia y que no se produzcan aglomeraciones ».
Sin embargo, las condiciones en las que se desarrolló la manifestación contra el racismo -con escasa distancia de seguridad en muchos tramos y sin que la Policía actuase para impedir las aglomeraciones-, fue duramente criticada.
La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes , señaló en Twitter que quienes criticaban las manifestaciones en el barrio de Salamanca callaban ante la manifestación en Serrano, pidiendo, además, una explicación al portavoz del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique , quien se refería a las protestas de Núñez de Balboa como de «odio» , mientras que el cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero calificó a los manifestantes de esas caceloradas de «hemofílicos», «pijos» o «gilipollas» .
Quienes criticaban las manifestaciones en el barrio de Salamanca, hoy callan ante la manifestación en Serrano, sin respetar las medidas de seguridad (fase 1) y poniéndonos a todos en peligro al grito de “policía asesina”. Hipocresía y doble moral de la izquierda. Di algo @pnique pic.twitter.com/IyBerUop1P
— Cristina Cifuentes😷 (@ccifuentes) June 7, 2020
Otros usuarios criticaron, del mismo modo, la actuación del Gobierno en ambas protestas.
Ya tenía ganas la izquierda de manifestarse. Menos mal que estos no contagian nada, no como los Cayetanos pic.twitter.com/JUKXmYad0Y
— velardedaoiz2 (@velardedaoiz2) June 7, 2020
Se ve que solo contagias si vas con la bandera de España, zapatos castellanos y el jersey sobre los hombros. pic.twitter.com/cu3QNFjtxE
— Ruffles (@TraedRuffles) June 7, 2020
¿Entienden ahora cómo el problema no era el contagio? ¿Se dan cuenta ahora de que el único problema es que quienes se manifestaban en Núñez de Balboa lo hacían contra el Gobierno? ¿Se acuerdan de las gracias de las izquierditas con el palo de golf y los cayetanos?
— ⚫️ El DiSputado® (@NoSoyLaGente) June 7, 2020
Pues eso. https://t.co/Rvbyekwprq
A última hora de la tarde del domingo, el ministro de Sanidad, Salvador Illa , mostró su «profundo respeto» por la «reivindicación democrática» a través de las protestas en la calle pero pidió «responsabilidad» a los manifestantes porque el coronavirus «está ahí».
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