Galicia

Sin trabajo por el recorte en las frecuencias del tren

El ferrocarril entre Ferrol y Ribadeo se ha quedado con un único servicio diario tras la pandemia y complica la movilidad en una zona con déficits de transporte público

Apeadero de Loiba, en Ortigueira, en el que Hilda Rivera se subía al tren para ir a trabajar MIGUEL MUÑIZ

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Hilda Rivera ya no puede coger el tren. Vecina de la parroquia de Loiba, en Ortigueira, desde hacía unos 20 años se dedicaba a cuidar personas mayores en los municipios del entorno. Hasta que comenzó la pandemia del coronavirus se desplazaba a diario a Viveiro para acudir al trabajo. Pero con las restricciones de movilidad, Renfe recortó en un 75% el servicio del ferrocarril de vía estrecha entre Ferrol y Ribadeo e Hilda se quedó sin empleo. Sin autobús alternativo y sin carné de conducir fue imposible mantenerlo.

Inaugurada en su totalidad en 1972, la línea entre Ferrol y Oviedo lleva años deteriorándose. Pero la aparición del coronavirus la ha dejado en mínimos. Antes de las pandemia había cuatro servicios de ida y vuelta al día entre las dos ciudades y en algunos tramos intermedios se incluían más frecuencias. Desde marzo de 2020 sólo queda un tren por sentido. Hasta hace un año, Hilda Rivera se subía en el apeadero de Loiba de lunes a sábado sobre la una del mediodía para llegar a Viveiro y cubrir el turno de tarde. Regresaba a su casa por la noche. Pero ahora sólo podría coger el tren que sale de Ferrol a las 8.20 de la mañana para apearse a las 10.30. Tendría que esperar horas antes de incorporarse al trabajo y lo peor, de tarde no habría ninguna opción para regresar a su casa. A sus 62 años lleva mal la falta de actividad. «Sin coche no se puede ir a ningún lado, es una depresión. Yo estaba acostumbrada a ir al trabajo y me despejaba», explica la vecina de Loiba, quien lamenta no poder seguir atendiendo a la persona que cuidaba. «Llevaba tres años con él y le coges cariño», admite con tristeza.

Desde hace algún tiempo CCOO reclama que se repongan los servicios perdidos. «Están catalogados como obligaciones de servicio público con lo que Renfe recibe subvenciones por ellos», explica Gregorio Bermejo, coordinador del sector ferroviario del sindicato en Galicia. Aunque la empresa pública ha incrementado ya frecuencias perdidas en otras líneas, el tren entre Ferrol y Ribadeo sigue a la espera. «Lo que nos dice Renfe es que se van a ir reponiendo según la demanda, pero si no hay servicios la gente no viene», explica Bermejo. Es un círculo vicioso . Nadie va a coger un tren si luego no puede regresar y si no hay viajeros no se aumentan las frecuencias. En el año 2010 la situación era distinta. Hilda Rivera recuerda que había bastantes frecuencias y el tren iba lleno de trabajadores que se desplazaban, por ejemplo, hacia el hospital de Burela.

«El servicio se va deteriorando y luego dicen que no hay demanda», lamenta también Fernando Suárez, alcalde de Ribadeo. El regidor del municipio limítrofe con Asturias denuncia las malas conexiones de A Mariña . «Somos la comaraca más potente de Lugo, con 80.000 habitantes tenemos desde los años 40 un elemento que podría ser verebrador y más que un tren de media distancia es un tren pintoresco, en el que sabes cuándo vas a ir pero no cuando vas a volver, que se puede estropear... Llevamos años reclamando mejoras sin que nadie nos haga caso», denuncia.

Pérdida definitiva

CCOO teme que con la excusa del Covid ya no se vuelvan a reponer las frecuencias perdidas. « Se suprimen servicios y al final quedan abocados al cierre , se aprovecha la pandemia para dejarlo rematado al máximo», denuncia Gregorio Bermejo. Pero la degradación del tren de ancho métrico comenzó ya mucho antes. «Desde 2010 no ha habido más que recortes y recortes», indica el sindicalista. Los ferrocarriles empleados se estropean a menudo y hay que habilitar buses para trasladar a sus usuarios, con los consecuentes retrasos. La situación llega a ser tan surrealista que hay viajeros que aún queriendo pagar el billete no pueden. «Hay poco personal y los trenes van sin interventores, en algunas paradas hay máquinas para vender los billetes pero en otras no y nadie les cobra», explica Bermejo. « El 90% de los apeaderos están sin ellas », indica. CCOO denuncia que una de las causas de la reducción de servicios es precisamente la falta de personal. Durante la época de austeridad que trajo la crisis económica de 2008, no se cubrían las jubilaciones. CCOO ha elaborado un informe que indica que en los últimos 10 años se han reducido unos 3.000 puestos de trabajo en el sector ferroviario en Galicia.

La pérdida del tren de media distancia no ha sido sustituida con una mayor frecuencia de autobuses dejando a la comarca de A Mariña huérfana de transportes públicos. «Mi hija se ha ido a estudiar a la Universidade de Santiago de Compostela este año», explica el regidor de Viveiro. «La situación de los buses es terrible también y puede volver a casa gracias al Bla Bla Car, el elemento revolucionario es la autogestión porque no hay un servicio público», indica Suárez. El alcalde mira con envidia al País Vasco donde han sido capaces de convertir el antiguo Feve en un «cercanías auténtico».

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