Agenda gallega de reclamaciones

Rueda recuerda que se negocia entre Gobiernos y rebaja el papel del BNG

Avanza que la Xunta pedirá que se convoque «de inmediato» la comisión mixta para abordar todas las demandas

Rueda, en el Parlamento, en una imagen de archivo EFE
Pablo Pazos

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El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda , aprovechó su comparecencia de este martes en el Parlamento autonómico, a petición propia, para dejar constancia ante todos los grupos de una idea que ya enarboló en su reciente entrevista con ABC: « Quienes negocian y llegan a acuerdos no son los partidos políticos, son los Gobiernos ». Una observación pertinente para enmarcar una intervención en la que no solo reclamó el respaldo de toda la Cámara a las reivindicaciones al Estado que mantiene activadas San Caetano, y que solicitarán que se aborden a la mayor brevedad posible en la comisión mixta con el Ejecutivo central; sino también para arrojar un jarro de agua fríasobre las ínfulas del BNG a raíz de su acuerdo con el PSOE para investir a Pedro Sánchez, y los acuerdos plasmados en un documento que Rueda puso en tela de juicio, ante la sospecha de que son más «humo» que realidad, visto que, «desde el primer día, empezó a ser cuestionado».

Al inicio de las más de 2 horas y 40 minutos que duró la comparecencia, réplicas incluidas, Rueda esquematizó su alocución en dos grandes ejes: de un lado, sintetizar las «demandas» de la Xunta al gabinete Sánchez, que considera que «son justas» y que «Galicia necesita; la mayoría, urgentemente», comprendidas en la ya conocida como «agenda gallega»; y por otro, dejar constancia de que también se llamará a la puerta de La Moncloa con las transferencias pendientes bajo el brazo , ahora que, aparentemente, «el Gobierno vuelve a abrir la posibilidad» de abordarlas. «Veremos realmente si pasa», remarcó Rueda, escéptico en todo momento con el «interlocutor» que está «enfrente», habida cuenta de que sobrevuela la duda de si es «autónomo e imparcial». No en vano, recordó el número dos de la Xunta, para «ser investido tuvo que aceptar muchos compromisos, hipotecas». «Concesiones» que, advirtió, «no podrán ser a costa de Galicia».

Para la Comunidad, tras año y medio de parálisis, todo importa, pero dos cuestiones resultan de la máxima prioridad: cobrar la deuda de 370 millones de euros y que se transfiera la titularidad de la AP-9. Sobre el gran caballo de batalla, el impago del Estado, fue una vez más prudente Rueda con la opción de los tribunales. Cauto, recordó que «tenemos todas las vías abiertas, porque no hay más remedio», pero también envió un recado a Madrid: «Llega un momento en que tendremos que decir basta ». La templanza se agota en San Caetano porque las demandas desatendidas se acumulan: AVE y otras infraestructuras, estatuto de las empresas electrointensivas, futuro de As Pontes, Xacobeo, reforma de la ley de costas y un largo etcétera.

Como avanzó Rueda, la Xunta va a solicitar al Gobierno central «de inmediato» que la comisión mixta se reúna para sentarse a hablar. El vicepresidente repitió en más de una ocasión que, cuando sean convocados, acudirán «con la máxima lealtad», sí, pero al mismo tiempo «con la máxima firmeza». Punto en el que puso en valor que es la Xunta, en tanto representante de los gallegos, la que eventualmente cerrará acuerdos con el Estado. « Entre Gobiernos no se permiten niveles de vaguedad e inconcreción », envió una andanada al pacto entre PSOE y BNG.

Insistió por ese flanco Rueda, haciendo hincapié en que ese documento «olvida aspectos muy relevantes, fundamentales» para Galicia, con «silencios clamorosos», en contraste con los 25 puntos de la agenda de la Xunta, que aprietan al Gobierno para que no pase por alto ninguna cuestión de relevancia para la Comunidad. Salvo en el caso de la AP-9, donde después los socialistas se han dedicado a enviar mensajes que rebajan las expectativas, el dirigente autonómico resaltó que el acuerdo del que tanto «presumió» el Bloque brilla más por sus omisiones. «Hay que tener una agenda clara y concreta», censuró Rueda. « Vamos a ser mucho más ambiciosos y a pedir mucha más concreción », amplió. El Bloque se revolvió por boca de Xosé Luís Bará: «Mire que les escuece. Le recomendaría una terapia de polvos de talco, buena para picores».

Debate embarrado

El tono anticipó el discurrir del turno de réplicas, embarrado con alusiones al pin parental, Vox y hasta FAES. Con Luca Chao (Común da Esquerda) tachando de «cartitas amorosas» las misivas remitidas por Feijóo a todos los ministros, PSOE y BNG discrepando sobre reclamar la deuda en los tribunales y los diputados de Podemos contradiciendo a sus socios socialistas. Llegó un punto en que si Rueda no perdió la paciencia, estuvo cerca: «No me pueden decir (...) que tengo que poner un recurso porque no les hacen ni puñetero caso », clamó contra el Bloque. Pedro Puy (PP) reforzó la demanda de apoyo a la Xunta y recordó: «Tendremos ocasión, en el próximo Pleno, de ver quién está de qué lado».

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