La España récord
Torrevieja, la ciudad con más robos violentos en casas por ser un «mar de chalés»
Urbanizaciones que se pierden de vista donde los vecinos de un centenar de nacionalidades no se conocen ejercen atracción como escondite a mafias del Este, bandas latinas y ladrones alterados por el clima soleado
Con más de 11 asaltos por cada 1.000 habitantes en 2015, ese destino turístico se sitúa muy por encima de las estadísticas de Barcelona (4,12) o Madrid (2,42) pese a la ligera mejoría este año
Torrevieja hace años que sufre la mayor incidencia de robos con violencia en domicilios de España entre los municipios de más de 50.000 habitantes, con una tasa de 10,99 por cada 1.000 vecinos en 2015, a gran distancia del segundo en este inquietante ranking, Mijas ( Málaga ) con un 6,97. ¿Por qué? Por hacer un símil con la serie televisiva « Mar de plástico », podría resumirse la razón en que se trata de una especie de «Mar de chalés» y adosados, un paisaje que explica este fenómeno de delincuencia por varias razones.
De la magnitud del problema da una idea que con 972 asaltos en casas en 2015 y con poco más de 88.000 habitantes, este destino turístico emblemático de la Costa Blanca alicantina se sitúa como la quinta de España en términos absolutos en este tipo de delitos. Así, supera incluso en número a ciudades como Sevilla (918 asaltos), Alicante (797) o Zaragoza (788).
«Se debe al tipo de construcción en horizontal, con viviendas unifamiliares donde vive gente de paso y nadie se conoce, a diferencia de un edificio, donde hay un arraigo y las personas sí conocen a sus vecinos, dónde trabajan...» Es el análisis de Manuel Martínez , portavoz de la asociación de guardias civiles Nueva Coproper , quien subraya también el dato de que en Torrevieja conviven residentes de un centenar de nacionalidades, tal como quedó reflejado en un estudio realizado hace unos años por otra organización de agentes de la Benemérita, la AUGC de la que él formaba parte.
Turismo y riqueza
El binomio población extranjera y turismo atrae la «delincuencia económica», debido al «tipo de trabajos, los horarios de luz» que se tienen en estas zonas costeras, a diferencia del interior de la Península Ibérica, explica con una perspectiva más general la criminóloga alicantina Beatriz Alarcón .
Su colega de profesión Óscar Molina apunta al «perfil violento» de algunos delincuentes que se refugian en estas urbanizaciones, «mafias albanokosovares con individuos muy preparados para cometer delitos violentos porque vienen de conflictos bélicos».
La llegada de grupos del Este ha aumentado en los últimos años y ahora predominan sobre las bandas latinas, más controladas tras un refuerzo de vigilancia hace una década por la Guardia Civil, que cuenta con una unidad específica para este tipo de delincuentes juveniles.
«Macrocuartel» único en España
Uno de los dos únicos cuarteles de la Benemérita de todo el país al mando de un comandante está en Torrevieja -el otro en Madrid- y solo en su unidad de Seguridad Ciudadana cuenta con 270 agentes, además de disponer de Policía Judicial y secciones de tráfico o delitos fiscales, con lo que «poco tiene que envidiar de una comisaría de Policía», a juicio de Martínez (Nueva Coproper).
Precisamente contar con dependencias de la Policía Nacional in situ es una de las antiguas reivindicaciones de Torrevieja, si bien Martínez opina que lo que mejoraría la eficacia para la seguridad es una mejor dotación de medios materiales a este «macrocuartel», en aspectos tan básicos como los vehículos. Sobre todo, con una población tan «dispersa» en auténticas «ciudades dentro de urbanizaciones», como ocurre en La Siesta o Los Balcones, con 5.000 viviendas y entre 20.000 y 30.000 habitantes.
Desde la Comandancia de la Guardia Civil en Alicante coinciden en que estas casas con frecuencia vacías «son susceptibles de los robos» y suelen registrarse el mayor número de denuncias «al empezar el verano, cuando llegan los residentes después de haberlas tenido la casa cerrada». En general, «en las zonas de playa se producen más delitos porque hay más densidad de población», pero no creen que Torrevieja sea un caso especial, y matizan que entre 2014 y 2015 no se produjo un aumento real, sino que se cambió el sistema de recopilación de datos estadísticos.
El señuelo para los ladrones resulta evidente: chalés ocupados solo en algunos periodos del año, a veces, uno o dos meses, que pueden contener objetos de valor en su interior. Pero Martínez añade que incluso las estadísticas tal vez no reflejen todos los robos, porque durante la crisis ha proliferado la delincuencia «pequeña», que quedaba reflejada como faltas y no como delitos, y registrada por la Fiscalía, más que por las Fuerzas de Seguridad del Estado.
Y una imagen gráfica: «cuando van a denunciar al cuartel, les dan número de turno como en la pescadería y algunos tardan tres días en formalizar el documento», relata el portavoz de Nueva Coproper.
¿Será por el calor? Algunos estudios apuntan a que el clima benigno todo el año, como el caso de la Costa Blanca, tiene un influencia en la propensión a delinquir. Una de estas investigaciones la ha difundido este año la revista « Behavioral and Brain Sciences », publicada por la Universidad de Cambridge , y concluye que el tiempo soleado parece estimular la agresividad, ya que las personas tienden a valorar todo en el presente, como si fuera el último día de sus vidas, mientras que en las zonas frías el individuo piensa en el futuro y tiene mejor autocontrol.
Al menos, en el arranque de este año, en Torrevieja se han reducido estos robos violentos en domicilios, un 4,7%, según los datos trimestrales del Sistema Estadístico de Criminalidad , elaborados por el Ministerio del Interior con información de la Guardia Civil, la Policía Nacional y los cuerpos de seguridad autonómicos.
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