Galicia
La ley de impulso demográfico, «100% dialogada y abierta al consenso», sigue su viaje parlamentario
El PP tumba las enmiendas a la totalidad de la oposición; la conselleira Fabiola García asegura que mantienen la «mano tendida» para aprobarla por unanimidad
La ley de impulso demográfico de Galicia, pionera en España, y una de las normas estrella de esta legislatura (lo era ya de la anterior, pero hubo de aplazarse, por el adelanto electoral y la pandemia de coronavirus), inicia su tramitación parlamentaria en O Hórreo. Lo hace tras tumbar el grupo popular, apoyado en su amplia mayoría, las enmiendas a la totalidad de BNG y PSOE , que se oponen frontalmente a la ley diseñada por la Xunta para hacer frente a uno de los mayores retos que se le presentan a la Comunidad. Frente a esta oposición cerrada, «mano tendida» desde el Gobierno gallego .
Es el mensaje en el que hizo hincapié en su intervención final la conselleira de Política Social, Fabiola García, encargada de defender la norma en el hemiciclo. Ya había asegurado en su primera alocución que «seguiremos tendiéndoles la mano» a nacionalistas y socialistas, pero amplió el mensaje en las palabras con las que se cerró del debate. Un turno en el que admitió que es «lógico que no sea cien por cien la ley que le gustaría a los grupos de la Cámara, tampoco es cien por cien la ley que elaboró el Gobierno gallego» (que cambió el 44% del articulado desde que se presentó el anteproyecto hasta este martes). Pero es una ley « cien por cien dialogada, plural y abierta al consenso », defendió.
«Hubo siempre una clara voluntad de que nno fuese una ley de Gobierno, sino que fuese una ley de país», reivindicó la conselleira, tras repasar los distintos foros que hicieron sus aportaciones en un proceso «largo», buscado expresamente en San Caetano. Ahora le llega su turno a O Hórreo. « La Xunta tiene la mano tendida para conseguir un amplio consenso parlamentario », incidió, con el deseo de que la ley de impulso demográfico se apruebe «por unanimidad», si bien, admitió, «las enmiendas a la totalidad que debatimos hoy no alimentan mucho nuestras esperanzas». «Tienen mi compromiso de que, hasta el final, no dejaré de intentar conseguirlo», apostilló.
Un objetivo, recordó, que no obedece a la aritmética parlamentaria, ya garantizada, sino a la «responsabilidad», porque «para Galicia es necesaria esta ley». «Será muy complicado explicar a nuestros hijos y nietos cómo los diputados tuvieron la ocasión de aprobar una ley par abordar el principal condicionamiento para nuestro futuro y por intereses partidistas y de corto plazo no lo hicimos». De nuevo, apelación al mismo «consenso» que guió la elaboración del texto normativo: «Seguiremos con la mano tendida durante la tramitación parlamentaria. Los cálculos políticos que invitan a enrocarse en el "no" no pasarán a la historia . La ley de impulso demográfico tiene la oportunidad de hacerlo y aún estamos a tiempo», sentenció.
En su primera intervención, la titular de Política Social, que comenzó citando la advertencia de quien fue presidente de la Xunta, Manuel Fraga, sobre la gravedad del problema demográfico, ya en 1992, recordó que la norma tiene la doble función de « blindar y consolidar los avances de los últimos años » y seguir avanzando hacia una política demográfica «de consenso y de largo plazo», útil para las próximas décadas. No se trata de fijar medidas «inamovibles», sino de establecer unos «principios rectores».
Ante la «oportunidad de legislar antes que nadie» en esta materia, y seguir siendo «pioneros», Fabiola García admitió su «decepción» por las enmiendas a la totalidad de la oposición , para las que no encontró «peso específico suficiente» que justifique que se pida la devolución del texto, un proyecto «tan importante para Galicia». «Uno de esos asuntos de los que no hace tanto nadie hablaba, pero que hoy afortunadamente todo el mundo considera una de las cuestiones más importantes para el porvenir de Galicia y la Galicia del porvenir».
Oposición
Desde los dos grupos de la oposición, un rosario de críticas. Por parte del PSOE, Marina Ortega abrió fuego asegurando que el texto normativo «confirma que en el Gobierno del PP no existe compromiso ni rumbo ni medidas para hacer frente al reto demográfico. No saben qué hacer en un momento tan importante y en un contexto tan importante», atacó, «prefieren jugar a la confusión y la propaganda».
En el carrusel de epítetos que le dedicó, Ortega aseguró que la ley es «papel mojado», «una muestra de la incompetencia del Gobierno gallego», «una mezcla de generalidades, vaguedades e incongruencias, sin compromiso de financiación», «una escapada hacia delante de un Gobierno autonómico superado por la realidad», «vacía, no sirve para dar más que un titular», «ley de escaparate» , «dimensión simplemente propagandística».
Ortega aseguró que los recursos asignados a la ley solo consisten en la suma de partidas que ya existen, a nivel orzamentario, por parte de las distintas consellerías. Reclamó «coherencia» e indicó que «la ley no puede engañar a la ciudadanía». Y cerró con su receta: « Blinden la población, atraigan a la que se marchó y dejen de recortar derechos ».
La nacionalista Olalla Rodil vio a la conselleira «a la defensiva», se declaró «shockeada» por las referencias a Fraga y aseguró que le daba «pena» el rumbo del debate. De Fabiola García apuntó que «su actitud dice más de las carencias del Gobierno y de la ley, de la ley no habla nada (...), parece que les da hasta urticaria dar debate (...), igual pretenden que pase esto sin pena y sin gloria ».
Rodil coincidió con Ortega en denunciar «propaganda» y afirmó que la norma «va a servir de bien poco» y «no va a corregir los problemas de fondo estructurales que arrastra el país». Las principales andanadas se dirigieron a las «políticas natalistas que empezó Fraga en los 90» y que tildó de «fracasadas», por su «identificación perversa de demografía y natalidad», que califica de «miope, torpe y, sobre todo, ideológico». Creen en el Bloque que la ley es más bien una norma «de familia ampliada, con un concepto de familia profundamente reaccionario» , que lo reduce a aquellas con hijos menores de edad.
Rodil incidió en que « no hay que fetichizar la tasa de natalidad y fertilidad », porque entiende que son otras las variables más importantes: la migraciones, con la consiguiente pérdida de población, y el aumento de la esperanza de vida. Por ahí considera que deberían incidir las políticas demográficas.
Más mano tendida
Desde el PP, Raquel Arias felicitó a la conselleira por «traer una ley innovadora», «valiente, que pone nombre y apellidos al desafío que tenemos por delante y la necesidad de tomar medidas urgentes» de forma transversal. En línea con la conselleira, aseguró que su grupo « tendrá la mano tendida con generosidad en el trámite parlamentario para trabajar conjuntamente», por lo que insistió en que la oposición está «a tiempo» de cambiar su postura, aunque expresó sus dudas al respecto.
Arias reivindicó que esta ley no es «de un Gobierno sino para el futuro de Galicia», ante una oposición a la que « la demografía les importa poquito, más bien nada », señaladamente en el caso del PSOE, como demuestra en el Gobierno de España.
Noticias relacionadas