Sesión de control
Feijóo censura al «BNG más radical de la historia» y Pontón dice que «le gustaría cerrar el Parlamento»
La líder del Bloque se acerca al escaño del presidente de la Xunta para depositar un documento, sin respetar la distancia de seguridad y desoyendo las advertencias de Santalices
Bronca sesión de control en el Parlamento gallego, en la segunda jornada del Pleno de esta semana, con un careo entre Alberto Núñez Feijóo y Ana Pontón en el que han saltado chispas. La tónica en los últimos meses, pero con especial intensidad. Alto voltaje en los intercambios dialécticos: el presidente de la Xunta ha censurado que Pontón lidere el « BNG más radical y más lamentable de la historia » y la líder del Bloque ha indicado que a aquel « le gustaría cerrar este Parlamento ».
El segundo tramo de las preguntas orales al mandatario gallego ha vivido, incluso, un momento de especial tensión cuando Pontón, a pesar de las advertencias del presidente de la Cámara, Miguel Ángel Santalices, se ha acercado al escaño de Feijóo y ha depositado la «propuesta» del BNG en materia de pandemia de Covid por la que, había indicado, sigue esperando una respuesta del presidente de la Xunta. Pontón ha hecho caso omiso de los avisos y no ha respetado la distancia de seguridad.
« Todos debemos respetar las normas, este documento debe tener otro trámite, no es así . De poco me sirve a mí que tenga todo esto mamparado», ha indicado Santalices. «No estoy de acuerdo», ha reprobado, tras lamentar este comportamiento en medio de las medidas de seguridad implantadas en O Hórreo. Ante las respuestas desde la bancada nacionalista, ha llegado a censurar: «Bajemos las mascarillas, entonces». Posteriormente, ha vuelto a reconvenir a Pontón por lo que había hecho: «Vamos a ser un poco serios con este tema». Finalmente, ha pedido a los servicios de la Cámara que recogieran los documentos.
« ¿Necesita hacerse una foto conmigo? No hay ningún problema , señora Pontón, encantado de que venga a mi escaño, porque recuerdo que, cuando se venía por parte del nacionalismo, no se venía a entregar a documentos. Se venía a otras cosas, incluso a golpear en él», ha evocado la famosa imagen de Xosé Manuel Beiras. «Sí, sí, está en el diario de sesiones», ha recordado al BNG.
Pontón había caldeado al ambiente tras afirmar que sentía «bochorno» al ver el intercambio previo con Gonzalo Caballero a cuenta de los peajes de la AP-9, «en medio de una pandemia en que su Gobierno sigue instalado en la improvisación», ha acusado. De inmediato, ha ido un paso más allá al asegurar que « cada día es más evidente su desprecio por esta Cámara », «le sobra el Parlamento», e indicar que en ocasiones piensa que «le gustaría cerrar» O Hórreo, pero como no puede, «lo que hace es boicotearlo», a base de «descalificar» y «crispar» para que «no hablemos de los problemas» que preocupan en la calle. Posteriormente, ha reiterado que el presidente de la Xunta acude al Parlamento, del que ha dicho que «no respeta», a «difamar» y «enlodar» y generar «lío», en un ejercicio de «Trumpismo político» para «tapar su nefasta gestión de la crisis». «Está usted cada día más radical y más nervioso», ha arremetido.
El BNG, con ERC y Bildu
Feijóo ha replicado sacando a colación que el BNG (que la víspera vetó una declaración de condena de los actos violentos que siguieron al encarcelamiento del rapero Pablo Hasel) se alineara la víspera con todas las formaciones independentistas en un plantón al Rey, por el 23-F, acompañado de un manifiesto donde se tilda de «régimen» la Constitución del 78 y se estipula que el intento de golpe estaba «amañado» y fue «una operación del Estado». « Respete la democracia de Galicia, respete el Parlamento », ha instado. «Si quiere ser independentista, allá usted, pero que nos diga a los diputados del PSOE y del BNG [se refería a los del PP] que somos un régimen es inadmisible».
Él, ha reivindicado, no viene a «enlodar nada» sino a «defender la honorabilidad del Parlamento». « Vengo a defender la Democracia, el Parlamento, la Constitución (...). Vengo a defender el Estatuto , aquel que ustedes nunca quisieron suscribir. Solamente lo hacen por imperativo legal. Vengo a defender la Transición Española. Me siento orgulloso de ser hijo de esa transición democrática» y de «poder votar cada cuatro años», ha afirmado.
