EL RUPTURISMO TRAS EL 26-M
Las mareas, divididas hasta para dimitir
Mientras que en La Coruña, Pontevedra y Lugo han dimitido las caras visibles, otros como Martiño Noriega o Jorge Suárez lucharán desde la oposición
Entre abandonar después del fracaso o intentar resurgir de las cenizas . Así se encuentran las diferentes mareas municipalistas después del rotundo fracaso que tuvieron que afrontar en las urnas el pasado 26 de mayo y tras las grandes crisis que hicieron añicos las conocidas como confluencias que tan buenos resultados cosecharon en 2015. Ese paupérrimo resultado los barrió completamente de los plenos de Lugo, Orense o Pontevedra, donde este espacio no estará representado los próximos cuatro años. También redujo su presencia radicalmente en las tres ciudades donde gobernaban en Galicia (La Coruña, Ferrol y Santiago), y se ha cobrado las primeras víctimas en forma de dimisiones durante estos últimos días.
Perdió la mitad de los ediles, lo que significa que no consiguió su objetivo, revalidar la alcaldía, y se fue. Es la historia de la dimisión más sonada en este espacio de confluencias , la del todavía alcalde en funciones de La Coruña Xulio Ferreiro . Visiblemente emocionado anunciaba que volvería a dar clases de derecho en la UDC, la universidad coruñesa. Su etapa había terminado, aunque la Marea Atlántica estará vigilante del gobierno de la socialista Inés Rey. De momento, facilitarán su investidura, ya que sus votos son necesarios para que no gobierne en María Pita la popular Beatriz Mato, que ganó por escaso margen.
Muchas otras mareas no consiguieron en la pasada legislatura gobernar, pero sí ser claves en algunos momentos y que sus propuestas se escuchasen en los consistorios. Pero las luchas internas, la bajada del espacio de las mareas y de la izquierda en general, y la subida del PSOE puso la puntilla a estos espacios en ciudades como Lugo, Orense o Pontevedra.
En Lugo la dirección de Lugonovo, afín a la marea de Luís Villares, dimitió en los últimos días por el «mal» resultado electoral. Esta confluencia ha tenido que vivir la salida de su líder y de Podemos en los últimos cuatro años. Pero resulta curioso, con todo, analizar los datos de estas candidaturas en Lugo, que se presentaron en hasta tres papeletas distintas: Podemos, ACE (Esquerda Unida) y Lugonovo. Ninguna de las tres consiguió el mínimo cinco por ciento para sacar concejal, pero su suma da más de un 10% de los votos, lo que habría provocado una presencia potente de estos grupos en el nuevo Concello. Hasta la fecha Lugonovo tenía tres concejales y ACE contaba con uno.
Otro que ha dimitido ha sido el líder de la Marea de Pontevedra, Luís Rey , que también se quedó sin representación al tener que competir frente a Podemos, contra los que cargó directamente. Les acusa de haberse presentado a las elecciones, lo que a su juicio les ha costado su presencia en el Concello pontevedrés. Estas declaraciones muestran que aún queda mucho que coser en las heridas de estos espacios, con un ojo puesto en qué tipo de propuesta presentarán para las autonómicas.
Se quedan
Dos alcaldes que sí seguirán al frente de sus respectivos proyectos políticos a pesar del trompazo electoral serán el alcalde compostelano Martiño Noriega y el regidor ferrolano Jorge Suárez. En el primer caso, según recoge la agencia Europa Press, podría ser únicamente hasta final de año, por lo que se abre la posibilidad de una transición tranquila a un nuevo líder en el seno de Compostela Aberta , formada básicamente por la Anova de Xosé Manuel Beiras y de la que Noriega también es parte capital. Esta formación se ha quedado en una especie de limbo al no sumarse ni a las mareas de Villares ni a los proyectos en separado de Podemos.
Por su parte la asamblea de CA ratificó el jueves por la noche la decisión del alcalde en funciones, que perdió la mitad de sus ediles pasando de 10 a 5 actas. Ahora ya ha comenzado el traspaso de poderes con el socialista Xosé Sánchez Bugallo , pero está por ver el sentido del voto de los rupturistas en la investidura del próximo sábado: los votos de CA no son necesarios al haber sido la lista más votada la del PSdeG. La derecha no tiene ninguna posibilidad de formar una alternativa, así que aunque no hubiese un acuerdo Bugallo-Noriega gobernaría la lista más votada automáticamente. Está por ver si el BNG puede entrar en ese Gobierno, aunque el socialista pretende que de momento sea un Gobierno en solitario, aunque no cerró la puerta a introducir a personas de Compostela Aberta en el Ejecutivo, pero siempre una vez que esté más avanzada la legislatura.
En Ferrol, Suárez quiere seguir también como concejal tras una legislatura al mando muy complicada. Sus motivos para permanecer es que considera una cuestión de «responsabilidad» continuar, y afirma que «le demandan» que se integre en un gobierno de coalición con el socialista Ángel Mato, que tiene todas las papeletas para convertirse en regidor de la ciudad departamental el próximo sábado durante el Pleno constituyente para la próxima legislatura. De esa manera el actual alcalde intenta presionar para entrar en el Gobierno, a pesar de quedarse en tres actas: antes tenía seis. El PSdeG tenía ocho. Suárez tuvo que competir en estos comicios contra la Marea de Ferrol, que solo consiguió el 2% de los votos y ningún escaño. En 2015 su candidatura ya se enfrentó a otra confluencia: Marea Ártabra, que se quedó a cinco centésimas de conseguir entrar al Pleno. El alcalde en funciones vive en sus últimos días al frente de la institución una nueva polémica , ya que firmó un complemento de productividad a dos funcionarios después de las elecciones. El ferrolano afirma que fue «un trámite que ya venía aprobado con anterioridad por el interventor». La cantidad del complemento es la máxima: 3.000 euros a percibir de forma trimestral.
Aguantando
Pablo Iglesias acudió en la campaña de las locales y europeas a Galicia, pero se saltó varias plazas importantes del rupturismo . En esa visita solo acudió a Vigo, Vilagarcía y Ferrol, olvidándose de Santiago o La Coruña, antiguos referentes «del cambio» para el partido morado. No era raro escuchar el nombre de estas dos ciudades junto al de Cádiz, Zaragoza, Madrid o Barcelona cuando se mencionaban ejemplos de gestión, pero las relaciones con estos regidores (y otros como la madrileña Carmena) han cambiado mucho a lo largo de estos últimos cuatro años.
Precisamente la Marea de Vigo, con la que celebró un mítin el secretario general, ha sido una de las que mejor ha aguantado los envites electorales . Esta marea arrancó dos concejales en un Concello casi monopolizado por el PSOE de Abel Caballero, lo que significa ‘solamente’ perder uno de sus ediles si se compara con el resultado de 2015. Hay que tener en cuenta el escenario concreto de la ciudad olívica, con un avance de los socialistas, que pasaron de 17 concejales a 21, y con el BNG volviendo a conseguir representación en este Concello. Cabe precisar que en Vigo, al igual que en Santiago o La Coruña, se consiguió presentar una única papeleta para las municipales, lo que ayudó a que no se produjese la dispersión del voto.
Noticias relacionadas