Toma de posesión
Feijóo toma posesión acompañado de Casado y Ayuso y apelando a la «moderación» y la «estabilidad»
El presidente, muy emocionado, pide una cogobernanza «habitual»
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tomó posesión de su cargo este sábado en un acto celebrado en el Parlamento de Galicia. Así, Feijóo ya tiene vía libre para enlazar 15 años en San Caetano y no abandonar la Xunta hasta el año 2024. El mandatario gallego decidió prometer su cargo y acto seguido expresó un discurso cargado de emoción: tanto en la voz como en el texto, refiriéndose a los gallegos, a sus referentes y a quienes no están por culpa de la pandemia. Puede parecer fácil salir investido por cuarta vez, casi una rutina, pero para el de Os Peares se hizo más cuesta arriba que una etapa pirenaica del Tour de Francia. Incluso al final de la intervención llegó a pedir «permiso y perdón por la emoción» ya que «tomar posesión por cuarta vez es más emocionante que la primera».
Esa emoción le hizo interrumpir cinco veces su alocución. Pero ese momento de sensibilidad no impidió al presidente dejar su mensaje de «moderación» y «estabilidad». La primera es «fortaleza». La segunda «no es inmovilismo», según expresó a continuación. Es el mismo mensaje, a su juicio, que el que mandaron los gallegos yendo a votar en medio de una pandemia el 12 de julio. Feijóo siempre se mostró partidario de enseñar un discurso muy calmado y moderado, incluso en contraposición de otros líderes populares, como la exportavoz Cayetana Álvarez de Toledo, y ayer no faltó a esa idea. Tampoco faltaron las apelaciones al expresidente Mariano Rajoy y al exministro y exconselleiro José Manuel Romay Beccaría , a quienes lanzó un «agradecimiento político» por ser «determinantes» en su «vocación política».
Tuvo un gesto también con los presidentes gallegos anteriores, ya que «sin su labor» la Xunta «no sería hoy lo que es». Especialmente con Manuel Fraga, el «que más tiempo ocupó la más alta responsabilidad de gobierno» en Galicia y a quien sucedió como líder.
El impacto del coronavirus estuvo presente en su alocución, recordando con la voz quebrada a los que ya no están, y señaló que «más pronto que tarde» Galicia, España y el mundo volverá a la «normalidad sin adjetivos» . Además, se refirió al pueblo gallego como unos ciudadanos que izan la bandera de una «identidad armónica y fraternal». Eso, según el presidente, es «galleguismo», y se encuentra lejos de «ese tipo de identidades que parecen buscar la fricción sin importar la eficacia en la acción de Gobierno».
Su discurso fue con recado al Gobierno central incluido. No era el día de ser especialmente contundente, pero sí quiso dejar claro que hay cosas que desde su óptica deberían cambiar en Moncloa . En ese punto el presidente se refirió a la necesidad de la cogobernanza al vivir en un estado de las autonomías. Esa cogobernanza debería ser «habitual» y «espontánea». Dirigiéndose directamente a la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, Feijóo aseguró que su Gobierno seguirá siendo leal al Ejecutivo central y que continuará cooperando.
A la ceremonia acudió buena parte de los principales rostros del PP nacional. Junto al presidente del partido, Pablo Casado, aterrizaron en Santiago el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, o el de Andalucía, Juan Manuel Moreno. La novedad llegó de la mano de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que no tuvo participación alguna en la campaña del 12-J. También estuvo presente la diputada popular Ana Pastor.
Por parte del Gobierno acudieron la ministra Darias y el delegado del Gobierno en la Comunidad, Javier Losada. Darias entró al Salón dos Reis, donde se celebraba el acto, acompañando a Feijóo. Del otro lado el presidente del Parlamento gallego, Miguel Ángel Santalices. Unas 200 personas acudieron este sábado al evento. Feijóo ya remarcó que estos primeros años de la legislatura serán inevitablemente también los años del Covid-19 y sus consecuencias y que sus conselleiros tendrán que «sufrir» los efectos de la pandemia.
Una vez concluido el acto, momento de las reacciones políticas. El presidente del PP, Pablo Casado, rememoró otro pasaje del discurso, esa «apelación a una España plural pero que no sea un mosaico partido». Además, remarcó en una breve intervención sin preguntas que es una «referencia» de «buena gestión, de cercanía y de estar cerca de los problemas de la gente».
La ministra Carolina Darias, por su parte, quiso señalar «en nombre del Gobierno» la «felicitación y el deseo al presidente de la Xunta los mejores aciertos». «Son tiempos de dificultad y para el entendimiento. La comprensión no solo es posible, sino también necesaria» , añadió, utilizando el gallego para expresar esta última frase.
Dentro de la política gallega, la líder de la oposición y del BNG, Ana Pontón, expresó que será una legislatura «muy difícil, muy dura». Por eso señaló como necesaria «altura de miras» y que los 42 diputados del PP «no le impidan a Feijóo ver los problemas de los gallegos». Por parte del PSdeG, su líder Gonzalo Caballero mencionó que «espera que en esta legislatura se tomen todas las decisiones para que en esta crisis nadie quede atrás», reclamando que el «autogobierno le da a la Xunta muchas competencias» para afrontar las consecuencias del Covid-19.
Feijóo anunciará hoy la composición de su Gobierno para que comience a trabajar con plenas facultades mañana con la primera reunión del Consello. Se espera un Ejecutivo de continuidad con respecto al gabinete actual.
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