Selectividad 2020

Una selectividad marcada por el coronavirus

Las pruebas de acceso a la universidad comienzan este martes, con gran cautela y respeto por las medidas de seguridad

Alumnos durante una de las pruebas de Evau, en Santiago de Compostela MIGUEL MUÑIZ

Elena Carrera/Ántar Vidal

Es algo que ocurre todos los años: las pruebas de acceso a la universidad dan mucho de qué hablar los días anteriores a su celebración, crean «trending topics» en Twitter y llenan los telediarios. En cierta medida, miles de alumnos de toda Galicia están jugándose su futuro laboral. Pero la crisis sanitaria causada por el Covid-19 dio la vuelta a todos los planes previstos para estos últimos tres meses de pandemia, y la clásica Selectividad de todos los inicios de verano no fue una excepción.

El primer gran cambio con respecto a ediciones pasadas fueron las fechas. Las pruebas de este año se retrasaron varias semanas con respecto al calendario habitual, siendo este martes, miércoles y jueves del ya más que comenzado julio en lugar de la segunda o tercera semana del pasado junio. Este cambio podría entenderse como algo positivo al proporcionar más tiempo para estudios y repasos, pero la mayoría de los alumnos no lo entendieron como tal. «Nos dieron las notas a principios de junio, así que todo el calendario se ha retrasado, no solo las fechas de la Evau » comentó Heloísa, una estudiante del I.E.S. Elviña. «Hemos tenido un tiempo similar entre final de curso y estas pruebas, yo no veo diferencia».

El aplazamiento de estos exámenes no fue más que una consecuencia de la repentina interrupción del curso escolar . La medida fue tomada poco antes de la declaración del estado de alarma en España, y causó que el curso 2020-2021 terminase de forma accidentádamente telemática, y con unos ritmos y condiciones nunca vistos en la enseñanza de nuestro país.

Si para la mayoría de los alumnos el traslado a los métodos online fue todo un reto, para aquellos en último curso y con la Evau en mente la situación se presentó aún más compleja. Seguir el ritmo fue «más complicado» según palabras de Heloísa. «A no ser que seas autodidacta, que no es mi caso».

La Comisión Universitaria de Galicia intentó resolver este problema con un rediseño integral de todos los modelos de examen, intentando abrir las posibilidades para sortear los contenidos de una evaluación que no cuenta como las demás. Para Emma González, estudiante que se presenta por segunda vez tras haber acabado sus estudios, el examen de Historia de España que abrió la primera jornada «fue un poco más fácil» que el de la convocatoria anterior debido a esos cambios. «Es más sencillo que caiga algo que has estudiado», señala. «La situación no ha sido la misma, era lógico que el examen tampoco fuese igual» apuntó un alumno del I.E.S. Manuel Murguía coruñés. «Algunos están siendo más fáciles que otros, pero en general han bajado el nivel. Nosotros tampoco tenemos el mismo que otros cursos.»

Grandes diferencias

El ambiente no era muy distinto al de años anteriores. Dejando a un lado mascarillas y distancias, los típicos nervios a flor de piel antes de entrar a los exámenes siguieron estando presentes, así como las efusivas y animadas conversaciones a la hora de salir. Los alumnos quisieron compartir impresiones sobre esas pruebas que llevaban casi diez meses preparando , aunque fuese a metro y medio de distancia.

Atrás quedan las imágenes de marabuntas de adolescentes y aulas atestadas . La Evau gallega ha estado controlada con precintos y marcas de recorrido predeterminado para evitar la acumulación de estudiantes, así como constantes recordatorios del uso obligatorio de mascarillas y respeto de las distancias. Entre exámenes los jóvenes han esperado fuera mientras se desinfectaban todas las instalaciones —detalle que, gracias al buen tiempo de la jornada, no ha sido difícil de respetar—.

Tanto en el campus de Elviña en La Coruña como en el de Pontevedra de la UVigo, todos los alumnos se mostraron concienciados con la excepcional situación que están viviendo . Usaron geles hidroalcohólicos y no muchos prescindieron de la mascarilla, incluso en los momentos de descanso ya en el exterior. «Este año en el aula sólo éramos unas 15 personas», informa Emma, recordando que en su primera convocatoria eran unas cuantas decenas más. Aunque pueda parecer sorprendente, sí está permitido quitarse la mascarilla durante el examen

Todos los estudiantes destacan la «gran organización» de las medidas , para sorpresa de unos cuantos que no se esperaban el cumplimiento tan exigente contando con la gran cantidad de personas que iban a acumularse en los centros. El metro y medio de seguridad se aseguró con mesas preasignadas para cada alumno, dejando ver una planificación «muy estricta» según alumnos coruñeses que se examinaron en una de las facultades habilitadas.

Los espacios de examen han visto severas reducciones en una de las pruebas de acceso más concurridas de los últimos años . Hasta 3.000 alumnos más que el año anterior han acudido a las pruebas de estos días, algo fácilmente explicable debido a la restricción de suspensos y la situación inédita de una tercera evaluación casi inexistente.

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