Vigo
Una profesora agredida por dos madres: «Si mis compañeros no se interponen, una de ellas me mata»
Los hechos tuvieron lugar el año pasado, cuando las supuestas agresoras trataron de llevarse a la hija de una de ellas a pesar de no tener autorización para hacerlo por estar en trámites de divorcio
Los casos de padres que reprochan o piden explicaciones a los profesores por haber abroncado a sus hijos se han multiplicado exponencialmente en los últimos años. En algunas ocasiones, la actitud desafiante con la que los progenitores acuden provoca enfrentamientos o incluso ataques a los docentes.
Fue el caso, aunque por razones algo distintas, de una profesora supuestamente agredida por dos madres el 14 de febrero del pasado año en un centro escolar de Valadares (Vigo). Ambas acudieron para recoger a la hija de una de ellas, pero al no contar con autorización para hacerlo –la mujer estaba en trámites de divorcio y el juez aún no había emitido sentencia en relación a la custodia y el régimen de visitas–, la profesora se interpuso para impedirles el paso al recinto. En ese momento las dos comenzaron a increparle, llegando la amiga a propinarle varios puñetazos en la cara y el cuello.
Varios compañeros salieron entonces a defender a la víctima y, en medio de ese revuelo, la madre divorciada se coló en el centro, «empujando» y «dando pisotones a unos niños que estaban aterrorizados» mientras gritaba el nombre de su hija de siete años, según declaró la docente agredida en la vista por los hechos que arrancó este lunes en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo. «Si mis compañeros no salen a protegerme, una de ellas me mata. Decían que me iban a arrancar la cabeza del cuerpo», declaró, asegurando que aún hoy, un año después, todavía tenía miedo de ir al colegio.
Por su parte, las dos madres alegaron un caso de «discriminación y racismo» –la divorciada es brasileña–, según informa «La Voz de Galicia» . Mientras que esta última negó cualquier extremo y afirmó que ella solo «gritó» por su hija, la amiga, que afronta casi tres años de cárcel por un delito de lesiones leves y otro de atentado, se declaró inocente y puso en duda que la profesora necesitase emplear un cabestrillo tras las agresiones.
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