De comer por los ojos a chocolateras del tamaño de un niño: así ha comido la Familia Real a lo largo de los siglos
Dado el deseo del monarca por el chocolate espumoso, en el Palacio Real se pueden encontrar utensilios de todo tipo
Las cocinas y menús del Palacio Real, en imágenes
Los secretos de los fogones que dieron de comer a reyes y plebeyos durante siglos
Los menús en la Casa Real no fueron una realidad hasta el reinado de Felipe V. Antes de su llegada, con los Austrias, «se comía por los ojos» , explica a ABC María Dolores Martín, guía de Patrimonio Nacional, durante una visita a las cocinas del Palacio Real .
Durante la dinastía real de los Habsburgo los cocineros preparaban decenas de platos y los reyes elegían los que les apetecían. «Lo que sobraba se lo repartían y como no había un excesivo control, cocinaban lo máximo posible para que el personal tocara a más», relata.
Con la llegada de los Borbones comienza a realizarse un menú cada día y con Carlos III había muy poca variedad porque «comía siempre lo mismo». Según la guía, a medio día y por la noche siempre había una sopa, algo de asado, verdura, vino dulce de Canarias y rosquillas con azúcar o miel. Para desayunar era típico el chocolate con mucha espuma y el bizcocho. «Dicen los inventarios que en tiempos de Carlos II I había una chocolatera del tamaño de un niño de 5 años. Eso nos da la idea de lo que le gustaba el chocolate», apunta Martín.
La repostería, elaborada principalmente en la sala Ramillete, estaba especializada en tartas, suflés, helados y mermeladas . «Para endulzar se utilizaba la miel, era esencial», indica. Dado el deseo del monarca por el chocolate espumoso, en el Palacio Real se pueden encontrar chocolateras de todo tipo.
No obstante, buena parte del ajuar de Carlos III y Carlos IV desaparece durante la invasión francesa y el reinado de José Bonaparte, por lo que piezas únicas como esta gran chocolatera se han perdido.
En cuanto al tipo de comida que se elaboraba y servía en palacio, Martín asegura que, una vez hubo ferrocarril y hielo, llegaban a las instalaciones los mejores productos de toda España. «Las fresas de Huelva, los espárragos de Aranjuez, las peras de Aragón, el vinagre de saúco de Perú, el cacao de Caracas... Todo está inventariado».
Además, con estos avances mejora la conservación del pescado y empiezan a consumirse tipos como el rodaballo, dejando de lado los pescados de río que eran más habituales.
De los menús al 'catering'
Las cocinas no se utilizan desde 2013 , pero si en un momento dado se necesitaran, «están en un perfecto estado de conservación y de mantenimiento». Sin embargo, actualmente en las recepciones institucionales que se realizan en el Palacio Real la comida viene de un ‘catering’ que se alternan los grandes chefs de España.
Mención importante merecen los menús que se encuentran en el archivo de Patrimonio Nacional. El más reciente que se conserva es el de la boda de los Reyes Felipe VI y Letizia, pero uno de los últimos conservados de los que se cocinaron allí data de 1930.
La mayoría de menús, incluido este último, están escritos en francés, ya que «hasta bien entrado el siglo XX, cuando había una recepción institucional y venía alguien que no hablaba español, era obligatorio estuviera en francés porque era la lengua diplomática», aclara Martín.
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