En Marea politiza el uso del gallego a una semana del Día das Letras

Acusa a la Xunta de practicar «franquismo lingüístico» en la enseñanza pública

El portavoz parlamentario de En Marea, Luís Villares, en el Parlamento MIGUEL MUÑIZ

MARIO NESPEREIRA

El discurso sobre la lengua gallega se afila en vísperas del Día das Letras. Es poco menos que una constante. Ayer, en el Parlamento autonómico, Luís Villares subió un peldaño más la crudeza de su discurso cuando acusó a la Xunta de practicar un «franquismo lingüístico» en las aulas de Galicia . El magistrado en excedencia censuró a la administración que impidiera la enseñanza de las ciencias en la lengua propia de la Comunidad y lo comparó con los algunos de los peores años de la historia del país.

Los apelativos a la dictadura sembraron las intervenciones del portavoz parlamentario de los rupturistas, que se encontró con un Feijóo igualmente severo con su papel de líder de la confluencia. Empezó Villares saludando la supervivencia del gallego «a pesar del gobierno de la Xunta» y poniendo el acento en la pérdida de un 30% de hablantes habituales. Y no se desvió de esa senda: más críticas al bajo empleo de la lengua entre la infancia, en la ciencia o en los medios de comunicación. «Es más difícil encontrar una guardería urbana que eduque en gallego que un dirigente imputado del PP de Madrid » , aseguró.

El magistrado en excedencia llegó a ironizar con una supuesta deriva autoritaria del Ejecutivo de Feijóo en esta cuestión. Aludió a que, «de tanto prohibir», a los diputados populares les iba acabar saliendo «bigote como a Franco» . En su siguiente intervención, reclamó a Feijóo que «terminara con el franquismo lingüístico al que está sometido el sistema educativo de nuestro país». Como era previsible, las repetidas menciones al dictador acaloraron el debate y las respuestas del presidente del Gobierno gallego.

Feijóo se fue atrás en el tiempo para recordar que las denuncias contra el decreto del plurilingüismo fueron rechazadas hasta en ocho ocasiones por la Justicia. «Si usted también le llama franquista al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia y al Tribunal Supremo, es su problema» , espetó al portavoz de En Marea.

La Xunta hace suyo el discurso del «bilingüismo cordial» para defender que la convivencia pacífica entre el gallego y el castellano es posible, aunque ello no impida seguir abanderando la lucha por ampliar la comunidad de gallegohablantes. Precisamente hoy se dará a conocer el nuevo convenio firmado entre la administración y el Instituto da Lingua Galega (ILG) para mejorar la introducción de la lengua entre los más jovenes. Ése era uno de los objetivos que perseguía también la Lei de Normalización Lingüística de 1983: Feijóo se sirvió de ella para atizar a las «minorías políticas» que quieren patrimonializar el debate .

Guerras absurdas

El jefe del Ejecutivo autonómico intentó trasladar que el gallego no puede ni debe ser un motivo que alimente la confrontación partidista: «La mayoría vemos el idioma como una riqueza, ustedes como un problema . Nosotros como acuerdo, ustedes como división».

La llamada sirvió para introducir una nueva pulla al frágil mando de Villares dentro de En Marea: «Si lo que quiere son guerras absurdas, mejor guerre con sus compañeros, parecen más dispuestos que yo (...) Sabemos que no lo admiten como líder de un partido porque falta constantemente a la verdad».

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