Consello de la Xunta
La Xunta endurece el uso de mascarilla y lo hace obligatorio en todo momento
No será necesaria en playas y piscinas al bañarse o tomar el sol, al consumir en hostelería o para deporte individual
Deberá utilizarse tanto al aire libre como en espacios cerrados si se concurre con otras personas, aún mediando distancia
Dándose un baño en una playa o piscina o consumiendo en un local de hostelería. Serán algunas de las contadas situaciones en las que los gallegos podrán prescindir de la mascarilla. La Xunta anunció este viernes que da «un paso más» y «lamentablemente», en un «momento de máximo riesgo» por el «incremento de brotes» de coronavirus, decide imponer el uso obligatorio de la protección facial «con carácter general». Lo que desveló ayer Alberto Núñez Feijóo al término del Consello semanal -que regresó al viernes por haberse celebrado el jueves el funeral por las víctimas del Covid en Madrid- fue que se adapta el acuerdo impulsado el pasado mes de junio, de tal forma que, a partir de ahora, será « obligatorio el uso de máscara en todo momento ».
«Debemos llevar la máscara tanto al aire libre como en espacios cerrados, siempre que se pueda concurrir con otras personas y aunque se pueda garantizar la distancia de metro y medio», detalló el presidente en funciones de la Xunta tras la primera reunión del Ejecutivo después de las elecciones autonómicas del 12-J. Habrá, eso sí, excepciones. Como en playas y piscinas durante el baño o siempre que se «permanezca sin desplazarse». Durante el paseo, mascarilla. También en establecimientos de hostelería «en el momento de consumir». Quedan igualmente exentas las personas con problemas respiratorios, cuando se coincida con personas convivientes (ya sea en espacios abiertos o cerrados), o en el caso de que se realice ejercicio físico al aire libre, «siempre que sea individual y no esté en presencia de otras personas no convivientes», fue desgranando Feijóo. En cualquier otro escenario, será «necesario» emplear la máscara siempre. «La gente lo puede interpretar como un exceso pero lo hacemos por ellos», razonó. «Lo lamentamos pero pensamos que es bueno» imponerlo. Y «prudente», apuntó.
Recordó el mandatario que Galicia ya se anticipó el pasado 25 de junio, cuando amplió los supuestos de uso de la mascarilla. Se decidió primar su empleo a la norma de la distancia física. Ahora se trata de «concretar un poco más». La Comunidad se pone así a la par con otras autonomías más castigadas por los rebrotes, que ya habían acordado la obligatoriedad en cualquier situación. «Todos los expertos coinciden en que el uso generalizado de la máscara está mostrándose como una de las medidas más eficaces para interrumpir la transmisión del virus», recordó. ¿Cuánto se prolongará este paso adicional? «Por lo menos», avanzó Feijóo, durante «este tiempo de circulación del virus», que con el fin de la restricción de movimientos ya ha llegado a Galicia, por ejemplo, procedente de Cataluña, como en el caso de Betanzos. « Si las cosas se calman, veremos qué ocurre después del verano », añadió el presidente en funciones. Aunque todo apunta que la mascarilla ha llegado para quedarse.
Botellones y fiestas
El boletín del DOG que se publica mañana -entra en vigor a las 00.00 del domingo- también hace hincapié en que el consumo de alcohol está tajantemente prohibido en «jardines y lugares de esparcimiento». La Xunta tiene en el punto de mira los botellones porque son claros vectores de contagios. En San Caetano preocupa el ocio nocturno, cuya vigilancia recae no en el Gobierno gallego, sino en los cuerpos policiales. «No es una broma», aseveró Feijóo, quien señaló que «el problema es que en el ocio nocturno la gente que acude, con carácter general, es gente joven y sana, probablemente asintomática o que tenga síntomas leves; gente sana, que se siente fuerte » y que desdeña los riesgos. Pero que puede convivir con «gente vulnerable» que puede acabar contagiada. Hay «un riesgo altísimo», no se cansó de insistir.
En paralelo, la Xunta recomendará que disminuyan las «fiestas en casas, en domicilios individuales», si bien no puede prohibirlas porque atentaría contra el derecho de reunión. Sería necesaria una autorización judicial para intervenir. En todo caso, «no es razonable» que aquello que se prohíbe en locales de hostelería se permita «en lugares privados», con «fiestas multitudinarias». De ahí que la Xunta pida que, este verano, « no se produzcan fiestas masivas» en viviendas , pues de lo contrario será inviable «controlar» la pandemia.
Con los rebrotes convertidos en máxima preocupación, Feijóo también apeló a la colaboración de aquellas personas que acuden a Galicia, a quienes recordó que disponen de un teléfono específico (881 00 20 21). La Xunta agradecería que personas que llegan del exterior, aunque no sientan síntomas, faciliten sus datos (domicilio, teléfono). « No es mucho pedir », indicó Feijóo.
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