«Me pusieron una pistola en el cuello y me dijeron que quietecito»

Durante la segunda sesión de juicio por el presunto secuestro de un maderero de Cambre en enero de 2014 el empresario, Abel Diéguez , ha relatado las circunstancias de su rapto. Cubierto en todo momento por un biombo que impedía el contacto visual con los ocho acusados por el delito, Diéguez ha explicado que lo metieron en el maletero del coche a punta de pistola y que en ese momento fue cuando uno de los procesados descubrió que se habían equivocado de persona . «Dijo que no era yo mientras me estaban arrastrando» , ha asegurado.

Durante el trayecto al primero de los zulos, la víctima ha relatado que consiguió abrir el maletero del vehículo en dos ocasiones . «Uno de ellos me puso la pistola en el cuello y me dijo que quietecito», ha explicado a preguntas de la fiscal. «Cerró el maletero muy fuerte y me hizo daño en las rodillas», ha descrito. Acerca de las condiciones del secuestro, Diéguez ha matizado que la primera noche la pasó en una cabaña sobre paja y barro aguantando «el frío, la lluvia y el granizo» . En el segundo de los zulos donde supuestamente lo retuvieron «dormía al lado del cubo con mis excrementos» .

El maderero ha recordado que durante su secuestro contó la participación de ocho personas, dos de ellas mujeres. «Me dijeron que era una deuda por drogas y yo me aterrorice» , ha relatado. Diéguez también ha explicado que uno de los acusados fingió su acento y que en un momento llegaron a decirle que le iban «a pegar dos tiros» .

Por su parte, los dueños de la cabaña donde estuvo seis días retenido han declarado que ellos no estaban al tanto de que el hombre estaba secuestrado y que pensaban que estaba allí pasando unos días «por un problema con su mujer».