Vistas de Benidorm desde la planta 46 del Intempo, junto a la zona del «diamante» JUAN CARLOS SOLER

J. L. Fernández

Divisar la Isla de Benidorm o el imponente monte Puig Campana sentado en un jacuzzi individual desde una terraza situada a casi 200 metros de altura (190 y pico) puede parecerse un poco a la sensación de ser el amo del mundo. Se trata de uno de los «extras» de vivir en el Intempo , la doble torre del rascacielos residencial más alto de Europa , una opción por la que se han interesado más de 5.000 compradores potenciales de todo el mundo.

Este sueño de dominar las alturas en uno de los destinos turísticos más apreciados del planeta - el preferido de los británicos , por ejemplo- cuesta desde 289.000 euros el apartamento más asequible de los que quedan libres, hasta más de un millón el más exclusivo. Cada planta que se asciende, el precio sube 6.000 euros.

Las dos torres unidas, imagen singular del rascacielos JUAN CARLOS SOLER

¿Solo para ricos extranjeros, por ejemplo, rusos como los que pueblan esta zona y otras de la Costa Blanca alicantina, caso de Torrevieja? «No, hay algunos, pero predominan otros como los belgas, polacos y alemanes o franceses », señala Jorge Romagosa , product manager de Intempo, aunque la mayoría (60%) son españoles, de Madrid, País Vasco, Castilla-León y un numeroso grupo de Albacete.

Esta semana van a llegar los primeros afortunados a recoger sus llaves y prácticamente la mitad del imponente coloso está ya vendido, con una previsión de completarlo en entre uno y dos años de plazo. Basta con que se cierre la operación con uno de cada diez interesados registrados en su base de datos.

Sus atractivos saltan a la vista con una simple visita, como las que han organizado sus promotores entre agosto y septiembre con afluencia de público a diario. Una piscina spa, un gimnasio y una cafetería en la planta 46 , o los innumerables balcones desde los que contemplar la costa mediterránea sin obstáculos, con todos los demás rascacielos más bajos.

La piscina spa situada en la parte alta del complejo JUAN CARLOS SOLER

Y, sobre todo, ese «diamante» en forma de cono que une ambas torres en la parte superior, con los apartamentos más espaciosos (150 metros cuadrados) y exclusivos, que hasta ahora han adquirido solo españoles. «Hay tres perfiles diferentes de comprador: el que hace la inversión en varios de las plantas bajas y alquila para amortizar porque ha pagado menos; el mixto de las plantas intermedias que vive seis meses y alquila el resto del tiempo; y el que se ha enamorado y va a vivir en el diamante o los apartamentos a más altura», describe Romagosa.

El concepto global es el de un hotel resort , por esa cohabitación entre inquilinos de alquiler y residentes propietarios, con unas «cláusulas» especial determinadas para garantizar la tranquilidad y convivencia sin sobresaltos. Aconsejados por la asociación hotelera Hosbec, en este singular edificio se alquila como mínimo por tres días , «porque las estadísticas apuntan que la mayoría de incidentes se producen en estancias de uno o dos días», justifica el directivo de la compañía.

Uno de los apartamentos ya amueablados y a punto para la entrada de los residentes en los próximos días JUAN CARLOS SOLER

Es más, en los bajos del edificio hay una oficina de administración y en los accesos hay sistemas de seguridad sofisticados para controlar en todo momento quien entra, así como a quién se alquila.

Para quien se plantee probar la experiencia unos días, como en cualquier otro resort, todavía resulta difícil calcular a cuánto sale la noche. En todo caso, a poca altura («de todas formas, se tiene acceso igualmente a la piscina y la parte superior»), ya que para alquilar en la zona noble... «No hay referencias, no existe nada parecido en el mercado, puede costar cualquier cantidad », opina Romagosa.

Aparte de estas peculiaridades, el complejo incluye otra piscina de mayores dimensiones a pie de calle y cuatro plazas de aparcamiento para cada propietario. Se descartaron del diseño original del arquitecto Roberto Pérez Guerras una pista de tenis y alguna instalación más para ganar espacio, porque en unos meses, vivirán allí un millar de personas y habrá más de 200 hamacas diseminadas para tomar el sol en sus terrazas.

Los jacuzzi situados en la terraza superior, el punto más alto de toda la construcción a casi 200 metros JUAN CARLOS SOLER

En el momento inminente de su estreno, ya ha batido dos récors: el de altura en edificio residencial y solo por detrás de las cuatro torres de Madrid, de uso profesional, y también el lógico de contar con los ascensores más rápidos del mundo , con una velocidad de 4,2 metros por segundo , tecnología finlandesa de la marca Kone.

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