El accidente mortal de Móstoles fue provocado por familiares de las víctimas
La Guardia Civil continúa la búsqueda de los dos fugados que presuntamente persiguieron y embistieron al vehículo
Antes de morir, Pilar fue a buscar a sus hijas a casa de sus suegros en Navalcarnero . Acompañada de su cuñado, Raúl, se enzarzaron en una fuerte discusión con su expareja y la familia política, que se negaban a entregar a las dos pequeñas. Aún así, lograron meterlas en el coche, un Seat León, y se apresuraron a enfilar la carretera para huir de la pelea, pero nunca llegaron a su destino, Móstoles . Dos allegados les persiguieron , también en un Seat León, hasta embestir su vehículo y arrojarlo al arcén. Solo una de las menores sobrevivió al impacto.
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Lo que en un principio parecía ser un accidente de tráfico podría ser el trágico desenlace de una disputa entre clanes familiares. La colisión, alrededor de las 1.30 horas de la madrugada, se produjo a la altura del kilómetro 20 de la antigua carretera de Extremadura . Algunos vecinos del municipio de Móstoles escucharon el estruendo y acudieron al lugar, guiados por la columna de humo que despedían los vehículos siniestrados. En mitad de la noche, vieron a dos personas abandonar uno de ellos y huir a la carrera por la A-5 en dirección a Navalcarnero.
Presunto homicidio
A la mañana siguiente, la Guardia Civil , que investiga lo ocurrido como un presunto delito de homicidio , aseguró que encontrarían a los fugados «en cuestión de horas», pero dos días después ambos continúan en paradero desconocido. Con todo, la matrícula del vehículo que dejaron atrás ha permitido al Grupo de Información de la Agrupación de Tráfico (GIAT) y a la Policía Judicial de la Guardia Civil identificarlos. Aunque el Instituto Armado no ha revelado su identidad, son familiares de las víctimas .
Mientras la intensa búsqueda continúa en marcha, una familia ha despedido a tres de sus miembros. Según las primeras pesquisas, el choque entre los vehículos no fue frontal, sino lateral, lo que refuerza la hipótesis de que los fugados persiguieron al Seat y lo expulsaron de la vía, de un carril por sentido. El coche arrasó con una farola y chocó contra un árbol a gran velocidad . Fue un taxista quien dio el aviso a los servicios de emergencias, a las 1.48 horas, pero era demasiado tarde.
El vehículo de los supuestos perseguidores, vacío, descansaba volcado a varias decenas de metros de su presa. Atrapados en su interior yacían muertos Raúl, de 30 años, Pilar, de edad similar, y una de sus hijas. Cuando llegaron los efectivos de emergencias, junto a una dotación de Guardia Civil, Policía Local y Policía Nacional, los sanitarios del Summa 112 de la Comunidad de Madrid solo pudieron confirmar su fallecimiento por severas contusiones .
La única superviviente , la otra hija de Pilar, de 12 años, estaba herida de gravedad. El cuerpo de bomberos de Móstoles desplegó un complejo operativo para rescatar a los cuerpos y a la pequeña del amasijo de metal. Con sendos tobillos y la tibia fracturados, la menor fue trasladada en una UVI móvil al Hospital 12 de Octubre , donde ingresó con pronóstico grave . Los familiares no han querido dar más detalles sobre su estado, pero la Guardia Civil ya informó el lunes que, pese a la gravedad de sus heridas, no se teme por su vida.
Después del accidente, los cuerpos de su tío, su madre y su hermana fueron trasladados al Instituto Anatómico Forens e , donde sus allegados confirmaron el lunes por la mañana que pertenecían al mismo núcleo familiar. Los sanitarios del Summa 112 lo dedujeron desde el principio, pero las dos fallecidas carecían de documentación, por lo que supusieron que eran dos padres y sus dos hijas.
Esa misma tarde, el clan que ha sufrido la pérdida se concentró a las puertas de una de sus viviendas, en el barrio de Palomeras Sureste ( Puente de Vallecas ), para condenar el terrible suceso. Ayer, los restos de Raúl, Pilar y su hija fueron llevados al tanatorio de Móstoles para ser velados por sus seres queridos, que reconocieron estar «rotos» por la tragedia.