Atropello mortal en Moncloa: la Policía cree que el delincuente marroquí fugado no ha salido de España

La Sección de Homicidios del CNP trabaja con los municipales en la búsqueda del individuo: «Daremos con él. Tiene que salir de su guarida más pronto que tarde»

Atropello mortal en Moncloa: orden de busca del conductor en toda España, incluidos aeropuertos y estaciones

La doble muerte de Claudia: un cobarde atropello con fuga y sin ayuda

Claudia San Román Medina, la víctima ABC

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La Policía Municipal no cesa en la búsqueda del presunto autor del atropello mortal de la joven Claudia San Román Medina, de 20 años, en Moncloa. Ocurrió el 20 de noviembre, a primera hora de la madruga, a manos de un marroquí que iba al volante de un Citröen C2 con dos amigos, también del mundo del hampa, que sigue fugado desde entonces.

En la investigación, en la que colabora la Sección de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, se han peinado decenas de domicilios de amigos y familiares donde este sujeto de 22 años podría haberse escondido. Y se han tomado declaraciones a unas cuarenta personas, sin éxito aún.

Fuentes del caso explican a ABC que, pese al tiempo pasado, no creen que el magrebí haya salido de España. No que no lo haya intentado, sino que no ha debido de conseguirlo: «Hemos comprobado que no tiene lazos especiales con gente de su país. Además, Marruecos tiene cerradas sus fronteras desde hace 22 meses», precisan nuestros informantes.

Además, como adelantó ABC, ha sido emitida por el juzgado que entiende del caso una orden de busca, detención e ingreso en prisión contra el presunto homicida. Recordemos que, además de este asunto tan grave, el individuo tenía un ingreso en prisión pendiente para primeros de diciembre, unas tres semanas después de la muerte de la estudiante canaria de Canarias y residente en el paseo de Juan XXIII.

El Citroën C2 implicado en el atropello de Claudia ABC

Ello implica que cualquier cuerpo policial que lo detecte en un control de carretera, en la calle, estaciones de buses y trenes o aeropuertos pueda engrilletarle.

«Tardará más o menos, pero caerá. Más pronto que tarde. Por su 'modus vivendi', se tiene que mover: no posee trabajo y tendrá que ganarse la vida y salir, a delinquir», indican fuentes policiales, que recuerdan que alguna tercera persona debe de estar dándole cobertura.

Eso sí, hay un problema añadido: el juzgado no ha autorizado la intervención de teléfonos de los implicados ni el rastreo de las cuentas corrientes del sospechoso.

Por otra parte, el informe pericial del Grupo de Policía Judicial de Tráfico de la Policía Municipal ha corroborado que el vehículo no frenó en ingún momento del suceso. Ni siquiera hizo amago de parar después de arrollar a Claudia de manera tan salvaje, pues se cree que el grupo iba o venía de cometer o preparar algún delito.

Croquis del accidente ABC

El individuo, cuya identidad por el momento no conviene hacer pública, cumplirá el próximo mes de febrero 23 años. Le constan, siendo mayor de edad, nueve reseñas previas policiales, por robos con fuerza, con violencia (atracos) y un atentado a agente de la autoridad. Todos son hechos cometidos entre 2017 y 2020, a dos por año. Por uno de esos robos es por lo que tenía que ingresar en la cárcel a primeros de diciembre, dos semanas antes de su fuga por matar a Claudia.

Lo que está claro, por las imágenes que constan en el documento inicial y los testigos, es que conducía, además, demasiado rápido. Un homicidio imprudente que puede ser elevado a un rango más grave (incluso doloso) al sumar el hecho de que al menos uno de los dos delincuentes que le acompañaban en el Citroën C2 negro le advirtió de que «parara, que la iba a matar», al ver que se aproximaban al lugar donde estaba Claudia, frente a su bloque en el paseo de Juan XXIII, justo después de bajarse de un VTC. Además, como este, no ayudaron a la víctima , que falleció casi una hora después, con lo que sumarían otro delito.

El vehículo, dando la vuelta en sentido contrario, en la avenida de Pablo Iglesias esa noche

Recordemos que, además de los tres ocupantes del Citroën y del chófer que trasladó a Claudia a su casa esa madrugada, también se ha imputado al propietario del turismo, que afirma que no iba esa noche con ellos pero que se lo prestó a sus amigos.

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