Es el momento de Madrid
La capital vive una etapa de ebullición cultural y artística. Si San Isidro trajo agua a los campos, este ayuntamiento sembró cultura en las peores condiciones de la pandemia
Hace ya muchos meses, en cuanto nuestra vida recuperó cierta normalidad y las puertas del Museo del Prado volvieron a abrirse al público, visité la mejor pinacoteca del mundo y me quedé hipnotizada, una vez más, frente al óleo en el que Goya pintó su romería de San Isidro. Esa mirada sobre el perfil de Madrid con la gran cúpula de la Real Basílica de San Francisco el Grande y la mole del entonces nuevo Palacio Real al fondo. Entonces pensé que esa perspectiva de la ciudad, vista desde la ermita del patrón el día en el que los madrileños toman la pradera, sería la imagen de las fiestas en cuanto pudiéramos volver a celebrarlas.
Ese día ha llegado. Y la cartelería de las fiestas de San Isidro es un homenaje a Goya y a todos los madrileños , los que vuelven estos días a la verbena y los que han estado acudiendo a las laderas de la pradera en los últimos cuatrocientos años.
Por eso es tan especial este San Isidro para el Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid. Porque después de tres años de gestión en las circunstancias más difíciles, por fin, podemos celebrar nuestras primeras fiestas del santo.
Madrid vive un momento de ebullición cultural y turística que son fruto del trabajo duro y la gestión eficaz que acometimos en los momentos más desesperanzadores de la pandemia. Siempre de la mano del tejido cultural madrileño, pusimos en marcha las estrategias que han colocado a Madrid como ciudad de referencia en Europa y Latinoamérica. Si Isidro trajo agua a los campos, este ayuntamiento, con esfuerzo y en sintonía con los profesionales del sector, sembró cultura en las peores condiciones gracias al Plan Aplaude.
En Madrid cada estación tiene su programación cultural. La primavera es el momento de los conciertos, el chotis, el rock, el circo, la magia, los espectáculos deportivos: por San Isidro hay propuestas para todos en la pradera, Las Vistillas, Matadero, la Plaza Mayor y la plaza de la Villa.
El santo que celebramos fue Isidro, un labrador que vivió en Madrid entre el 1082 y el 1172 en la plaza de San Andrés, en el barrio de La Latina, y que alcanzó su fama gracias a la gran cantidad de milagros que realizó.
La iconografía siempre le muestra con una vara en la mano derecha porque el labrador se hizo célebre por hacer milagros con el agua. Una ciudad como Madrid, que lleva el agua en la etimología de su nombre, tenía que honrar a un santo como San Isidro. Madrid viene de 'Majerit' y este del árabe 'Mayrit' que significa «arroyo matriz, manantial».
Además, este año se conmemora el Cuarto Centenario de la canonización de San Isidro en 1622. 400 años después, el Ayuntamiento de Madrid concede su Medalla de Honor , su máximo galardón, al santo más castizo, popular y querido por los madrileños: el pocero, zahorí y labrador que convirtió el mes de mayo en Madrid en sinónimo de fiesta para todos. Cultura es cultivo y el labrador Isidro cultivaba el campo. La relación entre la cultura y nuestra ciudad es centenaria.
Es primavera y primavera en Madrid es sinónimo de San Isidro y de fiesta. Nos vemos estos días en la verbena del patrón.
Andrea Levy es concejal delegada del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid.
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