Coronavirus Galicia

Feijóo busca «aliviar» las medidas en diciembre, pero sin descartar «al 100%» otro confinamiento

El presidente anuncia un formulario para avisar de un contacto estrecho y explica que Galicia tiene 700 rastreadores

La oposición le acusa de inacción e improvisación y de hacer menos PCR a sabiendas en un duro enfrentamiento

Feijóo atiza al Gobierno: considera que introduce temas que pueden «mermar la calidad democrática» mientras no gestiona la pandemia

Feijóo accede al hemiciclo, este miércoles XUNTA/DAVID CABEZÓN

David Gómez

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El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha acudido al Parlamento por petición del BNG para explicar sus acciones contra la pandemia en unas horas de debate político intensas y muy duras, con descalificaciones personales e intervenciones vehementes. Aparte de eso, Feijóo ha explicado la situación actual y ha intentado fijar cómo afronta el futuro más inmediato: no quiere un confinamiento domiciliario, aunque todavía no lo puede quitar de su cabeza «al 100%».

También ha recordado que en O Carballiño u Orense están dando resultados los pasos tomados para restringir la movilidad y la actividad, por lo que espera que la curva se comporte igual en el resto de concellos con esas medidas, de manera que se puedan aliviar «en diciembre algunas o bastantes medidas », ha explicado en su primer turno de intervención. En él se ha fijado tres objetivos: «Tener capacidad de responder a la presión asistencial, velar por las personas más vulnerables» y, precisamente «evitar un segundo confinamiento».

Justo ese último punto se ha llevado buena parte de la refriega política, que ha llegado a los ataques cuerpo a cuerpo en varias ocasiones. Feijóo ha reprochado a Pontón que pida un confinamiento sin basarse en criterios científicos , pero la líder nacionalista ha insistido, trayendo recortes de prensa con declaraciones de científicos, en que los expertos piden un confinamiento duro y más corto para evitar un mayor descenso económico . Pero Feijóo ha remarcado que el gran objetivo, para no paralizar casi completamente el ritmo de la economía, es evitar meter obligatoriamente a los ciudadanos en casa. Y cree que lo está consiguiendo. Es una «labor quirúrgica difícil entre no hacer nada o clausurarlo todo. Ambas tienen consecuencias devastadoras, por eso las desechamos», ha asegurado.

« No hacer nada no es una opción. Cerrar todo a cal y canto, trabajaremos para evitarlo . No tiene sentido aplicar medidas homogéneas cuando las diferencias son notables» entre municipios, ha explicado, pero sí ha defendido acciones comunes para todo el territorio, como cuando se limitaron las reuniones en toda Galicia al mismo tiempo.

Ha traído datos de incidencia para apoyar sus afirmaciones. Así, ha remarcado que la incidencia del virus en O Carballiño en siete días ha bajado un 88% y en 14 un 77% . Allí lleva semanas cerrada la hostelería. En Orense, confinada perimetralmente desde octubre, también baja: en 14 días un 46% y en 7 un 56%. En Santiago, donde se han prohibido las reuniones entre no convivientes hace dos semanas, la incidencia es menor también: en siete días un 53% menor y en 14 un 35%. Ha insistido que reducir los contactos y la movilidad es el camino y ha agradecido el cumplimiento de las medidas de «la mayoría» de la ciudadanía, y ha pedido solidaridad a esa «minoría».

En el resto de puntos se ha hablado de rastreo o residencias . En el primer caso el mandatario popular ha señalado que el sistema de rastreo es «amplio», aunque la oposición le ha vuelto a achacar que no ha cifrado cuantos rastreadores hay, algo que se ha solucionado hoy: finalmente, Feijóo ha dicho que hay 700 rastreadores directos en Galicia. Feijóo ha anunciado que aplicará un formulario «para ser contactado» en el caso de anunciar que ha sido contacto estrecho de un contagiado. También ha informado que habrá mayor especialización en la central de contactos, centrándose en los contactos educativos.

Las residencias no solo han protagonizado el segundo punto del ámbito de acción de Feijóo, sino que también se ha debatido, y, discutido, sobre la precaria situación del mobiliario y de los mayores de la residencia de Salvaterra do Miño . El presidente ha asegurado que se hará inspección, pero ha defendido que desde que la Xunta intervino el centro, los denunciantes afirman que la gestión es «correcta». La líder del BNG, Ana Pontón, le ha achacado que echa la culpa a los trabajadores del centro. «No se puede tapar la realidad», ha asegurado el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero.  

En general en las residencias gallegas ha alabado que la situación es mejor de media que en toda España, o como lo ha dicho Feijóo, «resiste mejor» que la media del país y de algunos de Europa, también en el dato de fallecidos. Ha explicado que se iniciará un proyecto piloto para «medir» si hay virus en las aguas residuales de las residencias, pudiendo actuar antes de que aparezca sintomatología en los usuarios de esos centros.

Feijóo también ha destacado el trabajo de su Administración ayudando a diferentes colectivos. Ha mencionado a familias con pocos recursos, autónomos, turismo, cultura, hostelería y ocio nocturno, por ejemplo. De la hostelería, que sigue manifestándose pidiendo a todas las Administraciones más ayuda, ha destacado que se ha trabajado desde el mismo día que se decretó el cierre en 60 concellos. Ha anunciado que seguirán poniendo el foco en ellos «en próximas semanas», con «ayudas a fondo perdido» para que cuando reabran puedan instalar terrazas.

