Hostelería
De Soles a 'Soletes', los locales más amigables, y asequibles, de Galicia
La Guía Repsol crea un listado de restaurantes, cafeterías, heladerías y terrazas emblemáticas que «a menudo no salen en las guías de viaje»
Se actualizará cada cuatro meses para saciar el apetito de quien busque nuevas tendencias
Cuando hablamos de los Soles gastronómicos, qué duda cabe de que hablamos de calidad. No obstante, también hablamos de precio. Y a veces, es necesario algo menos 'high class' y más asequible para cualquier momento y bolsillo . Nacen así los 'soletes' Repsol , que aúnan bares, cafeterías, heladerías, terrazas, restaurantes con encanto y hasta chiringuitos que, según la guía, tienen un 'no se qué' capaz de sacar una sonrisa a cualquiera.
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«Un Solete es un lugar que seduce por su propuesta apetecible y asequible, que recomendarías a un amigo porque sabes que no fallan», explica la Guía Repsol en un comunicado. Salen el 29 de junio a la luz y hay 63 en toda Galicia.
«Existen establecimientos de hostelería que están haciendo las cosas bien, donde el precio es bastante ajustado, la cocina es noble y correcta y el producto es de calidad, y la mayoría de esos no se conocen más que de rebote», lamenta Jose Luis Tapanegra, del restaurante Umami de Orense, uno de los galardonados. «Es muy importante ponernos en el mapa».
Variedad y personalidad
La iniciativa incluye 1.000 locales de toda España elegidos por un equipo de expertos en gastronomía. Los criterios a seguir para seleccionar los soletes son diversos: el 'fast good' , o la tendencia por la comida rápida pero honesta y saludable; los locales con encanto y buena decoración, la calidad de la comida, el entorno en el que están situados... la filosofía es reunir «un solete para cada momento del día».
Así, se pueden encontrar restaurantes originales, desde la comida del Umami, «con cocina a la vista» y «la brasa como hilo conductor», hasta el restaurante Ancoradoiro, donde crían el marisco en su propia cetárea y ofrecen terraza a pie de playa en la ría de Muros. Pero también hay espacios más informales, para tomar un helado artesanal en el Bico de Xeado de La Coruña, el pastel de media tarde del Sémola, en Vigo, o el 'Poke' para cenar del Carrilana de Santiago, acompañados de alguna actuación en directo.
«Tuvimos éxito por mezclar lo innovador con la artesanía y la tradición », cuenta Estefanía Francos desde la pastelería Sémola. «Los turistas nos descubren por la comida y porque es un sitio curioso, tenemos un diseño particular. Contamos con la colaboración de fotógrafos, artistas, diseñadores gráficos, a la hora de hacer márketing» explica esta emprendedora, galardonada con otros premios a nivel nacional, «que ayudan a seguir en la misma línea, algo que requiere mucho esfuerzo, sobre todo para el comercio pequeño y artesano ».
También galardonado, pero muy diferente al Sémola, es la Taberna de Marcos , de Lugo, donde llevan 40 años ofreciendo comida de calidad sin preocuparse por el diseño, porque «las paredes no venden», explica la dueña, Pilar Mundiña. «Nos conocen todos en Lugo, y viene gente de distintas partes de España y del extranjero. Nunca hicimos publicidad », afirma orgullosa.
Restaurantes como La Taberna de Marcos cumplen con la idea que expone María Ritter, directora de Guía Repsol, cuando habla de que «es también una oportunidad para poner en valor esos lugares emblemáticos que todos tenemos en nuestros barrios y pueblos , pero que a menudo no aparecen en las guías gastronómicas y de viaje».
Precio y entorno
Esta iniciativa se actualiza cada cuatro meses , por lo que pretende generar «dinamismo, que se adapta a las ganas de la gente por probar y descubrir todo lo que es tendencia », explican desde Repsol. Y es que en los soletes se recogen proyectos con experiencia, como La Casa de Marcos, que lleva 40 años en el ruedo, pero también locales muy jóvenes, como el que desde 2016 incorporaron en Fisterra Aroa Castiñeira y su hermana, el Calma Chicha , justo al terminar la carrera. « En su momento marcamos la diferencia, porque aquí no había nada. Todos esperaban un chiringuito de playa, pero le hemos dado una vuelta. Hemos metido platos propios, coctelería y conciertos en directo» explica Castiñeira.
Uno de los pilares de su local es el precio accesible para la gente del pueblo, porque « no por estar en una ubicación como esta tiene que ser caro. No hace falta dejarse el sueldo del mes por venir un día a disfrutar de la playa», confirma. Y cumplen con creces los requisitos de la Guía Repsol, porque según afirman, el reconocimiento tiene una « clara vocación popular , para que siempre se encuentre una opción apta para cualquier bolsillo».