La Asamblea de Madrid reprueba al delegado del Gobierno con los votos de PP, Cs y Vox
La PNL insta al Gobierno central a cesar a José Manuel Franco por su gestión de la pandemia del coronavirus
La Asamblea de Madrid ha reprobado este jueves al delegado del Gobierno en Madrid. Los grupos parlamentarios del PP, Ciudadanos y Vox han votado a favor de una Proposición No de Ley (PNL) para instar al Gobierno central a cesar a José Manuel Franco por su gestión durante la pandemia, especialmente por no tomar medidas en torno a las concentraciones masivas antes del estado de alarma, como la manifestación del 8 de marzo , y por su «parcialidad» en sus actuaciones en los últimos meses como delegado, habida cuenta de que además es el secretario general del PSOE en la región. La moción, no vinculante, apenas tendrá efectos prácticos.
El debate, que arrancó con un tono más o menos moderado, dentro de las habituales diferencias entre los partidos, pronto subió de volumen y derivó en un cruce de acusaciones y reproches que en muchos casos nada tenían que ver con el tema de la propia proposición. Con alusiones al reglamento de la cámara por supuestos vulneraciones del derecho al honor, el presidente de la Asamblea, Juan Trinidad , intervino para poner orden ante lo que tildó directamente como una «guardería». Finalmente, la votación de 36 síes y 34 noes, dentro de los 70 diputados presentes.
Al margen de esta escena y el ruido, la proposición fue defendida por el portavoz popular en la cámara regional, Alfonso Serrano, y se basó fundamentalmente en las conclusiones de la titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Carmen Rodríguez-Medel, sobre la causa por prevaricación contra Franco por no tomar con la suficiente antelación medidas para evitar la propagación del virus.
Si bien Serrano recordó el archivo de la causa y la ausencia de responsabilidad penal en su labor, leyó algunos párrafos del auto que, a su juicio, deben reseñarse y que retratan la responsabilidad de la Delegación. «(...) El delegado del Gobierno ni prohibió concentración/manifestación ni adoptó medida alguna de prevención del contagio, por ejemplo, que se respetara una determinada distancia, que se portaran guantes o mascarillas», dijo en alusión a las 130 concentraciones desarrolladas en Madrid entre el 5 y el 14 de marzo; y añadió, como reproduce el texto de la PNL: «La celebración de manifestaciones y concentraciones de marzo de 2020 incrementaron el peligro de contagio y por ello fueron un riesgo cierto y seguro para la salud pública».
Desde el PP consideran que el delegado actuó más como secretario general del PSOE de Madrid que como delegado del Gobierno . «Si hubiese sido la mitad de diligente que fue para actuar con el homenaje de Ifema o con el paseo de un expresidente, habría sido bien distinto», espetó Serrano, en alusión a la supuesta parcialidad de Franco. Esta consideración se argumenta en la consigna que el líder de los socialistas madrileños trasladó a cargos y militantes de su partido respecto a «retorcer el tema de las residencias contra el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso», así como en la estrategia de conseguir la imputación de la presidenta, aunque «finalmente quedase en nada», para provocar una moción de censura con Cs. «Debe ser reprobado por salud democrática», concluyó el portavoz del PP, que afeó que ese comentario fuera en la sede de la Delegación del Gobierno.
Los apoyos de Cs y Vox se expusieron de modo opuesto en la cámara. Emy Fernández de Luna , de la formación naranja, recordó la importancia en la prevención y cómo la pandemia «ha puesto a prueba» el sistema sanitario, sin entrar a valorar la labor de Franco ni por qué ha votado a favor de la reprobación. El diputado de Vox Pablo Gutiérrez de Cabiedes , en cambio, fue mucho más beligerante y, tras criticar la actitud «plenamente reprobable» del delegado del Gobierno y reprochar que la Comunidad de Madrid tampoco hizo todo lo que estaba en su mano, se enzarzó con la bancada socialista a cuenta de los miles de muertos. «La avalancha de cadáveres se produjo por la obsesión de un acto», lamentó.
«Una marcianada»
El PSOE, por su parte, tildó de «marcianada» la iniciativa, catalogada como una muestra «para seguir confrontando». El portavoz adjunto, José Cepeda , puso el énfasis en la idea de que la Asamblea de Madrid no tiene competencias para la toma decisiones sobre el Gobierno central. «¿Se imaginan que yo, como senador, pido allí la dimisión de Díaz Ayuso?», señaló Cepeda, en un tono especialmente elevado. El número dos de Gabilondo, considerado como el «poli malo» de la formación socialista en la cámara, trató además de desmontar el contenido de la PNL enumerando los actos que se celebraron en Madrid y que, pese a ser competencia del Gobierno regional, no se cancelaron, como eventos en Ifema o la convocatoria de unas oposiciones el mismo 8 de marzo, con más de mil personas.
El grupo parlamentario socialista, como era de esperar, no fue el único que se opuso de lleno a la PNL. Tanto Más Madrid como Podemos hicieron lo propio, aunque también con diferentes discursos. Hugo Martínez Abarca , de la primera formación, le preguntó a Serrano si utilizará otros autos de Rodríguez-Medel para reprobar a un cargo público, en alusión al caso de los estudios de Pablo Casado , que también instruyó la jueza. «Nadie sabía la gravedad del virus, no hay ni un solo informe que avale las mentiras que están contando y lo único que quieren es confrontar con el Gobierno y hacer propaganda con el virus», dijo el diputado.
Jacinto Morano , de Unidas Podemos-IU, tildó la proposición de «chorrada» y recriminó al PP que censure que no se tomaron medidas cuando no solo no podía saberse, sino que no eran de su competencia. «Lo reprueban por no hacer algo que no se podía hacer legalmente», declaró Morano.
Segunda reprobación
El PP ha conseguido con José Manuel Franco lo que la izquierda intentó sin éxito hace unas semanas con el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero , como rechazo a su gestión de las residencias de mayores durante el momento más crítico de la pandemia del coronavirus. La lógica de bloques en la cámara regional, con una estrecha mayoría para el frente de centro-derecha (PP, Cs y Vox suman 68 escaños y PSOE, Más Madrid y Podemos, 64), sí ha triunfado en esta ocasión y ha alumbrado una escena que, aunque esperada, no se había logrado en las últimas votaciones.
El voto de Vox impidió en marzo la bajada de impuestos planteada por el Gobierno regional, posicionándose en contra junto a los partidos de izquierdas, y también entregó la presidencia de las comisiones de reconstrucción y residencias al PSOE en detrimento de la coalición a la que apoyó hace menos de un año.
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