Piden tres años y medio de cárcel por romperle un diente a un árbitro de veteranos
Un jugador del equipo de Abadín (Lugo) agredió al colegiado en 2014 tras haberle sancionado con una tarjeta amarilla
No importa que sea en una categoría profesional o amateur. Las agresiones en los campos de fútbol no entienden de divisiones. Como muestra, el partido celebrado en enero de 2014 en Abadín (Lugo), entre los equipos del Montouto y el Lambruxos de Sarria , dos conjuntos de la liga de veteranos que debían enfrentarse en el cancha sin que la jornada deportiva diera más de sí.
Pero hubo algo más que jugadas y goles. Según relata el escrito de la fiscal, en un momento dado del encuentro, uno de los jugadores del Montouto recibió una tarjeta amarilla impuesta por el árbitro, J. F. P. ¿Cuál fue su reacción? Propinarle al colegiado un «fuerte puñetazo» en la boca que dejó maltrecho uno de sus incisivos, extraído días después.
Ahora, las «secuelas» de la agresión, por la cual el árbitro tuvo que esperar siete días a su completa curación, se dirimirán en el juzgado. El Ministerio Público cree que los hechos ocurridos en Abadín son constitutivos de un delito de lesiones, e impone al jugador una pena de tres años y seis meses de prisión, además del pago de 2.500 euros por las lesiones causadas y de los costes (267 euros) que la atención a J. F. P. acarreó al Sergas, el sistema sanitario gallego.
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