La casualidad que llevó a la detención de «la Tata», la reina del alunizaje

Jetzabel Herrero Pernía, de 33 años, fue sorprendida en el centro comercial de La Gavia comiendo con su pareja y su hijo

Imagen de Jetzabel Herrero Pernía, alias «la Tata», detenida la semana pasada en La Gavia / Vídeo: La reina del alunizaje, detenida por la policía

A. García

En ocasiones, es la casualidad la que decide el camino vital de una persona . En otras, es esta misma suerte la que ayuda a resolver acertijos policiales que antes no tenían respuesta. Uno de estos enigmas era el de Jetzabel Herrero Pernía , alias «La Tata» , una alunicera –la mejor, para muchos– que llevaba desaparecida del radar de la Policía durante al menos dos años .

Esta madrileña, de 33 años, es experta en el método del alunizaje , es decir, reventar escaparates y huir con el botín. Tanto que, con el tiempo, se fue convirtiendo en una de las mujeres más buscadas de Madrid . «Es responsable de numerosos robos con fuerza en establecimientos y robos con violencia, así como enfrentamientos armados contra la Policía », han apuntado fuentes policiales a este periódico.

Aunque su responsabilidad sobre los asaltos no quedaba ahí. También era la encargada de realizar vigilancias previas a los «golpes», ocultaba el botín tras los mismos y se encargaba de dar el agua (avisar de la presencia policial en el argot delictivo) durante la realización de los asaltos, según fuentes conocedoras del caso.

Pese a las 40 detenciones previas, las seis citaciones judiciales y la orden de ingreso en prisión que pesaban sobre sus espaldas, «la Tata» había conseguido eludir la presión policial durante más de 24 meses. Pero una casualidad, fatídica para ella, ha provocado que ahora duerma detrás de las rejas de una celda en la cárcel de Alcalá-Meco (Madrid I).

Dos policías fuera de servicio se encontraban picando algo en un bar del centro comercial de La Gavia. El mismo donde «la Tata» daba rienda suelta a su apetito con su pareja y uno de sus hijos. A estos dos agentes, destinados en la comisaría de Usera-Villaverde, les resultó familiar una cara . Era la de la exuberante joven que comía en sus alrededores. Sí, era ella. La conocían del barrio, concretamente de Orcasitas . Era «la Tata», la reina del alunizaje . Era su oportunidad, única, fruto de una comida desenfadada entre colegas. Así, alertaron a sus compañeros de los agentes del Grupo Operativo de Respuesta (GOR) de la Sección de Seguridad Ciudadana del distrito de Villa de Vallecas, quienes lograron apresar a la fugitiva . «Me encanta lo prohibido», escribía en su muro de Facebook. Esta vez tendrá que pagar por ello.

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