Choque entre políticos ante el desmadre del fin de semana y con San Isidro en puertas

La Policía Municipal pide voluntarios y restringe libranzas por previsibles botellones 

Agentes de la Policía Municipal vigilan las concentraciones de personas en la madrileña Puerta del Sol EFE

Más de 650 sanciones por botellón sólo en la capital durante el primer fin de semana sin toque de queda dan idea del desmadre en que se convirtió Madrid la noche del sábado. Las previsibles ganas de fiesta de parte de la población, tras seis meses en estado de alarma, se vieron muy superadas por la realidad, que desbordó la actuación policial. Los mandos policiales miran ya con temor al puente de San Isidro , por lo que se pueda organizar. Y, mientras, los políticos de distintas instituciones se enfrentan a cara de perro sin poner una solución sobre la mesa.

Las cosas están así: a las puertas de un fin de semana festivo en la capital, y donde las fuerzas del orden temen que se reproduzcan, aumentados, los incidentes del pasado sábado, los responsables de los ejecutivos autonómico, local y central celebraron ayer una reunión de coordinación que tendrá continuación el miércoles. Pero si dentro se coordinaban, fuera su discurso no pudo ser más distante.

El Gobierno regional pidió a la Delegación del Gobierno en Madrid «corresponsabilidad» para tratar de controlar a quienes se saltan las medidas de seguridad para divertirse sin pensar en las consecuencias. La delegada, Mercedes González , matizó que esto es competencia municipal y, de paso, recordó que se ha estado durante semanas «sembrando falsa libertad y ahora estamos en el libertinaje», por lo que pidió a Isabel Díaz Ayuso «valentía» para solicitar un nuevo toque de queda. Y el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ponía la voz de lo que pensaban muchos ciudadanos: «Es un cachondeo que el mismo Gobierno de Pedro Sánchez dijera hace tres semanas que decaía el estado de alarma y ahora, dos días después, diga a las comunidades que si quieren que lo pidan».

Para el consejero de Justicia e Interior, Enrique López , no sería justo implantar restricciones nocturnas «a todos por unos pocos» y cree que «hay que hacer cumplir la ley»; es decir, que no se beba alcohol en las calles y no haya grupos de más de seis personas, además de utilizar las mascarillas. Eso y, en paralelo, que el Gobierno central inicie una reforma legal para dar resguardo a medidas más contundentes. Hasta ahora, las peticiones regionales de toques de queda han sido aprobadas por los tribunales en dos casos –Baleares y Valencia– y rechazadas en tres –País Vasco, Navarra y Canarias–. Una diferencia de criterios que no le sorprende a López, que preveía este «caos jurídico» porque «aplicamos una normativa del año 1986 que dedica una línea solo a estos casos».

Pero la delegada del Gobierno no coincide con él: de hecho, destacó que el Gobierno regional valoró muy seriamente implantar el toque de queda al acabar el estado de alarma, aunque finalmente lo descartó porque «creyeron que la prudencia de los vecinos no lo iba a hacer necesario». A su juicio, Díaz Ayuso debería «demostrar la voluntad política de salvar vidas» con «una decisión valiente», como solicitar un nuevo toque de queda para la región.

Apoyo del CNP estas fiestas

En lo único que coincidieron los representantes políticos de los Gobiernos regional, central y municipal fue en las llamadas a la responsabilidad ciudadana para que no se repitan las escenas del sábado noche. Los mandos de la Policía Municipal están convencidos de que este fin de semana, que además coincide con San Isidro y se abren las piscinas públicas , la situación va a ser igual o peor. Por eso, por lo pronto, se mantiene el refuerzo de 200 agentes más en los turnos habituales. Mañana está prevista una reunión entre el Área de Seguridad y la Delegación del Gobierno, para una mayor coordinación. Por lo pronto, fuentes policiales de toda solvencia indicaron a ABC que se va a involucrar a la Policía Nacional, aunque no son suyas las competencias de lucha contra el botellón. Está por determinar el número de efectivos de Seguridad Ciudadana, y de si participarán en el despligue las Unidades de Intervención Policial (UIP) o antidisturbios o las Unidades de Prevención y Reacción (UPR), especializadas también en control de masas y orden público.

La comisaria de los distritos del sur advierte de que «es presivible la asistencia masiva de público»

Las distintas fuentes del CNP consultadas recuerdan que ese Cuerpo siempre ha participado en las Fiestas de San Isidro, pero encargándose, por ejemplo, de robos y reyertas, que son los casos más comunes. No en vano, hace tres años, se detuvo a cerca de 40 personas, la mayoría de bandas latinas , por sustracciones en la Pradera. Su papel este año, sin embargo, será la de refuerzo y a petición de la Policía Municipal; «es lo que ya hicimos el sábado», explica un agente dedicado a estas labores.

En cuanto a los municipales, además del refuerzo mencionado, en algunas unidades de distrito ya están pidiendo personal voluntario para el fin de semana, y así no verse forzados los mandos a levantar libranzas. Sin embargo, el domingo, la comisaria del Área 3 (Moncloa,Carabanchel, Latina, Usera y Villaverde) ya firmó una nota interna pidiendo «restringir las libranzas de los componentes de los turnos de tarde y noche los días 14 y 15». Pese a no haber actos lúdicos programados en la Pradera (sí los habrá religiosos), advierte de que «es previsible que se produzca una asistencia masiva de público».

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