El sol del ‘Banksy español’ ilumina la Milla de Oro en una oda a la sostenibilidad
Cuatro esculturas lumínicas de artistas contemporáneos se exhiben hasta este sábado en cuatro localizaciones de la capital
Un sol de 25 metros de altura, un caleidoscopio en el interior de un diamante, una gran flor de lupino irisada y un coche con la ciudad tatuada. Cuatro obras de luz en cuatro localizaciones de Madrid que, desde este miércoles y hasta mañana, iluminan la capital en una oda a la sostenibilidad. Este recorrido de arte urbano envuelve la Milla de Oro y tiene cuatro paradas: la plaza de Colón, la calle de Ortega y Gasset, el paseo de la Castellana y la calle de Serrano.
La enorme esfera lumínica del tamaño de un edificio de siete pisos brilla en Colón. Su autor es madrileño, su arte ha llegado a Francia, Alemania, Polonia, México, Estados Unidos o Japón, se oculta bajo el pseudónimo Spy y es conocido —aunque no es el primero en recibir el título— como el ‘Banksy español’ . La estrella nacarada, su pieza más grande hasta la fecha, alojada dentro de una estructura cúbica que se sostiene con andamios de construcción, se llama ‘Tierra’ e invita a la gente a reflexionar sobre la relación del ser humano con su «hogar» y sus efectos en el planeta.
En el número 12 del paseo de la Castellana se erige una flor, también de grandes dimensiones. Es ‘Chamaleon Lupine’ y los pliegues de sus pétalos cromados desprenden destellos azules y violetas en honor a la biodiversidad. En mitad de una de las principales arterias madrileñas, el artista belga Arne Quinze (Bélgica, 1971) ha querido devolver los colores y la importancia de la naturaleza a las «ciudades monocromáticas de hoy».
La tercera, ‘Placa’, es un tubo cilíndrico que distorsiona la realidad entre acero y cristal. El aclamado escultor francés Alexis Le Diamantaire (Caen, 1987) ha colocado uno de sus universos caleidoscópicos de espejos desechados y pintura en aerosol en el número 70 de Serrano. Representa el máximo símbolo del lujo, el diamante, y el núcleo de su proyecto de arte urbano que arrancó en 2011 y que hasta la fecha ha creado 1.800 obras en todo el mundo.
Esta exposición al aire libre culmina en Ortega y Gasset, 8, donde el pintor Manu Campa (Madrid, 1983), que durante una década ha volcado su talento en sus pasiones —en los animales, las bicicletas, el paisaje urbano—, ha tuneado un Mini eléctrico . Su última afición son los coches clásicos y el icono de la automoción aparcado en Ortega y Gasset luce una brillante carrocería ‘art decó’, inspirada en carteles antiguos y escenas de la capital, como las Cuatro Torres y la Puerta de Alcalá.
Luz y electricidad
El buen ojo de Anna Dimitrova, directora de la primera galería española especializada en grafiti (Montana Gallery Barcelona) y fundadora de ADDA Gallery, ha comisariado la muestra, que no se disfruta solo a pie. Más de un centenar de conductores podrán interactuar con las cuatro instalaciones lumínicas al volante de un Mini Cooper 100% eléctrico.
El grupo BMW , propietario de la marca Mini, ha organizado esta experiencia artística en forma de ‘test drive’ (prueba de conducción, en inglés) en la ciudad. Un trayecto que pretende ser una llamada global al uso de la conducción eléctrica como alternativa sostenible de movilidad.
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