Tribunales
Crimen de Meco: la juez cree que el ADN no es suficiente para mantener en prisión al detenido
No considera probado que la transferencia genética de Sergio a Mimi se produjera en el crimen
Sergio S. M. pasa las Navidades con su familia. Cuando falta menos de un mes para que se cumpla el primer aniversario del asesinato de la mejor amiga de su exnovia, Míriam Vallejo , el aún único sospechoso del conocido como crimen de Meco ya disfruta («muy contento», según ha referido) de la libertad provisional y sin fianza, como informó ABC. La causa principal del volantazo que ha dado el caso está en las muestras de ADN halladas en la víctima y el encartado, que la juez considera ahora insuficientes para mantener la prisión preventiva. Ha aplicado el principio «in dubio, pro reo», pese al criterio de la Fiscalía y a que la propia Audiencia Provincial, una instancia superior, denegó su puesta en libertad en tres meses , tras recurrir la defensa el auto de prisión. En medios policiales no entienden tampoco este cambio de criterio de su señoría.
Como se recordará, Sergio fue arrestado a mediados de agosto, siete meses después de que a Mimi la mataran de 90 puñaladas en un paraje de la localidad madrileña, lindando con la provincia de Guadalajara. Sergio, Míriam y Celia , la entonces pareja del joven, compartían vivienda en Villanueva de la Torre. Aquella noche, Celia había salido de trabajar y luego acudió al gimnasio. Según la declaración del presunto homicida al ser puesto a disposición judicial («en la que apenas contestó con monosílabos en buena parte de ella», explican las fuentes consultadas), la amiga de su novia le dijo que salía un momento a pasear a sus cuatro perros. Cuando, tiempo después, Celia regresó a casa y comprobó que Mimi no regresaba, comenzó a preocuparse. Las luces de los vehículos de la Guardia Civil en torno al cadáver de su amiga confirmaron sus peores temores: la habían asesinado.
Entonces, se tomó declaración a todas las personas del entorno de Míriam, siendo Sergio siempre el principal sospechoso, aunque sin abandonarse otras líneas de investigación. Argumentó que, entre las 20.40 y las 20.50 horas de aquel 16 de enero se quedó en casa jugando con su Play Station 3 , hablando con su hermano por teléfono y mandando mensajes. Pero en el cuerpo de Míriam se halló ADN de él, y viceversa. Además, un primer análisis de la consola de videojuegos demostró que, en esa franja horaria, aunque permaneció en línea, no se registró actividad alguna de juego. Ahora se está a la espera de la pericial del disco duro, puesto que Sony utiliza unos códigos bastante encriptados en estos aparatos.
Esas fueron las dos principales pruebas de cargo; o, al menos, lo que ha trascendido, porque el sumario sigue secreto. Y las que le enviaron a prisión, comunicada y sin fianza, en agosto. Marley, el perro de la Guardia Civil que, entre otros casos, señaló el lugar donde se hallaba el cuerpo de Diana Quer , marcó en las ropas requisadas a Sergio en el registro de su casa de Azuqueca de Henares (donde volvió a vivir con sus padres, tras romper con Celia al poco del crimen) posibles rastros de sangre. Este periódico informó entonces del hallazgo de las supuestas trazas, en un abrigo y en el coche del arrestado. Faltaba el análisis también de un machete que utilizaba para pescar, que dio negativo.
La magistrada de Alcalá de Henares considera que las muestras de ADN no son lo suficientemente concluyentes, pues podrían ser el resultado de lo que se conoce por una transferencia, algo que argumenta la defensa: Míriam y Sergio compartían vivienda desde hacía tres meses, hacían la colada de manera conjunta y doblaban la ropa también así. De este modo, piensa que es normal que haya restos biológicos del uno en la otra y de ella en él. Investigadores de la Guardia Civil no descartan hablar con el fiscal jefe de Madrid para que ayude a conseguir que Sergio (que sigue imputado por la muerte) vuelva a la cárcel. Se le ha explicado a la juez que Marley era un perro que no fallaba (murió hace dos meses de un paro cardíaco), que fue vital en el hallazgo del cadáver de Diana Quer e incluso le pusieron como ejemplo la utilidad de los perros policía en casos de atentados. La magistrada, sin embargo, cree que todos los análisis practicados no son concluyentes, incluido el hecho de que el perro marcara la chaqueta y el coche de Sergio como lugares donde había sangre. La Guardia Civil, según su criterio, debe concretar que ese ADN se «contagió» en el momento de la muerte de Míriam, algo extremadamente difícil de conseguir, según los expertos
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