SE ANULAN LAS ELECCIONES
La falta de aspirantes a presidir la patronal prolonga su larga crisis
La CEG lleva desde la dimisión de Antón Arias en enero de 2018 sin liderazgo claro
La patronal gallega no levanta cabeza. En enero de 2018 se quedaba sin presidente tras la dimisión del coruñés Antón Arias, tras un año de «constante pelea y confrontación permanente», en sus propias palabras. Tras varios aplazamientos en la convocatoria de elecciones para elegir a su sustituto, la falta de liderazgo tenía fecha de caducidad. El próximo 19 de septiembre los empresarios gallegos estaban llamados a las urnas. Pero los comicios no se celebrarán. Esta mañana terminaba el plazo para presentar las candidaturas y nadie ha dado el paso.
«Las cuatro confederaciones empresariales provinciales seguirán trabajando de forma conjunta para buscar un candidato de consenso, coincidiendo ya de forma unánime en el perfil de la persona que debería optar al cargo», explicó ayer la Confederación de Empresarios de Galicia en un comunicado. Pero las peleas y discrepancias que enfrentan a las provincias del norte —La Coruña y Lugo— y del sur —Pontevedra y Orense— han sumido a la institución en una ya larga crisis.
Las tensiones internas se arrastran desde 2013 . Ese año, el vigués José Manuel Fernández Alvariño tomaba las riendas de la patronal, hasta entonces en manos del coruñés Antonio Fontenla. Alvariño dejó el cargo apenas dos años después, tras ser acusado por una parte del empresariado de supuestas irregularidades en los gastos de la confederación. El relevo lo cogió Antonio Dieter Moure. Llegó a la presidencia por 10 votos de diferencia contra su contrincante, el también orensano José Manuel Pérez Canal, ya fallecido. Moure estuvo menos de un año en el cargo. Dimitió a finales de 2016 alegando motivos personales, pero su mandato tampoco había sido sencillo por los enfrentamientos entre las confederaciones provinciales.
Más de un año y medio después de la dimisión del coruñés Antón Arias, la CEG sigue sin calmar sus aguas. En febrero de este año los empresarios gallegos no lograron alcanzar el consenso necesario para renovar sus estatutos, con 40 años a sus espaldas . Tras las votaciones, comparecieron los representates de Pontevedra, Orense y buena parte de las organizaciones sectoriales. El presidente de la confederación orensana, José Manuel Díaz Barreiros volvía a alimentar el riesgo de ruptura al asegurar que su organización tendrá que «decidir en el futuro si le interesa estar y seguir integrada en esta institución —la CEG—o no».
Ante la falta de candidatos para el 19 de septiembre, la patronal tendrá que volver a abrir un nuevo proceso. Según explica el comunicado, en el plazo de dos meses se convocará nuevamente la Asamblea Electoral General.
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