Colegio Mayor San Juan Evangelista: La historia sentimental del«Johnny», un centro de referencia

Allí comenzó a actuar Rafael Álvarez «El Brujo», dio su último concierto Camarón, y multaron a Morente por un fandango en la noche del atentado de Carrero

Camarón, en su último concierto, sobre las tablas del colegio mayor San Juan Eva ngelista, en 1992, acompañado de Tomatito EFE

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En el año 1966, en un Madrid con 2,8 millones de habitantes, abría sus puertas el Colegio Mayor San Juan Evangelista. Desde el principio se movió por unos principios que defendían la igualdad de oportunidades e intentaban la «democratización» de la enseñanza . Durante un tiempo, se fijó que la tarifa máxima del centro no fuera superior al salario mínimo. Y disfrutaba de novedades como un autoservicio en el comedor.

Pero además , el «Johnny» se convirtió pronto en el referente cultural en materia musical. Especialmente, en lo relacionado con el jazz y el flamenco.

Su «Corral de comedias», la comisión de actividades teatrales, convirtió el auditorio del centro en una de las pocas salas de Madrid donde representar teatro alternativo. Y por allí pasaron, sorteando la censura franquista, compañías como Els Joglars, Els Comediants, Tábano, Esperpento o Bubulú, y estrenaron obras J osé Luis Alonso de Santos, Albert Boadella, José Carlos Plaza, Juan Magallo o Pedro Villora . O actuaron figuras como Enriqueta Carballeira o Rafael Álvarez, «el brujo».

Este último, de hecho, fue colegial en el «Johnny», y así lo recuerda en varias entrevistas, en las que confiesa que su apodo le viene de aquellos tiempos, ya que así le llamaban sus compañeros del colegio mayor. Allí, cuando él era aún estudiante de Derecho, veía en los ensayos a gigantes como Terele Pávez o Marisa Paredes , y decidió dejar las leyes y cambiarlas por las tablas. Su primera obra fue en el San Juan Evangelista, en 1970: se llamaba «El juego de los insectos», era de los hermanos Capek, y la dirigió José Luis Alonso de Santos.

Polémico fandango

En el Johnny se organizaron conciertos que en aquel momento eran complicados, como los de Juan Antonio Labordeta o Raimond. Fue muy sonado uno que protagonizó Enrique Morente, el 20 de diciembre de 1973, tras el atentado que costó la vida a Carrero Blanco . Aquella noche, con el auditorio del colegio a rebosar , y rodeados de agentes de la Policía –los «grises»–, Morente se marcó un fandango de José Cepero al que le varió la letra, y en el que decía que ante ese féretro él no se quitaba el sombrero, porque el que iba dentro les había hecho «pasar grandes fatigas». Cantante y guitarrista acabaron en comisaría, y pagando una multa de 100.000 pesetas –algo más de 600 euros actuales–.

Allí tuvo lugar también el tumultuoso concierto de Los Elegantes en diciembre del 82, con los Spray como teloneros, que acabó en batalla campal. Y allí dio su último concierto un Camarón ya muy enfermo , en enero de 1992, convirtiéndolo con ello en lugar de culto, si es que no lo era ya antes.

Por su sala pasó una joven Diana Krall en 1996, y tocaron y cantaron desde Sabina a Tete Montoliu, Luz Casal, Paco de Lucía, Silvio Rodríguez, Hugh Masekela o Chick Corea .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación