ESTUDIO CLÍNICO
Investigadores gallegos demuestran la eficacia de un corticoide a dosis altas contra el Covid
La OMS recomienda usar 6 mg de dexametasona al día, pero científicos del CHUS y del IDIS descubren que en pacientes que necesitan oxígeno es mejor incrementar la dosis
La dexametasona es un corticoide prescrito habitualmente para aliviar la inflamación y para tratar ciertos tipos de cáncer, artritis, alergias severas o asma. En los primeros compases del coronavirus , sin fármacos específicos para paliar la enfermedad, los médicos de todo el mundo empezaron a recurrir a él en los casos graves . Tras empezar a publicarse los primeros ensayos clínicos, la OMS recomendó usar dosis bajas, pero científicos gallegos han demostrado con una investigación que los pacientes que están en planta y aún no han llegado a la UCI mejoran si se incrementa la dosis. Los resultados del estudio acaban de ser publicados en el 'European Respiratory Journal', la tercera mejor revista del mundo de su área.
El ensayo fue realizado por un equipo investigador del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS) y del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS). « La finalidad del estudio era medir el efecto de dosis altas frente a dosis bajas de dexametasona en pacientes hospitalizados con un cuadro moderado o grave de Covid-19 que necesitaban oxigenoterapia», informó esta mañana el IDIS en una nota de prensa. El ensayo se ha realizado por un equipo multidisciplinar liderado por Manuel Taboada (Anestesiólogo), Nuria Rodríguez (Neumóloga), Pablo Varela (Internista), Teresa Rodríguez (Farmacéutica), y Ana Estany (Metodóloga).
Manuel Taboada recuerda que, tras la aparición del coronavirus, cientos de pacientes llegaban en estado crítico al hospital Clínico de Santiago y no se sabía muy bien cómo tratarlos. «Lo que se nos ocurrría era ponerlos boca abajo porque sabíamos que aumentaba la supervivencia en cualquier enfermedad pulmonar y darles corticoides», indica . «Al ver que en críticos los usábamos, en las plantas de hospitalización también los empezaron a usar», relata. El debate se daba porque los corticoides no están indicados para la gripe. «En Santiago, desde marzo a abril de 2020 usamos la dexametasona porque era un fármaco muy barato y veíamos que aumentaba la supervivencia», explica. Tras la aparición de un estudio británico, la OMS propuso usar este corticoide a dosis bajas, 6 mg/día, tanto en planta como en críticos. «Nosotros estábamos acostumbrados en el hospital ya a dar dosis altas en la UCI y pensamos: ¿Y si se la damos a los pacientes que están en planta, que necesitaban ya oxígeno, podremos disminuir los pacientes que bajan a críticos?» , recuerda Taboada.
Tras conseguir todos los permisos para iniciar el ensayo, los pacientes del hospital de Santiago fueron asignados aleatoriamente para recibir dosis bajas o altas de dexametasona asociado al tratamiento habitual del Covid-19. En total se incluyeron 200 personas hospitalizadas por Covid-19 , que presentaban cuadros de neumonía moderada o grave. Su edad media rondaba los 64 años. La investigación demostró que los pacientes mejoran su empeoramiento clínico (necesidad de intubación, de cuidados intensivos o muerte) a los 11 días si se les administra 20 mg/día de dexametasona en comparación con los pacientes a los que se les administran 6 mg/día. El 31,4% de los pacientes que recibieron dosis bajas sufrieron empeoramiento clínico durante su ingreso (necesidad de ventilación mecánica, necesidad de ingreso en UCI, o exitus). Sin embargo, este porcentaje se redujo significativamente con las dosis altas. En este caso, sólo el 16,3% empeoró, «observándose un importante beneficio con altas dosis de dexametasona, muy similares a las utilizadas en las Unidades de Cuidados Intensivos». Además, los investigadores destacan que «a pesar del uso de altas dosis de corticoides, las reacciones adversas fueron similares en los dos grupos estudiados».
Taboada destaca que para la realización del estudio participó personal de múltiples especialidades , como Anestesiología, Neumología, Medicina Interna, Urgencias, Farmacia o Medicina Preventiva. Los resultados del ensayo incluyeron tiempo de recuperación, estado clínico de los pacientes tras la aplicación del tratamiento, reacciones adversas a los medicamentos, número de pacientes que necesitaron ventilación mecánica, número de pacientes ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos, número de pacientes dados de alta y mortalidad a los 28 y 60 días tras iniciar el tratamiento. El investigador explica que en todo el mundo se están realizando otros seis estudios para ver si es más eficaz administrar dosis altas de dexametasona. El realizado en Santiago, reconoce, cuenta con una muestra de pacientes aún pequeña, «lo ideal son 3.000-4.000 personas», indica. Una vez que se sumen todos los resultados de los ensayos en marcha y si se confirma que las dosis altas son mejores, la OMS podría modificar sus recomendaciones. De todos modos, Taboada explica que las guías de tratamiento del coronavirus a nivel mundial ya citan su investigación para recomendar dosis altas. También que la del IDIS y el CHUS es la única que investiga los efectos de las altas dosis de dexametasona en pacientes que aún no han llegado a la UCI.
El IDIS
El Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS) nació en 2008 como fruto de la colaboración entre el Servizo Galego de Saúde y la Universidade de Santiago de Compostela. Su objetivo es identificar y desarrollar nuevas soluciones que den respuesta a los problemas de salud de la sociedad. Cuenta con un equipo de más de 1.000 investigadores, 99 grupos de investigación, 31 millones de euros de fondos y 88 proyectos de investigación captados en la última anualidad.
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