Educación
Alexandre Sotelino, ganador del 'Goya de la educación': de no querer ser profesor a ser el mejor docente de España
Sus profesores de la Universidad vieron potencial en él y «me llevaron de la mano por este camino»
Alexandre Sotelino es el mejor profesor universitario de España. Así lo acreditará el premio Educa-Abanca que le entregará mañana la Ministra de Educación Pilar Alegría. Con todo, para el profesor del departamento de Pedagogía de la Universidad de Santiago, asegura que «el premio supone poco» para él: los reconocimientos para el no llegan en forma de galardón, a pesar de que es un honor, sino que le basta con ser un buen profesor. « Siempre digo que tengo una profesión que me satisface de por sí, no necesito premios », cuenta a ABC. «Yo hago mi día a día, que es enriquecedor de por sí como para buscar este tipo de cuestiones».
Pero a pesar de todo, la alegría, normalmente, no se puede disimular: «Me cogió por sorpresa, no me lo esperaba para nada. Además, compartí nominación con profesores a los que admiro mucho», relata.
Sotelino no siempre ha querido ser profesor, a pesar de ser pedagogo, siempre había pensado que se dedicaría al ámbito comunitario, de la educación social. Pero sus profesores de la Universidad vieron potencial en él y «me llevaron de la mano por este camino». Desarrolló investigaciones sobre la docencia, y analizó métodos de estudio que ahora pone en práctica en las propias clases que él mismo imparte y que ahora le llevan a ganar el ‘Goya de la educación’. « Combino mi propia investigación con mi trabajo como docente », explica. No hay una receta secreta, pero hay que mantener «dinamismo para tener a los alumnos en constante desafío» y despertar su curiosidad por aprender.
«Ser profesor es un orgullo, y una responsabilidad en muchas cuestiones», sobre todo si se está formando a futuros profesionales de la docencia. «Tenemos en nuestra mano a futuros educadores que van a trabajar con niños y personas vulnerables», apunta el orensano. «Su formación es una responsabilidad, pero también una motivación y un desafío ».
En cambio, incluso de los errores se puede sacar algo en limpio. Rememora el profesor sus años al otro lado de la clase, de cuando miraba al encerado: «Te quedas tanto con lo bueno como con lo malo» de los métodos de tus profesores. «Aprendes con los que te suscitan interés y ganas de aprender, pero también en cierta manera con aquellos profesores que no conectaban con los alumnos y que solo iban a ‘hablar de su libro’». En la Universidad se ha tropezado tanto con unos como con otros, pero Sotelino es «optimista» en este sentido. « En general, la calidad del profesorado » del sistema universitario español es buena, y se está produciendo un «relevo generacional que provoca una renovación con profesores que vienen de un momento complicado y que saben adaptarse muy bien».
Su optimismo, de todas formas, tiene un asterisco, pues considera que todavía a las universidades les queda una asignatura pendiente: «Uno de los desafíos es su vinculación con el medio social», cuenta. A pesar de que considera que últimamente ha habido avances, «la Universidad tiene que ser una institución más, superar esa concepción de torre de marfil». «La sociedad tiene que ver en nosotros socios y aliados».
Cursos para profesores
El ministro de Universidades, Joan Subirats, anunció el pasado miércoles que los nuevos profesores deberán pasar unos cursos para aprender a enseñar . En general, la medida fue bien acogida por la comunidad, y Sotelino lo ve con muy buenos ojos: «Ya era una demanda interna», asegura el pedagogo. «Los planes de formación de docentes», que también desarrolla, «tienen mucha demanda de nuevas metodologías», e incluso los profesores más veteranos «quieren aprender nuevos métodos de enseñanza». «La norma me parece justa y rigurosa. Las facultades de Pedagogía tenemos mucho que decir en este sentido».
Noticias relacionadas