A juicio por cortar el cuello a su mujer enferma tras cubrir la cama con bolsas de plástico

Durante cuatro días, a partir del martes, la sección segunda de la Audiencia Provincial de La Coruña acoge el juicio por asesinato contra un hombre acusado de degollar a su mujer, enferma , a la que presuntamente seccionó la carótida, después de utilizar bolsas de plástico para cubrir la cama en la que reposaba, para no tener que seguir prestándole los cuidados que requería, según la Fiscalía, que reclama 25 años de cárcel.

De acuerdo con el escrito de la Fiscalía, el detonante se remonta al 11 de julio de 2018. Para entonces el matrimonio llevaba casi cuatro años de ida conyugal en la ciudad de La Coruña. La víctima intenta suicidarse y un médico psiquiatra aconseja su ingreso hospitalario, al considerar que sufría un episodio depresivo grave y riesgo de autolisis. En ese punto intercede el marido: prefiere que no ingrese; él se compromete a vigilarla y supervisar tratamiento a nivel ambulatorio.

Sin embargo, apenas una semana después esas palabras adquieren un giro radical. Y siniestro. «El acusado decidió acabar con su vida , menospreciando su condición de mujer y para librarse de ella por estar agobiado por las atenciones que le tenía que prestar, sin importarle la larga convivencia que habían tenido», establece el Ministerio Fiscal.

El 18 de julio de 2018, el acusado, siempre según la Fiscalía, cubre la cama en la que está tendida la víctima con bolsas de plástico y empuña «un cuchillo muy afiliado, tipo japonés de 30 cm de largo , de los cuales 18 eran de hoja alveolada de 4, 5 cm de ancho». Con esta arma blanca, «de forma sorpresiva y repentina, le cortó la rama derecha de la arteria carótida, causándole una herida de 10 cm de largo por 4 de ancho, que le provocó secundariamente un shock hipovolémico y la muerte como era su intención».

Nada pudo hacer la fallecida, debilitada por la enfermedad y la medicación que tenía prescrita, y sin capacidad de reacción ante «lo inopinado del ataque». Transcurridas casi cuatro horas del asesinato, el acusado llama al servicio de urgencias desde un teléfono móvil y explica que acaba de matar a su mujer cortándole «la yugular», por lo que fue detenido.

Previamente, había devuelto las llaves del domicilio familiar y manifestado a varias personas que la mujer había fallecido . Esta tenía tres hijos mayores de edad, pero no convivía con ellos y apenas mantenían contacto telefónico.

La Fiscalía considera que estos hechos constituyen un delito de asesinato con alevosía, con agravantes de parentesco y género, por lo que pide 25 años de prisión .