Sesión de control
Feijóo rechaza el «viaje a ninguna parte» de reformar el Estatuto: «No forma parte de los problemas de los gallegos»
El presidente de la Xunta señala que su gobierno está centrado en atajar los efectos del Covid, la crisis industrial y la carestía de la vida, y que no procede «poner en duda» el marco estatutario
La reforma del Estatuto de Autonomía, en estos momentos, «no forma parte de los problemas actuales ni próximos» que afectan a los gallegos, los «cotidianos, inmediatos y urgentes» que esperan que se aborden en el Parlamento. «Este grupo mayoritario (...) y este Gobierno están centrados en afrontar los problemas de la gente. Dudo mucho que, en este momento, debamos poner en cuestión el marco constitucional estatutario ». De esta forma ha vuelto a zanjar Alberto Núñez Feijóo, durante la sesión de control en el Pleno de O Hórreo, la demanda reformulada por el portavoz socialista, Gonzalo Caballero, para que abra una nueva «página» ya en la presente legislatura, cuando quede atrás lo peor de la pandemia. Ya había llevado esta propuesta al Debate sobre el estado de la Autonomía.
« No vamos a embarcar a Galicia en un viaje hacia ninguna parte », ha subrayado Feijóo, tras advertir de que, por un lado, el PSOE no aclara en qué términos plantea la reforma del Estatuto; y, por otro, el BNG sigue con su discurso soberanista, ahora pidiendo una «República de Galiza». El presidente gallego ha sentenciado que la propuesta de Caballero «no es más que un ejercicio de futuribles», en un momento en que siguen «sin resolver» los efectos sanitarios del Covid, sumados a la crisis industrial, la incertidumbre que envuelve a las materias primas y suministros y la «carestía de la vida», que en conjunto deparan un escenario de «dificultades» para familias y trabajadores. Alcoa, Ence, el IPC... «Es lo que preocupa a la gente», ha apostillado.
Caballero ha abierto fuego insistiendo en que el Estatuto «necesita actualizarse» y acompasarse a la parte de la población que no tomó parte en la votación de 1981. Le ha instado a pasar a un nuevo capítulo en la historia de la autonomía. «Es necesario abrir esa página de diálogo, apertura y valentía» desde el Parlamento, para adaptarse a los «nuevos tiempos». «Este es el momento», ha repetido en su segundo turno, «puede abrir una comisión en sede parlamentaria» . Ha dicho entender que surjan «reticencias» en el seno del Grupo Popular, pero le ha tendido «la mano» para buscar «lo que nos une». Por el medio, ha llegado a colar la muletilla de que sería conveniente que se «separara de Abascal y Ayuso».
Pero Feijóo ha sido claro al responder que no toca ahora emprender ese «viaje», para el que, ante todo, también es necesario « saber quiénes son los compañeros ». Aunque ha dejado claro que siempre mantendrá el empeño de «buscar y encontrar consensos», no ha dibujado precisamente un escenario alentador. Lo primero sería que «el BNG abandone el independentismo y el soberanismo»; y después, que el PSdeG aclare si «está claramente a favor de la Constitución (...) y no está en ningún caso planteando acuerdos con partidos independentistas».
Además, ha rebatido a Caballero que maneja «axiomas simplemente falsos», porque una reforma estatutaria, ha dicho, «no significa mejorar la calidad de vida» de los ciudadanos, como ejemplifica el caso de Cataluña. «Fíjese en vascos y gallegos. Mantenemos el Estatuto». Y esto, con el PSOE en el gobierno vasco. «Aquí, como no gobiernan, es necesario modificarlo y renovarlo de vez en cuando», ha reprochado.
Más pactos el martes que en O Hórreo
Feijóo también ha censurado que Caballero tienda la mano para reformar el Estatuto cuando no lo hace con otros «retos» más acuciantes, como el nuevo modelo de financiación, la crisis industrial o el problema demográfico. En este punto, ha traído a colación la cumbre celebrada la víspera en el Hostal de los Reyes Católicos, en la que ocho presidentes autonómicos de tres partidos diferentes consensuaron un documento con demandas al Gobierno. « Pactamos muchas más cosas de las que soy capaz de pactar en este Parlamento », ha afeado. De «extraño» ha tildado, con ironía, el hecho de que pueda llegar a acuerdos con socialistas de otras regiones, pero no en O Hórreo.
En el último tramo, ha recordado que cuando el bipartito planteó una reforma estatutaria, el problema fue que el BNG se descolgó con demandas ideológicas. Un Bloque «minoritario de aquella y minoritario hoy, aunque lamentablemente ya no tan minoritario . Lo digo por ustedes [los socialistas], a mí me da igual cómo se reparten esas bancadas», ha puntualizado ante el efecto de sus palabras en el hemiciclo. Para añadir que, ahora que abogan por la república gallega, ni PP ni PSOE van a «tragar» con el objetivo de considerar España como una suerte de URSS.
La portavoz del BNG, Ana Pontón, que tomaba a continuación la palabra para argumentar que Feijóo vive en el «Matrix de Monte Pío», ajeno a las diversas manifestaciones de las últimas semanas en las calles gallegas, ha achacado a Feijóo que «le parece que los gallegos votan mal cuando votan BNG». Respuesta del presidente: « Fíjese si estoy contento con cómo votan los gallegos, que nosotros estamos aquí y ustedes, ahí ». Lejos de quedar aquí el rifirrafe, Feijóo ha recordado que los votantes de Galicia «nunca, jamás, le dieron la Xunta al BNG», y ha apuntado que «no sé qué pasará los próximos 40 años, pero estoy convencido de que el BNG no va a sacar mayoría absoluta ».
El mandatario ha aprovechado sus últimos segundos de intervención para retar al BNG (al que ha calificado, en la esfera del Congreso de los Diputados, de «partido absolutamente intrascendente») a que, si realmente miran por «los intereses de Galicia», en lugar de abstenerse en la votación de los Presupuestos Generales del Estado, voten para defender a la Comunidad y «voten no» .
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