El Ayuntamiento de Madrid ofrece a los comerciantes del Rastro reabrir con el 50% de los puestos
La Junta Municipal de Centro plantea crear cuatro zonas perimetradas en Ribera de Curtidores, Vara de Rey, Campillo y Gran Vía de San Francisco
Hasta el 50% de los puestos autorizados en el Rastro , es decir, medio millar podrían abrir el próximo domingo si los comerciantes aceptan la tercera propuesta que la Junta Municipal de Centro les puso ayer sobre la mesa. El Consistorio elevó del 12% al 30% el número de tenderetes permitidos en los anteriores planes y con este último planteamiento, tras analizar las posibilidades con Madrid Salud y la Policía Municipal, se podría mantener la distancia de seguridad y elevar a la mitad el número de comercios ambulantes permitidos, una cifra mínima que solicitaban los vendedores.
Para conseguir llegar hasta este número de puestos, según avanzaron a ABC fuentes municipales, Centro plantea la «apertura del Rastro con un vallado perimetral que permita controlar la circulación de peatones de los puestos y el aforo en cuatro zonas autónomas de funcionamiento simultáneo». Esas tiendas ambulantes se repartirían por la Ribera de Curtidores , donde habría 147 puestos en la zona del distrito de Centro y otros 28 en la continuación de la calle que se adentra en Arganzuela ; 74 más en Vara de Rey ; 52, en la plaza del Campillo del Nuevo Mundo ; y los 196 restantes en la Gran Vía de San Francisco . Esta apertura parcial, según indicaron las mismas fuentes, «evolucionará en la medida en que lo hagan las condiciones sanitarias», ya que su objetivo es «que el Rastro vuelva a su huella y condiciones iniciales cuando termine la crisis sanitaria».
Desde el Consistorio insisten en que El Rastro no es un mercadillo más, sino que «es único y singular, es uno de los símbolos de la ciudad». «El Rastro no va a desaparecer», subrayan. Su objetivo, según recalcan, es «encontrar una solución» para los comerciantes del Rastro pero no pueden permitir que «se produzca un foco de contagio» en este lugar, ya que «sería fatal, no solo para el propio mercado en sí, sino para Madrid en general».
Control de entrada y salida por los comerciantes
En términos generales, los comerciantes deberán controlar el aforo de entrada y de salida de los clientes , sólo en caso de exceso de personas en una misma zona intervendría la Policía. En ese área será obligatorio el uso de mascarillas y los vehículos -higienizados antes de su uso- sólo podrán acceder al perímetro para la carga y descarga. En todos los puestos deberán disponer y ofrecer geles hidro-alcohólicos y marcar con una cinta pegada en el suelo la distancia de 1,5 metros entre cada tenderete.
«No es la situación que queremos, sabemos que esto es un parche, pero hay que llegar a un acuerdo por el bien de todos . Hay que encontrar un mínimo común denominador», valoró ayer en declaraciones a ABC el presidente de la asociación de comerciantes Nuevo Rastro , Manuel González . Por su parte, el presidente de la Asociación Intercultural del Rastro de Madrid , Mario Ágreda , reclamó que el Consistorio ampliase la exención del cánon de los vendedores ambulantes hasta que pase la pandemia, puesto que, si se llega a un acuerdo, sólo podrán vender sus productos la mitad de los días por las limitaciones planteadas.
Quienes se han mostrado más reticentes son los miembros de la Asociación Rastro Punto Es , que someterán la propuesta a votación con sus integrantes. Ven un inconveniente crear «cuatro mini mercados», algo que tildan de «mini guetos» y rechazan que sean ellos quienes tengan que controlar el aforo de cada área. Tampoco quieren que se pierda la «huella» original del mercado , pero el Consistorio asegura que «volverá a su normalidad cuando acabe la pandemia».