Elecciones en Galicia

El adiós imprevisto de Beiras

Después de un cuarto de siglo en el Parlamento, el veterano nacionalista no volverá a su escaño. «¡He cumplido!», exclamó para confirmar que no se presentará a las elecciones

Xosé Manuel Beiras EN MAREA

MARCOS SUEIRO

Beiras ya no volverá al Pazo do Hórreo. Su anuncio inesperado de que no irá en las listas de la Marea, escrito con un sonoro «¡He cumplido! (como decíamos al terminar la mili)», no ha dejado de provocar un sinfín de reacciones y también de matices acerca de las verdaderas intenciones del veterano dirigente nacionalista. La explicación inmediata es que desea «descansar» y que «cumplidos los 80 años propicia que otra generación ocupe la primera línea» . Lo cierto es que durante esta última legislatura (2012-2016) no dejó de repetir la consigna: «¡Estoy cansado!» . Sus gestos, en ocasiones muy exagerados, revelaban su agotamiento físico y su aburrimiento. También sus ausencias prolongadas del hemiciclo y su escasa actividad en la Cámara provocaron continuos reproches desde los otros grupos parlamentarios.

El adiós de Xosé Manuel Beiras supone el final de una estancia que se prolongó durante un cuarto de siglo . Comenzó en el año 1985 cuando consiguió 54.000 votos. Durante las sucesivas convocatorias electorales el BNG no dejó de crecer y su portavoz nacional de alcanzar un creciente protagonismo. Esta trayectoria se interrumpe en el 2005, cuando deja sus responsabilidades en el frente y renuncia a ir en las listas. Tuvieron que pasar siete años para que Beiras regresase al Parlamento . Llegaba «renovado» y bajo el paraguas de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), germen de las Mareas y del populismo de izquierdas.

El veterano nacionalista moduló su discurso, sin renunciar a sus convicciones, y trabajó con empeño su faceta más provocadora. Es de los pocos parlamentarios más reconocidos por sus gestos y su teatralidad que por su aportaciones al cuerpo legislativo de la Comunidad. La utilización hace veinte años de un zapato, golpeándolo contra el escaño, para protestar contra la reforma del Reglamento del Parlamento o el acoso verbal y el intento de intimidación el 24 de abril de 2013 al presidente de la Xunta , Alberto Núñez Feijóo, lo convirtieron en un personaje conocido en toda España.

Provocador

Beiras, conocedor del efecto mediático de sus excesos, siempre los potenció hasta naturalizados. «O Vello» , como lo reconocen sus «irmáns», también revisó el discurso en la última etapa de su estancia en el Parlamento. Pasó de un entendimiento calculado con Manuel Fraga a la visceralidad contra Feijóo. En su última etapa sus dardos se dirigieron contra la Corona, el Gobierno, la Constitución y la UE . Incluso, su socia de AGE, la comunista Yolanda Díaz , fue acusada de «desleal» por su compañero de fórmula rupturista.

Durante los últimos meses amagó con presentarse como candidato a la presidencia, pero se quedó en un intento. Los suyos acabaron por disuadirlo. Y pese a que desde Anova insisten en que no es una «despedida y que continuará en la primera línea», lo cierto es que no volverá al Parlamento, al que siempre equiparó con una «cámara de gas».

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