REACCIONES A LOS PGE
Órdago de En Marea a Sánchez: o sube las inversiones o no respaldará los PGE
Los rupturistas exigen un diálogo «bilateral» y un pacto que cumpla las propuestas de su agenda del «cambio»
El presidente de la Xunta alza la voz por unas cuentas que «no responden a las expectativas mínimas»
El Gobierno de Pedro Sánchez va a tener que batallar en la mesa de negociación para sacar adelante sus primeros Presupuestos Generales del Estado (PGE), incluso con partidos que a priori no amenazaban con dificultarle el trámite. En Marea se convirtió ayer en uno de ellos. El recorte del 19% en las inversiones previstas para Galicia —el desembolso más bajo desde el año 2002— ha originado un brote de indignación en las filas del rupturismo, que no ha dudado en lanzar su órdago a un Gobierno necesitado de apoyos: o el incremento de las partidas se acerca al 18% medio, o los cinco diputados de la confluencia votarán en contra de los PGE en el Congreso.
En Marea no escatimó en epítetos negativos contra las cuentas: «inasumibles», «insultantes», «un agravio», «un maltrato ciudadano», «un despropósito» . En esos términos se expresaron ayer los dirigentes del partido instrumental, protagonistas por primera vez en muchas semanas más por su acción política que por sus continuos problemas internos. De hecho, con este nuevo giro de guion, En Marea también trata de reivindicar su utilidad con fuerza «gallega» en Madrid y subrayar así su autonomía respecto a Unidos-Podemos: su grupo en el Congreso, y al mismo tiempo, el partido con el que Sánchez trazó las líneas maestras de los Presupuestos.
«Decimos a Sánchez: así no. Estamos muy lejos de dar la aprobación a estos PGE. La agenda gallega está paralizada y si no se negocia no daremos un sí» , advirtió desde Madrid la diputada del partido, Yolanda Díaz. Acto seguido, el líder de la formación, Luís Villares, reclamó desde el Parlamento autonómico la apertura de una negociación «bilateral» con La Moncloa para hacer efectivos algunos de los asuntos que habían puesto encima de la mesa en los últimos meses. Por ejemplo, durante una reunión con la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet.
La agenda de En Marea
A aquel encuentro En Marea acudió con una «Agenda gallega del cambio» que, ahora, recobra protagonismo para intentar negociar el apoyo a las cuentas. Según Villares, se trata de un «contrato político» alrededor del cual ha de resultar un pacto con el Gobierno «expreso, explícito y por escrito» . De lo contrario, los rupturistas dirán «no» a las cuentas.
ABC ha podido acceder al documento de «líneas de trabajo» presentado entonces, del que resultan hasta medio centenar de propuestas. Entre las más destacadas, se encuentran una ampliación de los Fondos de Compensación Interterritorial (los PGE incluyen un recorte del 1,1% para Galicia), una mayor implicación en el saneamiento de las rías, la devolución del Pazo de Meirás, la conclusión en plazo de las obras del AVE o la transferencia de la AP-9 a la Comunidad . Además, plantean reactivar la comisión mixta de traspasos para conseguir las cesiones «pendientes» de las competencias en la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social, en Tráfico y Seguridad Vial, en la sanidad Penitenciaria, en Puertos de interés general del Estado, en Salvamento Marítimo o en la autopista entre Santiago y Dozón (AP-53).
Villares, sin embargo, hizo ayer hincapié en la necesidad de ejecutar las partidas recogidas en anteriores PGE para las electrointensivas (150 millones) y en aumentar los fondos para este año (31), a fin de garantizar la continuidad de empresas como Alcoa.
En cuanto al ferrocarril, el líder de En Marea denunció que el AVE no «suple» las necesidades de comunicación interna de los gallegos y clamó contra la «ausencia total» de proyectos de cercanías , como en el entorno del área metropolitana de La Coruña, en la línea Lugo-Orense, o en el Feve que circula por la cornisa del Norte. Inversiones a las que los rupturistas suman también la condonación de la deuda del Puerto de La Coruña o la conexión ferroviaria con el Puerto Exterior.
Teniendo en cuenta esa larga lista, surge una pregunta: ¿Cuánto dinero tendría que destinar el Gobierno para arrancar el apoyo de En Marea? El líder de la confluencia, de momento, no da una cifra exacta, declaró ayer que la inversión «tendría que ser equiparable» al 18% que cifran como incremento medio de los fondos en el resto de las autonomías.
Los demás partidos
Pese a todo, la irritación con que ayer fueron valorados los Presupuestos no fue patrimonio único de En Marea. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo , recalcó que las cuentas «no responden a las expectativas mínimas» de la Comunidad ni permiten tampoco continuar «con las obras previstas» en materia ferroviaria o de autopistas.
«No existe el compromiso de AVE hacia Ferrol, no existe el compromiso del AVE de la variante de Orense, no existe el compromiso de la conexión entre Orense y Vigo», enumeró el mandatario autonómico, quien previamente en una entrevista en Onda Cero había calificado los PGE de «discriminatorios» . «No son expansivos ni sociales», agregó después, en contra del marchamo progresista que el Gobierno ha querido imprimir al proyecto.
Mientras, en el papel de defensores de Sánchez, se presentaron el PSdeG y la delegación del Gobierno. Lejos de mostrar reservas por la tijera aplicada a las infraestructuras, el secretario xeral de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero, celebró la presentación de unos presupuestos «fundamentales» para subir los salarios públicos y las prestaciones sociales y recalcó el «compromiso claro» con la llegada del AVE «en los tiempo establecidos». Con todo, el líder de PSdeG deslizó la existencia de un «margen»para el diálogo. «Todos los documentos son siempre mejorables», indicó . En la misma sintonía, Javier Losada explicó que los PGE de Sánchez se ajustan «a lo que se puede gastar» frente al «maquillaje de cuentas del PP».
Desde el nacionalismo, en cambio, ayer se anunciaron protestas. La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, avanzó la presentación de una proposición no de ley en el Parlamento autonómico para hacer visible su rechazo a los Presupuestos y al « cachondeo » de los partidos estatales con Galicia.
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