La preparación para la reapertura
Coronavirus Galicia: La Xunta rebaja a opcional el registro de clientes para reabrir bares o restaurantes
La hostelería, dividida: de potenciarlo a quejas por no ser «viable»; ocio y cultura reabren hoy con el mismo registro
El presidente de la Xunta señalaba anteayer tres pilares para garantizar la mayor seguridad en la reapertura de la hostelería, que podría comenzar a producirse desde la próxima semana en algunas zonas de Galicia, si así lo considera el comité clínico en su nuevo cónclave, fijado para el próximo lunes. Eran los de contar con un elemento visible que indique el número máximo de personas que puede acoger el local. También someterse a una inspección previa a la apertura y el tercero contar con un registro de los usuarios que entraban a un establecimiento, para poder ser cribados en caso de detectarse un positivo.
Ya el propio Alberto Núñez Feijóo señalaba que no tenía por qué ser necesariamente un código QR, un elemento que ha llegado para quedarse a muchos aspectos de la vida, como por ejemplo la carta de los propios restaurantes. Recordaba Feijóo que no todos los locales se encuentran en las ciudades, ni todos los clientes cuentan con un móvil inteligente o no tienen el manejo adecuado. Ahora, después de la reunión que mantuvo el gobierno gallego con el sector de la hostelería, ese elemento será opcional , aunque algunos de los responsables de los locales señalan que se promocionará su uso.
De esa manera se podría volver a ver, además de esos códigos QR, el listado con papel y boli que ya se pudo ver en los locales de ocio nocturno cuando pudieron abrir durante el verano. No en todos, al ser «opcional», y no «obligatorio». Es lo que explicaban los representantes de los hosteleros tras su encuentro con la administración autonómica: «Desde el sector nos hemos comprometido a intentar potenciarlo» , señaló César Ballesteros, representante de los hosteleros pontevedreses, que trasladó a la Xunta las dificultades que tendrían muchos pequeños empresarios para implantar un seguimiento así. «Tiene que ser algo que no sea obligatorio», zanjó.
En la misma línea, desde el Clúster Turismo de Galicia indicaron que la Xunta plantea que utilicen este sistema de registro de clientes todos los establecimientos que puedan adherirse, aunque no será mandatorio, recoge Ep. Pero hay otras voces que se quejan de esa medida, la cual no ven «viable». Es el caso del presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Lugo, Cheché Real, que afirma que no es «viable», y asegura que «yo no soy nadie para decirle a alguien que se identifique» , por ejemplo, apuntando a mano los contactos de cada uno de los clientes. Señala Real que no ve claro tener que «cogerle la afiliación o la identificación» al cliente, ya que «esa no es la labor del hostelero, si no más bien de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado», expresó.
El vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, que fue el representante de la administración autonómica que se reunió con los hosteleros, reconoció las dificultades que se pueden producir al principio con el registro de clientes, por eso ya insistió a los periodistas que se hará «poco a poco» y de forma «voluntaria» . El objetivo no es otro que alcanzar a gran parte de los establecimientos, con un formato que ya se utiliza en otras autonomías, como puede ser Castilla-La Mancha, aunque en este caso sí se convertirá con el paso de las semanas, ya en marzo, en un método de uso obligatorio.
El número dos del gobierno gallego subrayó que este método «ayuda muchísimo» para poder atajar cualquier posibilidad de un brote ante un contagio . Sobre el recurso presentado por la hostelería pontevedresa, tras el fallo que permitió la reapertura en el País Vasco, Rueda expresó que están en su «derecho» de presentarlos pero que su gobierno tiene «argumentos sólidos» para el cierre, al igual que había expresado el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, que remarcó que en la hostelería se han producido contagios y amplía la movilidad y la interacción de los ciudadanos.
Además, en cuanto al tema de los aforos límites, que seguramente cuando se produzcan aperturas serán diferentes dependiendo de la influencia del virus en cada concello (con anterioridad se permitió en Galicia solo el uso de la terraza, con diferentes límites, o el uso del interior también con horarios y límites máximos de aforo según la situación de cada concello), habrá un elemento que facilite a los hosteleros conocer cual es el número máximo de personas que puedan acoger con el porcentaje máximo permitido para su local y respetando la distancia de 1,5 metros entre mesas. Será mediante una herramienta para el cálculo de aforos sanitariamente seguros que hará la Xunta.
Será mañana jueves o pasado viernes cuando el gobierno gallego publique en el DOG el segundo rescate a la hostelería, al que se podrá acceder incluso con deudas pendiente con la Administración pública. Según explicó el vicepresidente primero, Alfonso Rueda, se les adelantará el 80%, que servirá, ya sea al completo o con parte de ese montante, para saldar las deudas pendientes de ese empresario. El 20% restante será para otros gastos. Rueda señaló a los periodistas que, aunque tenía que decidir el comité clínico donde se abrirá la hostelería, la intención de la Xunta es dar ese paso. «Aunque sea por zonas, se hará», ya que solo se quiere mantener el cierre «mientras sea necesario por responsabilidad sanitaria», expresó, recoge Ep.
Donde sí será obligatorio el registro será en el mundo del espectáculo, con un catálogo de recintos, entre cines, salas o auditorios mucho más limitado que el de los locales de hostelería. Concretamente será en cines, teatros, auditorios, congresos y otras actividades similares, cuyo límite con su reapertura, que se produce este jueves, se fijará en el 30% del aforo, con un máximo de 250 personas en un recinto cerrado y del doble, en 500, si se trata de un lugar al aire libre.
Según lo que aporta el DOG que regula su reapertura, tendrán que guardar durante un mes el teléfono de contacto de los asistentes. Además, el resto de medidas serán las habituales de distancia de al menos 1,5 metros, a no ser que sean convivientes, o la ventilación del recinto: 30 minutos al principio y final de la jornada y entre cada uno de los pases programados en ese espacio. En el caso concreto de que la ventilación sea mecánica, como puede ser el caso de las salas de cine, sin ventanas, tendrá que ser siempre de aire fresco, no permitiendo la recirculación de aire, ya que eso podría potenciar a los aerosoles.
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