Para el mandatario, «ni el señor Beiras ni el señor Quintana» llegaron nunca a los extremos a los que Pontón ha llevado a su partido. «Lamento la deriva independentista del BNG», ha apostillado. «Ahora vienen inventando el BNG. El BNG lleva inventado mucho tiempo. El problema es que el BNG ahora ya no existe, existe la UPG, que es distinto». «Nunca una portavoz del BNG fue o hizo lo que usted hace o por lo menos consiente (...). Venir a dar lecciones de democracia y de defender a Galicia, con los socios de Bildu y ERC, ni este ni ningún presidente de la Xunta va a aceptar que se le den lecciones de defender a Galicia de un partido socio de Bildu y ERC».
Sobre la pandemia, ha mostrado una gráfica con la mortalidad por comunidades autónomas y ha recordado que Galicia presenta la tasa más baja de todas las regiones peninsulares, a pesar de la elevada población de edad avanzada, y ha recordado la buena evolución de la tercera ola a dos días de iniciar la desescalada. Todo ello, «sin ningún apoyo del BNG», que durante toda la pandemia se ha mostrado siempre «en contra». « Hasta quisieron votar cuando no se podía y no votar cuando sí se podía », ha rememorado.
Peajes de la AP-9
El cara a cara entre Feijóo y Caballero ha girado en torno a la AP-9: el portavoz socialista ha reclamado al presidente de la Xunta un «acuerdo histórico con la concesionaria» para rebajar los peajes hasta 2048; y posteriormente le ha preguntado si el Gobierno gallego se compromete a «contribuir» en la aminoración de la carga económica para los usuarios . «Sea usted parte de la solución, no del problema, colabore». Caballero ha llegado a indicar que sería una forma de «exculpar las responsabilidades» del PP ante el «regalo envenenado» con el que ha calificado la prórroga hasta 2048 de la concesión a Audasa acordada bajo gobierno de Aznar. «El PP está acorralado por su historia (...), el peaje sería gratuito», ha apuntado. En su línea, ha contrapuesto la partida del Gobierno Sánchez en los Presupuestos Generales para rebajar los peajes.
En su doble réplica, Feijóo ha ido desmontando argumentos de Caballero, al que ha acusado de realizar una « lectura parcial y en consecuencia incompleta » de la historia de la autopista. En primer lugar, recordando que el primer Gobierno que amplió la concesión fue el de UCD, aunque solo un año, y que fue el socialista Felipe González quien estuvo detrás de la primera gran prórroga, de 1994 a 2023 .
Además, ha echado en cara el «convenio lamentable» de 2006 (Gobierno socialista) que imponía un pago de 7 millones de euros anuales para financiar el peaje Rande-A Barcala, que fue denunciado por la Xunta en lo que supuso un ahorro de 400 millones. Además del incremento acumulativo del 1% anual para financiar el puente de Rande y la circunvalación de Santiago, considerado «nulo de pleno derecho» por el Consello Consultivo.
Tras comentar que Caballero «parece muy contento» porque el Gobierno consigna «50 millones» en los Presupuestos Generales a rebajar peajes, ha denunciado que la Xunta ha recibido un «requerimiento» del Gobierno en diciembre que «obliga» a retomar el mencionado convenio . «Esto es una broma de mal gusto. Va a suponer empezar mal la rebaja de los peajes. Es la primera vez que un Gobierno de España, con membrete de un Ministerio, pide a Galicia que le pague a Audasa». Lo ha tachado de «lamentable».
Feijóo ha reprochado a Caballero que, al obviar que el PSOE fue el primero en prorrogar la concesión del AP-9, incurre en una «f alsedad que consta en el diario de sesiones; van tantas que algún día se arrepentirá . No pasa nada, hay que decir la verdad siempre. Unas veces beneficia y otras perjudica».
Además, ha revelado que en los «próximos días» celebrará una «reunión de trabajo» con José Luis Ábalos , responsable de Transporte, en la que le expondrá que todo aquello que «está pendiente y retrasado», como la transferencia de la AP-9 o la llegada del AVE, «no puede esperar más».
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