El proyecto de Rozas echa a andar

Seis días después de adjudicar el proyecto aeronáutico de Rozas a la propuesta conjunta de Inaer e Indra, ambas empresas mantuvieron ayer su primera reunión con la Xunta. En ella se concretaron los compromisos que las multinacionales tendrán que asumir en base a las ofertas que hicieron para ser las elegidas por parte del Gobierno autonómico y el calendario que se deberá cumplir, tanto la firma del contrato como otros hitos que se irán sucediendo con la fabricación en este aeródromo lucense de aviones y helicópteros no tripulados para fines civiles como la lucha contra el furtivismo, la prevención y extinción de incendios, la medición de flujos turísticos o la protección del patrimonio.

El acuerdo se rubricará en abril, pues como ya avanzara el pasado lunes en ABC el director de I+D de Inaer, José Luis Saiz , el objetivo es poner en funcionamiento antes del verano este recinto, en torno al que se creará un polo industrial y tecnológico. El propio conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde , que presidió este encuentro inicial, manifestó que los 115 millones de euros (75 procedentes de ambas concesionarias y 40 más de la Xunta) «comenzarán a invertirse de inmediato», si bien el Gobierno autonómico irá aportando dicha cantidad en función del cumplimiento del cronograma previsto, que tiene en 2010 su punto de finalización.

En paralelo, la Axencia Galega de Innovación licitará este año la compra pública innovadora para equipar Rozas con tecnología relacionada con el sector . Será a través de un contrato de 20 millones de euros que constituye la segunda fase del proyecto. Se suma a los 10 millones con los que se ha remodelado el aeródromo, propiedad del Ministerio de Defensa, y cuyo estado de semiabandono ha sido enmendado para la utilidad que estrenará.

José Manuel Pérez-Pujazón , director general de Defensa y Seguridad de Indra, realizó su primera valoración después de hacerse con un proyecto, del que esperan «mucho» dado que —informa Ep— considera que el sector de los aviones no tripulados «tiene mucho futuro cuando se regule debidamente la autorización para que vuelen libremente en el espacio aéreo».

Otra de las novedades que concretaron desde Indra respecto al Targus (su modelo de avión que en la actualidad es opcionalmente tripulado y que en Rozas desarrollarán a no tripulado) es que si logran vender doce unidades de esta aeronave, establecerán una planta de ensamblaje en Lugo. Preguntado acerca de los empleos que generará su empresa, Pérez-Pujazón los estimó en 108 directos y en 80 subcontratados , aunque llegará hasta los 400 «generados» en todo el tejido industrial.

Saiz, por su parte, cifró en la horquilla de 150 a 200 los puestos que el desembarco de Inaer en Galicia supondrá . Ambos insistieron en que uno de sus compromisos será concentrar en la provincia de Lugo distintas unidades de planificación y desarrollo de aviones no tripulados ahora dispersas.