Consumo
Así actuaba el comerciante que congelaba y descongelaba el género en Usera
La mayoría de los productos perecederos carecían de etiquetado y los que lo tenían llevaban hasta dos años caducados
Seiscientos sesenta kilos de pescado, carne y marisco en pésimo estado de conservación. Todo ese género, parte del cual estaba expuesto para su venta, fue decomisado por la Policía Municipal en un supermercado regentado por un comerciante oriental, situado en el distrito de Usera.
La mayoría de los alimentos , de dudosa procedencia, carecían del correspondiente etiquetado y los que lo tenían, llevaban hasta dos años con la fecha de caducidad sobrepasada.
El encargado del negocio, que se enfrenta a la comisión de un presunto delito contra la seguridad alimentaria , explicó a los agentes que él sacaba el género «durante un periodo indeterminado de tiempo» y que si no le daba salida y comenzaba a deteriorarse, lo congelaba para volver a repetir la operación una y otra vez. Así lo indicó a ABC una portavoz del Cuerpo.
El asunto se descubrió el pasado miércoles durante una de las inspecciones rutinarias que realizan los agentes del área de consumo. Estos, en vista de la situación, decomisaron en el establecimiento, situado en el número 5 de la calle de Nicolás Sánchez, toda esa mercancía.
La que no estaba expuesta al público estaba almacenada en grandes congeladores. Por si no fuera suficiente, la Policía Municipal halló también carne (la mayoría, aves) descongelándose en varios cajones, a temperatura ambiente, sin ningún tipo de refrigeración. Otros alimentos estaban en bolsas sobre el suelo . Lo mismo sucedía con otros productos, como mariscos y crustáceos, apelmazados entre el hielo acumulado, a causa de la reiterada ruptura de la cadena del frío. Entre los pescados había percas de más de cinco kilos cada una.
«Grave riesgo»
Los agentes intervinieron y precintaron el género , repartido en tres arcones , debido al «grave riesgo» que la comercialización de estos productos representa para la salud de los ciudadanos.
Además, el establecimiento también vendía decenas de botellas de alcohol de alta graduación sin el precinto de las bebidas sujetas a impuestos especiales y el de sanidad.
La mercancía fue puesta a disposición de los técnicos de Sanidad y Consumo , a la espera de su valoración e informe. El supermercado, sigue abierto al público aunque ya no vende productos frescos.
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