Cuatro meses sin Mario, el jubilado español apresado en Ucrania que en Rusia califican de «combatiente extranjero»
Familia y amigos desconocen el paradero del valenciano de 74 años detenido en una manifestación en Jersón contra el ejército de Vladimir Putin
Un jubilado español de 74 años alistado a la guerrilla de Ucrania: «Voy a ayudarles hasta la muerte»

«No sabemos si está preso o en la calle, si está muerto o vivo. No tenemos ninguna noticia». Cuatro meses después desde que se perdiera su posición en una manifestación contra la invasión rusa en la plaza consistorial de Jersón, el entorno de Mariano García Calatayud, jubilado español de 74 años también conocido como Mario en Ucrania, se despierta cada día con la esperanza de conocer más detalles sobre su paradero.
A lo largo de los últimos meses, desde que fuera presuntamente apresado por el ejército de Vladimir Putin el 19 de marzo, diferentes intermediarios de Jersón han intentado negociar su liberación sin éxito. Días después su detención, personas influyentes cercanas a su entorno en Ucrania comunicaron su salida de la comisaría donde se encontraba retenido; información que fue desmentida al cabo de unas horas. «Nos tememos lo peor», apuntaba a ABC el empresario Julio Suárez, amigo personal de Mario.
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En medio de este desierto, las últimas informaciones sobre la supuesta desaparición del exfuncionario valenciano llegan desde Rusia, donde algunos medios lo han incluido dentro del listado de «combatientes extranjeros», que «han sido engañados por la propaganda ucraniana y occidental», según ha informado el diario 'El Confidencial'. Dentro de su ficha, dudan de su condición de activista humanitario e ironizan sobre su «caridad» en relación a una fotografía en la que posa con una ametralladora con una bandera al fondo del partido político neonazi y paramilitar Pravy Sektor (Sector Derecho).
Asimismo, apuntan desde Rusia que medios locales ucranianos «han escrito repetidamente» que Mario apoyó a los combatientes e «incluso llevó ayuda a la zona de guerra de Marinka, en el óblast de Donetsk. Así, desde el círculo más íntimo de Mario temen las posibles represalias de la Federación Rusa, puesto que la autoridad de la autoproclamada República Popular de Donetsk ya ha dictado algunas sentencias de muerte contra milicianos capturados llegados desde el extranjero.
Amigos de Mario en Jersón señalan que «nunca ha combatido», limitándose así a realizar tareas humanitarias desde su llegada a Ucrania en 2014. No obstante, apuntan a que sí disponía de un carnet que le acreditaba como militar, con la única finalidad de entregar comida, ropa y otros productos de primera necesidad a los soldados en primera línea de batalla. Aunque, según relató el propio jubilado español en una entrevista con este periódico, antes del inicio del conflicto participó en guerrillas nocturnas que velaban por la seguridad de la ciudad ucraniana, lo que le llevó a estar en «las famosas listas negras del Kremlin».
«Mi hijo Vitaly ha intentado averiguar el paradero de Mario y no hay manera de que le digan la verdad», destaca Julio Suárez, quien apunta que «su familia tampoco tiene ninguna información», ni tampoco su mejor amiga Olena ni el capellán del ejército ucraniano en Jersón, Maxim. «Es un hombre muy querido en toda la ciudad», remarcaban sobre el español que recibió una medalla de honor y que se enamoró de esta nación del este de Europa gracias a las historias que le narraba su padre sobre el éxodo de españoles a la región de Odesa tras la Guerra Civil.
El Ministerio de Exteriores, sin información sobre Mario
El Ministerio de Exteriores, sin información sobre su detenciónPor su parte, fuentes del Ministerio de Exteriores informaron que nunca tuvieron comunicación oficial ni de su detención ni de su presunta liberación. «La única información que tenemos es la que facilita su familia y amigos que nos dicen que está bien», matizan desde el Gobierno de España. Todo ello, la Oficina de Información Diplomática mantiene abierta una investigación sobre el caso en la embajada ubicada en Kiev.
«Ayudaré al pueblo de Ucrania hasta la muerte», estas fueron las palabras de Mario a ABC poco antes de ser apresado presuntamente por las tropas del Kremlin, en cuanto a la petición de su familia para que volviera a casa ante el estadillo de la guerra. «El papá sabe cuidarse y no va a volver», les dijo.