Crisis en la industria española

Alcoa anuncia el despido colectivo de hasta 534 trabajadores de una de sus plantas en Lugo

La multinacional alega «factores estructurales inherentes y a dificultades de carácter permanente» en su decisión de echar el cierre a la factoría de aluminio, mientras mantiene abierta por ahora la de alúmina

La Xunta culpa al Gobierno del cierre y le reprocha la «deslealtad y falta de respeto»

Protesta de los trabajadores de Alcoa San Cibrao el pasado mes de diciembre EFE

La Mariña lucense ya tiene motivos reales para preocuparse. La multinacional estadounidense Alcoa ha anunciado que inicia el procedimiento para el despido colectivo de hasta 534 trabajadores de los 610 que tiene adscritos a una de sus dos factorías en San Cibrao (Lugo), concretamente a la planta que fabrica aluminio. Este mediodía, la dirección de la empresa en España ha comunicado la decisión a los representantes sindicales, que justifica por «la situación insostenible por la que atraviesa la planta de aluminio, debido a factores estructurales inherentes y a dificultades de carácter permanente».

A través de un escrito remitido a los medios, la aluminera norteamericana asegura que su planta de aluminio «afronta una serie de problemas externos de producción y de mercado que han hecho que la producción de aluminio primario sea ineficiente y la operación de la planta no sea competitiva». «Esos problemas estructurales incluyen los altos costes de energía y el bajo precio del aluminio que, junto con el exceso de capacidad global, han causado significativas pérdidas recurrentes, que se prevé que continúen», añade. Los altos precios de la energía traen causa del incumplimiento del Ministerio de Industria de aprobar en tiempo y forma un estatuto para las empresas electrointensivas que abaratara los costes e hiciera competitiva su implantación en España.

Alcoa admite «el posible impacto en los empleados», y ha planteado iniciar «un periodo informal de consultas con los trabajadores» que durará, como máximo, tres semanas, en el que quieren «explicar la situación de la planta, los retos que afronta y discutir las opciones y medidas». Tras este plazo se iniciará el periodo formal de consultas para el despido colectivo. «No se tomará ninguna decisión hasta que el perodo de consultas haya concluido», asegura por su parte la compañía.

Crisis anunciada

La sorpresa entre los trabajadores es relativa. Hace unas semanas ya denunciaron la decisión de la multinacional estadounidense de parar las cubas de electrolisis que lleguen al final de su vida útil sin realizar el rebrascaje para su posterior arranque. Alcoa lo justificó como medida temporal ante la situación del mercado por la crisis del coronavirus «con una bajada de más de un 20% del precio del aluminio y la congelación de ventas» debido a la paralización económica que provocó el coronavirus, según informó el comité.

En enero Alcoa no ocultaba ya que la continuidad de la actividad era complicada. A f alta de cerrar las últimas cifras, la planta de producción de aluminio primario de San Cibrao había cerrado 2019 con 63 millones en números rojos. Para este ejercicio 2020, la compañía preveía pérdidas millonarias en ambos campos de actividad, incluso antes de que la Covid-19 supusiese una paralización económica sin precedentes.

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