Feijóo reclama a Yolanda Díaz que se implique en la crisis industrial de Galicia
El presidente de la Xunta apela a los 16.000 puestos de trabajo en juego y reivindica la candidatura a los fondos Next Generation para crear empleo
Yolanda Díaz fue la primera en admitirlo porque Alberto Núñez Feijóo le cedió el primer turno de palabra al comparecer juntos tras su reunión matutina en el Pazo de Raxoi:«Sin industria no vamos a tener futuro; sin industria no hay trabajos de calidad». El reconocimiento de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo no lo desaprovechó el presidente de la Xunta. «Ciertamente, coincido en que, sin industria, no es posible obtener recursos suficientes para mantener unos servicios públicos eficaces, no es posible mantener una economía competitiva y los países sin industria son países que tienen un futuro muy incierto», apuntó. Pero no sería la última mención. Al contrario.
Feijóo no quiso desaprovechar su encuentro con Díaz, que venía de apuntarse un tanto la víspera con la subida del salario mínimo interprofesional, y para nada circunscribió su careo a los asuntos de exclusiva competencia de la política ferrolana. «Le trasladé algunos asuntos que no entran estrictamente en el ámbito de su Ministerio, pero como número dos del Gobierno, entiendo que es mi obligación trasladarlos», indicó el mandatario gallego ante los medios, justo al final de su intervención. Fue la prolongación de una reflexión similar, previa, cuando lanzó este recado a Díaz:«Es cierto que la competencia industrial no es del Ministerio de Trabajo, pero también es cierto que, sin industria, no hay trabajo».
Feijóo le vino a decir a su excompañera en el Parlamento autonómico que debe ‘mojarse’ en la crisis industrial, uno de los cinco grandes ítems que puso sobre la mesa en la reunión;los otros cuatro:el reparto de fondos del mecanismo de recuperación, que sí es competencia de Trabajo, el reparto de los fondos Next Generation, que abarca a todo el Ejecutivo, la prórroga de los ERTE, que compete a Díaz, y el impacto del precio de la luz, muy vinculado al primer punto, aunque, de nuevo, saliéndose de la esfera de su interlocutora.
16.000 empleos
Feijóo soslayó el hecho de que buena parte de sus reivindicaciones no estén bajo el radar de Díaz y fue trufando su comparecencia de recordatorios de que, en último término, lo que está en juego son puestos de trabajo, y ahí la ministra del ramo no puede no verse interpelada. Se detuvo en la crisis industrial, recordando que hay más de 16.000 empleos en la picota, con Alcoa en una «situación de enorme incertidumbre»; Ence, «a punto de cerrar»; las industrias del litoral «con una ley que no les da amparo»; a lo que se suma el cierre de las centrales térmicas. Una crisis «en la que la Xunta no tiene nada que ver, ni siquiera es una crisis de mercado», sino fruto de «decisiones gubernamentales», recordó ante Díaz. «Es una crisis que pudo evitarse y aún estamos a tiempo de reordenar los sectores marítimos, el forestal, el electrointensivo, y evitar cierres en algunos de ellos, lamentablemente ya muy próximos,y otros, no muy lejanos», advirtió.
«Galicia», le recordó a la vicepresidenta segunda, «es una sociedad industrial». El sector tiene un peso del 16% del PIB, frente al 13% nacional. «No somos una sociedad exclusivamente» volcada en el «sector primario, que también es industria», sino «industrial en su conjunto», recordó. «Tenemos una situación de extraordinaria preocupación, tenemos una profunda crisis industrial, 16.000 puestos de trabajo en situación límite», insistió con Díaz a la escucha. Y ahí tienen mucho que decir los fondos europeos y el reparto que haga el Gobierno. Feijóo volvió a defender la solidez de la candidatura gallega y a reclamar que las iniciativas se seleccionen en función de su «calidad», y no por el «color político» de las distintas autonomías. «La ministra lo que quiere es puestos de trabajo;nosotros tenemos proyectos para construir y ampliar puestos de trabajo», repitió la idea.
El titular de la Xunta también tiró de paisanaje y hasta de orígenes de la responsable de Trabajo para entregarle el dossier con la propuesta para un pacto de Estado para Ferrolterra, después de que el «ejemplar»que remitió a La Moncloa no haya encontrado aún «interlocutor». Díaz afirmó que lo iba a «estudiar, aunque no son mis competencias, con el cariño que debo». Ya puestos, Feijóo habló con la vicepresidenta segunda hasta del recibo de la luz, porque «sin un precio competitivo, no hay industria, y sin industria, no hay trabajo», machacó la reivindicación con la que trató de que quien le escuchaba a su izquierda regresara a Madrid. El asunto que se reveló más maduro fue el de los fondos del mecanismo de recuperación:Galicia está de acuerdo con el porcentaje asignado, y lo celebra, pero habrá una cita bilateral para ver «cómo podemos mejorar el grado de autonomía» en su uso.
Tras reunirse con las vicepresidentas primera y segunda en menos de 24 horas, Feijóo espera «pasar de hablar a concretar soluciones» y «finalizar con eficacia (...) lo diagnosticado.
«Soy de aquí»
La ministra, en un discurso de mano tendida y conciliación entre quienes piensan diferente, aseguró que «tienen en mí una aliada», especialmente en la «defensa del tejido industrial gallego», que recordó que conoce bien. «Sé bien a quién represento, que soy de aquí y que nunca me marché. En todas las acciones que llevo adelante (...), en todas y cada una de ellas, siempre está Galicia», proclamó. Llegó a prometer que, incluso en aquellos ámbitos que no le competen, echará un cable «en el seno del Consejo de Ministros».
Minutos antes, al acudir a un acto también en Santiago, Díaz se acercó a departir con trabajadoras de Ence que se habían concentrado por el futuro de la pastera;y les indicó que hablaría con la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, porque el asunto escapaba a su competencia. La presidenta del comité de empresa de oficinas, Ana Cedeira, tildó de «insultante», «indignante» y «vergonzoso» el argumento de la ferrolana en declaraciones a Ep.
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