Mayores
El anciano que ha puesto en un brete a la banca en España: «Esto no ha hecho más que empezar»
La denuncia viral de un jubilado valenciano abre el debate sobre la exclusión de los mayores en entornos digitalizados
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«Que nadie interprete que como hemos recogido casi 500.000 firmas esto ha terminado. Es un hito importante en un camino por recorrer hasta que la solución al problema llegue a la calle . Ahora es cuando hay que insistir, esto no ha hecho más que empezar».
Carlos San Juan, el valenciano de 78 años que ha convertido en un movimiento su alegato en Change.org para que los bancos no excluyan ni humillen a las personas mayores a la hora de ser atendidas, recibió esta semana la llamada del gobernador del Banco de España.
«Fue una conversación muy cordial, hubo mucha empatía por su parte. Creo que son conscientes de que la relación de la banca con sus clientes es muy mala», por lo que esta iniciativa servirá de «acicate» para emplazar a las entidades a tomar medidas inmediatamente, cuenta San Juan a ABC .
De hecho, durante los alrededor de cuarenta minutos al teléfono con este médico jubilado, Pablo Hernández de Cos se comprometió a exigir un plan de acción en la reunión que mantendrá con las tres patronales del sector dentro de tres semanas junto con la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño . «Le expresé con firmeza que hasta que no veamos que la banca admita que ha perdido su entidad de servicio público y no corrija sus errores, no vamos a parar», comenta.
Precisamente, Calviño afirmó este viernes que espera que las empresas lleguen a ese encuentro con propuestas eficaces para desplegarlas lo antes posible : «Tenemos que acompañar a aquellos que quieren y que pueden adaptarse a las nuevas tecnologías, facilitándoselo, y a aquellos que no pueden o no quieren, dándoles medios que garanticen que tienen acceso a los servicios financieros».
A raíz de estas declaraciones, el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, aseguró que esta cuestión les «preocupa y ocupa» y prometió nuevas medidas para satisfacer las necesidades de estos colectivos en los próximos meses, tras anunciar que la entidad cerró 2021 con un beneficio de 2.359 millones de euros.
Dos euros por sacar dinero en ventanilla
San Juan critica que algunos trámites sencillos han pasado a realizarse exclusivamente de forma online, con tecnologías «que muchos no sabemos utilizar», mientras las sucursales abren «con un horario rígido, hasta las once de la mañana» . «A pesar de mi edad, quiero ser independiente con mis gestiones y que se ayude a quienes no tiene quien les eche una mano. Es totalmente inaceptable que no te atiendan cuando tienes problemas con el cajero», señala.
«Ganan muchos millones al año. Y si han llegado ahí y se mantienen es gracias a todos nuestros ahorros. Somos diez millones de personas vulnerables», recuerda, al tiempo que hace un llamamiento a los jóvenes para que se sumen a su cruzada contra un trato que considera «inhumano».
El próximo 8 de febrero llevará a Madrid el medio millón de firmas que ha recogido para registrarlas en el Ministerio de Asuntos Económicos, aunque aclara que será un acto simbólico, porque la campaña seguirá abierta.
«No quiero protagonismo. Represento, sobre todo, a las personas sin voz, a las que no han podido firmar. Sigo siendo un poquito escéptico, pero ya noto la ilusión y la esperanza del movimiento que empieza a nacer y no me gustaría que se apagara la llama, mientras no se adultere con ningún matiz político ni judicial, sino humano y social», reivindica este valenciano cuyo lema - «Soy mayor, no idiota» - ya ha inspirado a otros afectados por las políticas bancarias.
Es el caso de Amparo Molina, una jubilada de la localidad valenciana de Burjassot con problemas de movilidad, que ha enviado una carta a los trabajadores del BBVA para explicarles porqué les ha denunciado ante la Guardia Civil.
Molina se marchó de la sucursal sin dinero porque, tras intentar sacarlo con la cartilla en el cajero sin éxito, quisieron cobrarle dos euros como comisión por hacer la operación en ventanilla. Una cantidad «desproporcionada» para su situación económica.
Un problema global
Los partidos políticos también se han sumado a esta ola de indignación y exigen que se garanticen unos «mínimos» -como reclama el PP- para terminar con la «exclusión financiera». Además, la Generalitat Valenciana ha anunciado que impartirá cursos de formación para colectivos con dificultades de acceso a estos servicios básicos.
Sin embargo, la Confederación Española de Asociaciones de Mayores (CEOMA) advierte de que esas situaciones de desamparo se extienden a otros ámbitos como la sanidad, las compañías de seguros o la propia Administración. Pedir cita en el médico o comprar un billete de tren pueden convertirse en una odisea para los mayores de 65 años.
En una entrevista a Europa Press el presidente de CEOMA sugiere que, al igual que las empresas o instituciones envían publicidad a los buzones de los domicilios, se envíe un documento no solo por escrito sino también en audiovideo, «porque hay un porcentaje importante de mayores con discapacidad», en el que «se enseñe el manejo de la informática de una forma fácil». «Hoy todo funciona con sistemas informáticos. ¿Qué hay que hacer? Enseñar, formar, es fundamental », zanja.
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