Sumario del Caso Imelsa
El «yonki del dinero» pagó el sueldo de su testaferro en una empresa pantalla a través de Imelsa
José Estarlich cobró tres meses sin hacer «ningún trabajo» mientras se hacía efectivo su nombramiento
La empresa pública Imelsa, dependiente de la Diputación de Valencia, no solo sirvió para pagar el sueldo a personal que no trabajaba allí por motivos políticos . Según ha confesado el propio beneficiario ante el juez, la firma pagó durante meses el sueldo del testaferro de Marcos Benavent (el «yonki del dinero») en una empresa pantalla creada por el exgerente de Imelsa.
José Estarlich estuvo en nómina en Imelsa «unos tres meses, al final de 2009», mientras esperaba a que se tramitase y se hiciese efectivo su nombramiento como administrador de Berceo Mantenimientos S.L., una empresa de la que el propio Benavent poseía el 99% y que contrató con Imelsa mientras éste era el gerente de la empresa de la Diputación. Berceo Mantenimientos se creó el mismo año en que Alfonso Rus llegó a la institución provincial y Benavent se situó al frente de Imelsa. Los investigadores creen que esta sociedad pantalla se utilizó para desviar fondos de la trama.
La declaración ante el juez de Estarlich es una de las más sorprendentes de cuantas se incluyen en el sumario de la pieza separada sobre los contratos ficticios en Imelsa. El imputado acudió a «declarar voluntariamente» en mayo de 2015. « Se dio cuenta de donde estaba metido y estaba arrepentido , quiere retomar su vida», reseña el acta con la transcripción de la declaración.
Según su relato, Estarlich entró en contacto con Benavent, el exgerente de Imelsa y «yonki del dinero», en 2009, cuando la empresa en la que trabajaba, dedicada a la construcción, comenzó a ir mal y quebró. Benavent era el jefe de su mujer, le llamó y se ofreció a ayudarle . De 2010 a 2011 tuvo una nómina como administrador de Berceo Mantenimientos S.L. «de 1.500 euros al mes». Pero antes, «a finales de 2009», estuvo contratado en Imelsa. «unos tres meses antes de entrar de administrador» de Berceo, «mientras se hacía el papeleo». En Imelsa, según su declaración, «no hacía ningún trabajo».
El testaferro de Benavent cuenta que en 2011 un amigo le explicó lo que era la figura del hombre de paja , y pidió explicaciones a Benavent, «cosa que no le sentó muy bien». Relata que tuvieron una discusión en la que el exgerente amenazó con despedir a su mujer y a su hermano (ambos trabajaban en Imelsa), y que «le iba a mandar un psicólogo rumano» . Estarlich afirma que se apartó un poco aunque siguió haciendo de «recadero» por miedo. Sin embargo, desde 2011 no hizo ninguna factura de Berceo, considerada por los investigadores el mecanismo de Benavent para desviar fondos de Imelsa.
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