Tribunales
Trata de degollarse después de ser condenado a diez años de prisión
El acusado intentar matar a su exnovia en O Porriño se lesionó con una cuchilla
El joven acusado de intentar acabar con la vida de su exnovia disparándole con una escopeta en O Porriño fue condenado ayer a diez años de prisión en el juicio celebrado en la Audiencia de Pontevedra. Durante toda la mañana, el procesado se mostró abatido y sollozante ante las intervenciones tanto de la juez como de las partes. Delante de ellos pidió perdón a su expareja y reconoció todos los hechos que se le imputaban, incluidas las graves amenazas con las que trató de aterrorizarla a través de las redes sociales. Al término del juicio, el joven —que responde a las iniciales J. F. V.— cogió una cuchilla que ocultaba bajo la manga y se autolesionó en el cuello y en los brazos, en un intento por degollarse.
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En ese momento, ya finalizada la sesión, solo se encontraban en la sala la magistrada de la sección cuarta de la Audiencia, el fiscal, el abogado defensor, los agentes judiciales y agentes de la Policía Nacional que custodiaban al acusado. El hombre, que perdió el conocimiento durante unos minutos, fue atendido por los sanitarios en el interior de la sala y, una hora más tarde, pudo abandonar las instalaciones por su propio pie y regresar a prisión.
«Voy a ser tu enemigo»
Durante la sesión de ayer quedó probado que el acusado empezó una campaña de acoso contra su exnovia tras una ruptura sentimental que no aceptó. Para atemorizarla le escribía mensajes como «tic tac tic tac empieza la cuenta atrás» , «voy a ser tu peor enemigo» o «la pesadilla acaba de comenzar, yo no tengo nada que perder porque ya lo perdí todo». Además, colgó en su Facebook vídeos en los que se explicaba cómo limpiar una escopeta , que acompañó de comentarios del tipo «probando, probando, estamos probando». En esos mismos días, el condenado adquirió en el mercado negro una escopeta semiautomática que había sido utilizada en un atraco a una vivienda. Armado con ella se apostó en el portal de la víctima a esperar su salida para dirigirse al trabajo.
En esa posición fue sorprendido por los agentes de Policía a los que alertó la madre de la joven, que descubrió antes de tiempo una nota que el acusado había mandado a su expareja narrándole lo que iba a hacer. Según el fiscal del caso, el hombre había previsto «aprovechar la sorpresa, la capacidad letal del arma y su fácil y rápido uso para matar a su víctima y después poner fin a su propia vida». Además de los diez años de prisión, el joven no podrá aproximarse a su expareja , su domicilio, lugar de trabajo, de estudios o cualquier otro frecuentado por ella a una distancia inferior a 500 metros, así como tampoco comunicarse con ella durante doce años a contar tras su salida de cárcel.