También ha asegurado que esta semana se aprobarán medidas por 10 millones para ambulantes, economía social, ocio infantil y ocio nocturno «a tipo prácticamente cero». También ha insistido en la petición al Gobierno de bajada del IVA de las mascarillas, que se mantenga los ERTE y que se baje el IVA turístico al 4%. Todo ello en una economía que «muestra un mejor comportamiento» que la media española. El presidente ha intentado trufar estos mensajes con referencias a que no está instalado en el triunfalismo, también a la hora de hablar de la situación sanitaria, pero eso no ha evitado que se le acusase, precisamente, de triunfalista, desde las bancadas del PSdeG y BNG.

«Es incomprensible que ocho meses después esté instalado en la improvisación», ha censurado Pontón, muy dura en su intervención. «No se anticipó», ha continuado, ni en atención primaria, ni en rastreadores. El momento más violento ha llegado cuando ha asegurado que se ha rebajado el número de PCR realizadas, con el objetivo de traer unos datos mejores a esta intervención parlamentaria. «Espero que este no sea el milagro gallego del que presume», ha exclamado.

Feijóo ha utilizado también un tono durísimo en su respuesta a la portavoz nacional del Bloque. «Es un disparate», ha subrayado, centrando su respuesta en que «intoxica el trabajo del Sergas» , afirmando que, por ejemplo, los lunes baja el dato de pruebas al ser datos del domingo, fin de semana, cuando suelen bajar estos datos, algo ciertamente habitual en las cifras que ofrece la Xunta.

«Ustedes piensan que son superiores a los demás, la mayoría de gallegos poco a poco saben quienes son», ha asegurado Feijóo, que ha calificado a la nacionalista de «intoxicar» también al Gobierno gallego o al conselleiro de Sanidade y de decir «insidias». También con la residencia de Salvaterra. Y ha añadido que no se va a «callar» en estas situaciones. «No me va a callar, señora Pontón, llevamos muchos días y muchas noches para intentar parar y tener datos menos malos que el resto del país. [...] Decir que eché la culpa a los trabajadores de Salvaterra... [...] ¿Cree que voy a callar porque sí, porque me toca ser el presidente, y usted puede decir lo que le pete por ser la responsable del nacionalismo en Galicia?», ha preguntado, acusándola de manipulación, demagogia y sentimiento de superioridad. Pontón ha presentado, por su parte, un decálogo de medidas urgentes.

Gonzalo Caballero, por su parte, además de afearle también la reducción de pruebas ( le ha llegado a pedir que se comprometa a hacer cada vez más PCR ), le ha acusado, de nuevo, de seguir los pasos de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y de contradecirse después de ser el primero en pedir retirar el estado de alarma en la desescalada para recuperar competencias. Ahora Feijóo destaca la ausencia de gestión del Gobierno central y que hay «19 estados de alarma», incluyendo el de Ceuta y Melilla , donde los hospitales son gestionados directamente por el Estado. «Son los lugares peor gestionados de España. Señor Caballero, ¿ni se le ocurre mirar la responsabilidad directa del Gobierno?», ha acusado Feijóo en una de sus réplicas.

El líder socialista ha añadido que ha habido «incompetencia, precipitación y viraje» en las decisiones gallegas y le ha reprochado que no «blindase» Galicia, de manera que desde Madrid se pueda ir a los pueblos gallegos pero no desde las ciudades de la autonomía. También le ha reclamado que comparezca periódicamente. Ahí ha habido otro punto de encendida réplica, comparando las actuaciones en ese aspecto del Gobierno de Pedro Sánchez. F eijóo ha recordado que para aprobar la prórroga de seis meses del estado de alarma Sánchez no compareció, sino que lo hizo el ministro de Sanidad, Salvador Illa. «Que no comparezca Sánchez bien y que comparezca Feijóo también. No nos van a intoxicar con determinados paralelismos falsos», ha argumentado.

El Gobierno tampoco se ha escapado por el deseo de aprobar medidas muy criticadas como las relativas a la «exclusión del idioma castellano como lengua vehicular, el intento de establecer una verdad oficial con los medios» o la renovación del Poder Judicial . El Ejecutivo central provoca «desasosiego» con sus «debates inoportunos e improcedentes que pueden mermar la capacidad democrática de las instituciones : cuando el Gobierno aparece no es para los criterios básicos de la pandemia: cada Comunidad afronta los problemas en solitario», ha afeado.

El popular también ha vuelto a otro de los temas clásicos: la necesidad de una ley de sanidad que pueda afrontar la pandemia sin recurrir al estado de alarma. Ha señalado que en próximas semanas entrará al Parlamento la reforma de la ley gallega, ya anunciada, para afrontar las vicisitudes del virus, ante la falta de legislación a nivel nacional. «No sería necesario», ha lamentado, si hubiese tomado medidas el Ejecutivo central. También ha anunciado una ley para ayudar a la rehabilitación económica de Galicia, para poder ser una Administración «facilitadora».

Todo ello en una de las jornadas más broncas de los últimos años, en las que los ataques han sido más habituales de lo normal y, aunque se ha abierto la mano desde todos los flancos al consenso, contrasta con los acuerdos que sí se han alcanzado, por ejemplo, en la Comisión de Reconstrucción que acoge el propio Parlamento. Hasta se ha debatido de la fecha de las elecciones, cuestión que llevó de cabeza en mayo: Feijóo recordó que la oposición quería que se celebrasen los comicios autonómicos después de los meses de verano, cuando Galicia y España estaban inmersos en una segunda ola.

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