Coronavirus Galicia

Los docentes deberán pasar de curso a los alumnos salvo casos excepcionales

De manera colegiada, acordarán qué estudiantes promocionan, sin tener en cuenta las asignaturas pendientes

Cada centro adaptará el currículo del próximo curso a los contenidos que se dejaron de impartir por el coronavirus

Un grupo de estudiantes, en la convocatoria de la EBAU de 2019 EFE/XOÁN REY

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Fiel a la palabra dada de que Galicia cumpliría con las indicaciones del Ministerio de Educación, la Consellería hizo públicas este martes las instrucciones para que centros escolares y docentes afronten el fin de curso académico siguiendo al pie de la letra la Orden publicada la pasada semana por el Gobierno. Así pues, tal y como establecía el Ministerio, la capacidad de decisión sobre con cuántas asignaturas suspensas se promociona de curso o se obtiene una titulación académica recaerá sobre el cuerpo docente , al que se le previene de que «la promoción de curso será la norma general» en Primaria, Secundaria y Bachillerato. Forzar a un estudiante a repetir curso «será una medida muy excepcional que no podrá estar basada únicamente en el número de materias no superadas», sino que exigirá estar «sólidamente argumentada y acompañada de un plan de recuperación» para cada alumno en el curso siguiente.

Bajo el mantra de la «flexibilización» introducido por el Ministerio, el margen de modulación de la Consellería ha sido escaso, dada la premeditada inconcreción de la Orden. En Secundaria, la evaluación se realizará de manera colegiada por el cuerpo docente –que de ese modo podrá decidir las excepcionalísimas repeticiones de curso–, y se centrarán en los contenidos impartidos en los dos primeros trimestres, aunque el tercero podrá ser evaluado solo con carácter diagnóstico. Se priorizará «la progresión y consecución de los objetivos generales establecidos para la etapa y el desarrollo de las competencias clave» frente a «la superación de los criterios de evaluación específicos» de cada asignatura.

Esto no quiere decir que se dé un aprobado general , ya que el profesorado podrá promocionar a alumnos con más de dos asignaturas suspensas, de las que habrán de matricularse en el curso siguiente, y para las que se elaborarán itinerarios personalizados de recuperación. Los alumnos con materias pendientes «podrán ser convocados a una prueba telemática si la situación sanitaria no permite la realización de pruebas presenciales», que a su vez podrá sustituirse por «la realización de trabajos», y solo en el caso de que los docentes no dispongan de información suficiente para aprobar o suspender.

Bachillerato y FP

Algo más exigente, aunque no mucho más, es la Consellería con los estudiantes de Bachillerato. Podrán promocionar de 1º a 2º con más de dos suspensas , con idéntica obligación de matricularse de ellas en el siguiente curso «siempre que la Junta de Evaluación así lo acuerde» y si considera «entre otros criterios que la evolución del alumno fue positiva, demostrando una madurez personal y académica que lo capacitan» para, en el siguiente curso, recuperar las materias pendientes y asumir las nuevas que se impartan.

Para obtener el título de Bachillerato «será necesario, con carácter general» haber aprobado las asignaturas de los dos cursos, aunque de nuevo con matices flexibles. Si cada equipo docente entiende que un alumno «ha adquirido suficientemente los objetivos generales», el número de suspensos quedará en un segundo plano.

En Formación Profesional , de nuevo flexibilidad a discreción: cada centro podrá introducir al comienzo de módulos de segundo curso que se impartan el próximo curso conocimientos que debieran haberse impartido en este tercer trimestre, y de nuevo, mano abierta para que cada centro promocione o titule de manera extraordinaria en base a la adquisición de competencias consideradas clave.

La Consellería, no obstante, no resta valor a este tercer trimestre de controvertida enseñanza telemática , y establece que las actividades realizadas durante esta fase no presencial podrá ser evaluada pero «solo podrá tener valor positivo para la calificación» del alumnado. Eso sí, los profesores tienen tarea por delante: deberán hacer «informes individuales valorativos» de cada estudiante «que incluya los atrasos que pudiera haber sufrido» por la interrupción del curso presencial.

Respecto al próximo curso, la preocupación de muchos padres, Educación indica a «centros y profesores» que elaboren «planes de recuperación y adaptación del currículo y de las actividades educativas» para el curso que empezará en septiembre, «con el objeto de permitir el avance de todo el alumnado y especialmente de los más atrasados».

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