Medalla de Oro 2020

Feijóo ensalza que «Galicia supo cuidar de Galicia» ante el «desafío» del Covid

La máxima distinción que concede la Xunta reconoce la labor del personal sanitario frente al coronavirus

El presidente en funciones reivindica el autogobierno, «testigo de que sabemos gobernarnos y cumplir nuestro deber»

Instante del acto de concesión de la Medalla Galicia 2020, este viernes en la Cidade da Cultura de Santiago EFE
Pablo Pazos

Pablo Pazos

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En el año del coronavirus , la máxima distinción que concede la Xunta no podía ser ajena a la pandemia que ha marcado los últimos meses, condiciona el presente y afectará al futuro más inmediato. La Medalla de Oro de Galicia 2020 —galardón único, aunque grupal— reconoció la labor que han desarrollado y siguen desarrollando los profesionales sanitarios ante el Covid-19. « Galicia supo cuidar de Galicia. Nuestro país se juntó para ser más fuerte delante de un desafío desconocido que amenazaba y amenaza la salud y el bienestar», ensalzó Alberto Núñez Feijóo durante el acto celebrado este viernes en la Cidade da Cultura, en el compostelano Monte Gaiás, en la víspera del día grande de la Comunidad. Receptores de aplausos colectivos, a diario, en la fase álgida de la pandemia, la concesión del galardón a quienes integran las plantillas de hospitales, centros de salud y residencias añadió un reconocimiento solemne a «las manos expertas, los ojos que transmitieron tranquilidad (...), las palabras de consuelo y los corazones en los que tuvo cabida toda Galicia. A todas las mujeres y hombres que cuidaron a Galicia, que nos cuidaron».

Miles de profesionales representados por una veintena de médicos, enfermeros, cuidadores, celadores, trabajadores sociales y personal de limpieza. María Ángeles y Laura, dos pacientes que superaron la enfermedad gracias a esos cuidados, simbolizaron, con su presencia, a los casi 11.200 curados, la cara de un virus que, por el contrario, se ha cobrado 619 vidas. Es la huella más dolorosa de una enfermedad que mostró, a través de los profesionales sanitarios, que «no claudican», «lo mejor que somos», que resumen esa «Galicia querida y admirada». «Hubo entrega y compromiso. En cada paciente estaba Galicia . En cada miembro del personal sanitario estaba Galicia», expresó el presidente de la Xunta en funciones.

En lo más crudo de la pandemia, Galicia ofreció «lo mejor de sí misma», proclamó, con el ejemplo de unos profesionales que demostraron que «el cariño tiene también propiedades que curan», como quedó patente «en los momentos más complejos». « No es necesario acudir a las leyendas para encontrar héroes inspiradores . Están aquí, a nuestro lado. Hombres y mujeres como nosotros, que supieron encontrar dentro de sí» la «fuerza» y «nunca se rindieron ante un adversario descomunal», aún a cambio de «poner en riesgo sus vidas».

Espíritu de Angrois

El mandatario vio en la Galicia que luchó contra el Covid « la misma Galicia del espíritu de Angrois », al cumplirse siete años del accidente ferroviario. Recordó Feijóo como en todos los rincones del mundo «asistieron emocionados a la respuesta de los vecinos, convertidos en auténticos ángeles de la guarda» para víctimas y heridos, sin estar «preparados» y sin que nadie se lo ordenara.«todos sabían que existían riesgos y peligros. Todos sintieron una fuerza interior», elogió. Ese espíritu se volvió a manifestar con fuerza en los embates más duros del Covid.

Feijóo, quien no dejó de pedir «sentidiño» ante «conductas imprudentes» que suponen «olvidar» a las víctimas, cuando todavía pende una «espada de Damocles», empleó también su alocución para reivindicar que Galicia es «una nacionalidad histórica y actual», «en marcha». Que «no es un país extenso pero sí grande». Y que «se unió más» con el autogobierno porque representa una «suma de afinidades, nunca «un suma de hostilidades». La concepción de la autonomía en Galicia exige la «defensa de lo público», «combinar la defensa de la identidad con la eficacia de la gestión». Es «un fin y también un medio». «La experiencia autonómica que hemos acumulado es testigo de que los gallegos sabemos gobernarnos y cumplir con nuestro deber », como «demuestran», ejemplificó, los sanitarios, depositarios de los «valores» que mejor encarnan a la Comunidad.

«Gracias por cuidar de nosotros», culminó el presidente, dirigiéndose a los premiados, por permitir que Galicia encare muchas más que las «mil primaveras»de las que habló Cunqueiro;y dio de paso la «bienvenida al Año Xacobeo»: « Somos una Galicia de brazos abiertos ».

Plaga del siglo XXI

Habló en representación de los galardonados Manuel Vázquez Lima, coordinador de las Urgencias del Hospital del Salnés, quien recordó que sus compañeros dieron «todo» lo que llevaban «dentro» para «contener esta plaga del siglo XXI, esta auténtica afrenta a una forma de ser, vivir y entender». « Fuisteis la mirada amable en una laguna de sufrimiento », que, ahondó, «nos dejó una marca indeleble que no se borrará nunca».

Recordó el doctor Vázquez Lima que «la carga viral global del maldito virus pesa un gramo». «Es difícil de entender cómo un gramo» ha sido «capaz de doblar la rodilla a una civilización». Más allá de lamentos, la necesidad de reflexionar de forma «profunda» y saber ver «lo que es verdaderamente importante» frente a «la superficialidad, la banalidad». De ahí que apelara al « valor del esfuerzo, el trabajo constante diario, la vocación profunda y solidaria ». Con un agradecimiento final y emocionado, en nombre del colectivo, a la «sabiduría» transmitida por las familias.

El himno gallego, interpretado por la soprano Patricia Rodríguez, acompañada de la Orquesta de Cámara Galega, puso el cierre al acto.

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