Cierra Casa Patas, el templo flamenco más famoso de Madrid
La crisis generada por la pandemia y las malas perspectivas para el turismo han sido la puntilla para el mítico local, abierto desde 1988
El coronavirus va a cambiar definitivamente el rostro de Madrid. Porque, sin Casa Patas, ya no será igual. El mítico templo flamenco del número diez de la calle de Cañizares, a trescientos metros de la Puerta del Sol y la Plaza Mayor, ha anunciado su cierre definitivo, dejando en la calle a sus 26 empleados.
El local, inaugurado en 1988 en la zona de Lavapiés , donde han vivido (y viven) importantes familias del mundo del flamenco desde hace más de 150 años, cerró sus puertas con el inicio del estado de larma y ya no volverá a abrirlas, según han asegurado sus encargados. Tras 32 años de trayectoria, el emblemático espacio de flamenco ha declarado la inviabilidad de mantener una plantilla y un espacio con las perspectivas económicas y turísticas para este año. El público de Casa Patas principalmente proviene del turismo y en gran medida del internacional, que, según las previsiones, se va a ver muy resentido este 2020.
En realidad, Casa Patas fue inaugurado en 1984, cuando su propietario Enrique Guerrero abrió una taberna en la planta baja, que habían ocupado las famosas Cristalerías Álvarez. Cuatro años más tarde, expertos en flamenco como Antonio Benamargo fueron los encargados de empezar a programar actuaciones flamencas, entre las que se incluyeron artistas de las corrientes más modernas. La exigente clientela local, erudita y profesional de este arte, contribuyó con su fidelidad a crear una imagen de prestigio a nivel internacional; y, por eso, desde hace años, el nombre de Casa Patas aparece en las mejores guías turísticas reconocido como «el lugar más auténtico de flamenco en Madrid». Además de la programación de espectáculos de baile, cante y toque, ha acogido multitud de entregas de premios flamencos y taurinos, presentaciones de discos y libros, exposiciones de fotografía y otros muchos actos. Y sus paredes han sido durante décadas el decorado perfecto para ambientar entrevistas periodísticas dedicadas al flamenco.
El tablao se encuentra situado en un edificio del S. XIX en el barrio más flamenco de Madrid y programaba cada año más de 300 espectáculos protagonizados por más de 100 grupos flamencos en el que participaban más de 300 artistas, lo que lo convertía en uno de los locales más activos de la escena de música en vivo de la capital. Casa Patas fue distinguido por la Comunidad de Madrid en el año 2009 con el premio Enrique Maya por su contribución al desarrollo y difusión del Arte Flamenco, así como su labor continuada por la integración del pueblo gitano. En definitiva, toda una institución del flamenco que lamentablemente el virus también se lleva por delante.
También era una referencia absoluta en cuanto a gastronomía española , un detalle que no debe olvidarse. En su comedor con columnas de hierro fundido, capiteles de estilo corintio y paredes repletas de cuadros y fotografías de los artistas que han pasado por su tablao, se podían degustar algunos de los mejores platos típicos de la capital: tapas, embutidos, jamón ibérico de bellota o quesos del país, siempre regados por una seleccionada carta de vinos españoles de primera calidad, en un ambiente que transportaba a los clientes a lo más profundo del flamenco.
Javier Olmedo, director de La Noche en Vivo, la asociación que aglutina a buena parte de las salas de conciertos de la capital, describe este cierre como «un golpe terrible», ya que se trataba de «una de nuestras salas más queridas, emblemáticas y de prestigio internacional». Esta sólo es, advierte, «la primera víctima» de la asociación.
Los trabajos de fomento del flamenco a través de la propia Fundación de Casa Patas tienen la intención de mantenerse «dependiendo de las próximas circunstancias». Así, en principio se retomarán las clases de baile flamenco, guitarra, cante y cajón en la Fundación Conservatorio Flamenco Casa Patas, que prevé reabrir sus puertas a partir de la fase 2 para sus dos centenares de alumnos, a los que imparten clase figuras como José Antonio Jurado, Sara Nieto, Francisco Hidalgo, José Manuel Montoya, Pedro Sanz o Javier Vanduciel.
Una historia ilustre
El cantaor José Mercé ha expresado a ABC su profundo pesar por esta noticia. «Me parece una pena muy grande que se cierre Casa Patas. Es un auténtico templo del flamenco en Madrid y va a ser una gran pérdida», dice el artista jerezano, que por supuesto ha vivido allí varias veladas inolvidables. Por el tablao de Casa Patas han pasado muchas otras figuras flamencas, del calibre de Antonio Canales, Enrique y Estrella Morente , Carmen Linares, Paco de Lucía , Remedios Amaya, Niña Pastori, Sara Baras o hasta el propio Camarón de la Isla, que recibió allí mismo su Disco de Oro por las ventas del disco «Soy gitano», en una fiesta que debió ser de antología.
Fue, también, escenario de legendarios debuts. Muchas primeras figuras comenzaron sus carreras en Casa Patas, y su tablao también fue testigo del descubrimiento de un jovencísimo Diego el Cigala con veinte añitos, en 1989.
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